Tegucigalpa – La lucha por el poder muestra las verdaderas caras de los políticos, aunque muchos de ellos la encumbran tras una mascarilla.
Honduras acumula más 203 días en pandemia tras la llegada del coronavirus, con cientos de contagios dados a conocer a diario y las muertes de los más afectados siguen siendo una realidad nuestra de cada día, pero ello no es obstáculo para que los políticos congreguen a sus parciales y omitiendo el distanciamiento y otras medidas, se dedique a “cazar votos”.
Y es que desde hace un par de semanas, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE), convocó a elecciones primarias, los partidos políticos se encuentran en su mayor apogeo proselitista, pese a que el COVID-19 no da tregua y los hondureños siguen infectándose y hasta muriendo.
Honduras registra un total de 75 mil 537 contagios, 2 mil 301 decesos, de los cuales 26 mil 957 hondureños lograron recuperarse del mortal padecimiento, según datos oficiales, brindados por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Pero ese escenario, no representa algún tipo de reserva o temor para la mayoría de los candidatos a cargos de elección popular en cada uno de los partidos políticos y sus integrantes, quienes lejos de buscar protocolos adecuados a la bioseguridad, han optado por intensificar sus actividades políticas en varias regiones del país.
El jefe de la Región Metropolitana de la Salud, doctor Harry Book advirtió este lunes que a finales de octubre y noviembre, Honduras se verá afectada por la agresividad del padecimiento.
Este fin de semana los precandidatos presidenciales de todos los colores y matices hicieron sus actividades para mostrar su músculo y muchos congregaron decenas, otros centenas y hasta miles de personas en reuniones poco seguras.
En el Partido Nacional, Mauricio Oliva del movimiento Juntos Podemos y Nasry Asfura de Unidad y Esperanza, mostraron reuniones con gran afluencia de simpatizantes en varias regiones del país. En ambos casos el cumplimiento de medidas de bioseguridad solo fue un asomo o un intento mal logrado.
“Me quito la mascarilla para que me vean a la cara al momento de hacer un compromiso con ustedes y con todo el Partido Nacional de Honduras de impulsar las transformaciones que necesita el país”, manifestó Oliva en su participación proselitista en Ocotepeque, Occidente de Honduras.
Por su parte, el líder del movimiento Unidad y Esperanza y actual alcalde de la capital Tegucigalpa, Nasry Asfura se desplazó por los municipios de Tocoa, Colón y en Santa Rosa, Copán; en ambos eventos políticos se vio el uso de mascarillas a medias y sin el debido distanciamiento social.
Los posibles candidatos del Partido Liberal, también tuvieron sus actividades, el titular de este organismo político, Luis Zelaya se desplazó por el municipio de Talanga, donde optó por no usar la mascarilla al momento de su participación en el lanzamiento de su precandidato a alcalde Rudy Banegas –hijo-.
También el representante del movimiento liberal “Revolución de la Esperanza”, Darío Banegas, quien, como parte de sus actividades políticas, visitó a varios emprendedores, en algunos casos usó la mascarilla, pero él mismo posteó una imagen en la aparece consumiendo alimentos y con una amplia sonrisa.
“La Revolución de la Esperanza es insuperable en el corazón del pueblo de Honduras”, escribió en sus redes sociales el diputado y también comunicador.
Además de liberales y nacionalistas, la precandidata de Libertad y Refundación Xiomara Castro de Zelaya desarrolló una concentración en el municipio de El Manto, Juticalpa, Olancho, tampoco hubo el seguimiento a las medidas de bioseguridad, incluso la misma Xiomara optó por quitarse la mascarilla cuando discursaba frente a sus simpatizantes y cubrir con ella el micrófono con el que se dirigía a la nutrida concurrencia.
Mientras el presidenciable liberal Yani Rosenthal también se deja ver en una fotografía con miembros de su dirigencia, todos con mascarilla, pero, pegados el uno con el otro. El distanciamiento no existe en su reunión.
