Sao Paulo – El esteroide dexametasona ayuda a reducir el periodo de ventilación mecánica utilizada por pacientes graves ingresados por el nuevo coronavirus, según los resultados de un estudio realizado por la Coalición COVID-19 Brasil y publicados este miércoles en el periódico científico Jama.
El estudio Coalición III, realizado por una alianza de los principales hospitales brasileños, mostró que pacientes con síndrome respiratorio agudo grave tratados con dexametasona pasaron un promedio de 6,6 días sin necesitar respiradores artificiales, mientras que aquellos con el mismo cuadro clínico, pero que no recibieron el fármaco, pasaron cuatro días sin ventilación mecánica.
«El uso de dexametasona aumentó el número de días en que los pacientes graves con COVID-19 permanecieron fuera del respirador artificial», indicaron los autores de la investigación en una nota.
Explicaron además que la retirada más precoz de los pacientes del respirador puede «asociarse al menor riesgo de complicaciones a raíz de la permanencia en la unidad de cuidados intensivos» y al «alta más precoz de la terapia intensiva con liberación de camas», así como a la «economía de recursos humanos y financieros».
El estudio fue realizado entre el 17 de abril y el 21 de julio con 299 pacientes con síndrome respiratorio agudo grave que dependían de la respiración artificial y estaban ingresados en 41 unidades de cuidados intensivos distribuidas por diversas ciudades de Brasil.
Un total de 151 pacientes, escogidos al azar, recibieron dosis intravenosas de 20 miligramos de dexametasona durante 5 días y de 10 miligramos durante 5 días, además del soporte clínico regular.
Los demás enfermos (148) fueron asignados al grupo de control y fueron atendidos solamente con el soporte clínico regular.
«La evaluación del efecto del tratamiento con dexametasona consideró como resultado principal el número de días que el paciente permaneció fuera del respirador artificial en hasta 28 días», señalaron los autores.
La investigación no encontró mayores riesgos del uso de la dexametasona con respecto a nuevas infecciones, alteraciones de la glucosa y otros eventos adversos graves.
Sin embargo, los autores destacaron que los resultados no son «aplicables» a pacientes con formas más leves o síntomas iniciales de la COVID-19 o incluso pacientes hospitalizados por la enfermedad que «no se encuentran en respiración artificial».
El Coalición III fue el primer estudio brasileño volcado al uso de corticoides en el tratamiento de la COVID-19, tras ser aprobado por la Comisión Nacional de Ética en Investigación y por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y recibir los medicamentos de la farmacéutica Aché.
La publicación de la investigación coincide con la difusión este miércoles, también en Jama, de un meta-análisis realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que compiló los resultados de siete estudios llevados a cabo en 12 países, entre ellos Brasil, con 1.703 pacientes críticos de COVID-19 y halló que la administración de corticoides reduce la mortalidad en casos graves de la enfermedad.
Brasil alcanzó los 122.596 muertos, mientras que el número de infectados asciende ya a 3.950.931.