Otro de los políticos que se sumó a la rutina de concentraciones sin las debidas medidas de bioseguridad fue, el periodista y precandidato presidencial por el Partido Nueva Ruta, Esdras Amado López. Quien visitó Choluteca, en la zona sur de Honduras.
Advertencias no escuchadas
Todas estas, entre otras actividades se han dado aun cuando los expertos de la salud, han venido insistiendo en que las medidas de bioseguridad deben continuar porque los contagios no se han reducido.
Sesiones virtuales, campañas presenciales
Incluso, para continuar con su actividad legislativa, el pasado 2 de abril, el Congreso, no dudó en reformar la Ley Orgánica para sesionar de manera virtual, debido a la llegada de pandemia en Honduras. Además una ley de uso permanente de la mascarilla se aprobó.
Y es que, avanza el contagio, avanzan las campañas políticas, mientras en el Legislativo se estacionan las reformas electorales, así como las medidas de bioseguridad para contrarrestar los embates del coronavirus.
Que sean concentraciones virtuales
A juicio de la experta en epidemiología y exministra de Salud, Elsa Palou, estas concentraciones políticas, solo muestran la aglomeración de personas, una clara promoción del contagio, por ende, no se debe descuidar que se está cerca de una segunda oleada del COVID-19, advirtió.
En tal sentido, la galena propone que las concentraciones políticas deberían desarrollarse de manera virtual, esa es una modalidad que ya se practica en otros países que están siendo golpeados fuertemente por la pandemia, “porque el uso de la mascarilla es importante, pero sin el distanciamiento poco sirve para evitar el contagio”, advirtió.
Ha quedado evidenciado que no se cumple con el distanciamiento –dice Palou-, y no todas las personas andan su mascarilla y en un determinado caso, los políticos deberían proporcionar los insumos de protección personal para quienes participen de estas actividades.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades a tomar decisiones oportunas para evitar que se descontrole el contagio, porque con esas concentraciones nos puede venir algo peor de lo que hemos estado viviendo en Honduras, no es correcto que se hagan esas grandes concentraciones; concluyó
Sinager es el llamado a vigilar
Pero desde el CNE, poco o nada se puede o quiere hacer para poder frenar las actividades políticas. El concejal Kelvin Aguirre, asegura que esta es una tarea del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos porque legalmente los partidos políticos están autorizados desde que se realizó la convocatoria a elecciones.
No obstante, el funcionario dijo que por la pandemia, es de estricto cumplimiento que todos los partidos políticos puedan cumplir con las medidas de bioseguridad para evitar que se pueda propagar el COVID-19 en el desarrollo de sus actividades.
Según Aguirre, es Sinager junto a la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y la Secretaría de Salud (Sesal) quienes tienen que ser garantes de un equilibrio del derecho a la salud y político “ellos tienen que hacer que se cumpla con todas las medidas de bioseguridad y que no haya aglomeraciones”.
“No hay forma de que el CNE pueda aplicar sanciones, pero lo que sí estamos trabajando es un protocolo de bioseguridad para el desarrollo de las elecciones primarias para que todos los hondureños puedan participar en la fiesta cívica”, concluyó Aguirre.
Evidencian afán e improvisación
El analista Filadelfo Martínez, conjeturó que las campañas de los candidatos durante la pandemia evidencian el afán, desesperación y la improvisación de estos por tener posiciones políticas desconociendo la emergencia sanitaria que impera en el país.
“Evidencia su afán de correr y tener una posición política que les permita negociar en condiciones favorables con los partidos que controlan el sistema político hondureño”, comentó.
Señaló que los candidatos de todos los partidos políticos no tienen diferencias al momento de buscar el voto mediante campañas electorales.
Martínez reprochó que los políticos, ven al votante como “un pobre que necesita del político para recibir una miserable ración de comida y no como un ciudadano que tiene la oportunidad de discutir los problemas del país y tiene la responsabilidad civil”.
Igualmente, declaró que los asistentes en las concentraciones políticas son personas pobres que aspiran a tener un trabajo político y recibir beneficios.(JP)