Catacamas – La arqueología hondureña dio otro gran paso en su camino para presentar a los nacionales y el mundo el rico patrimonio histórico que tiene el país, al divulgar las primeras piezas extraídas de la zona de La Mosquitia y que es conocida como Kaha Kamasa (Ciudad Blanca, en misquito).
– La mítica Ciudad Blanca fue descubierta por la revista National Geographic y la Universidad de Colorado.
– El presidente Juan Orlando Hernández mostró los primeros hallazgos
Kaha Kamasa está destinada a convertirse en el nuevo parque arqueológico del país, tras Copán que refleja la cultura Maya, luego que expertos y científicos de la prestigiosa e influyente revista National Geographic y la Universidad de Colorado descubrieran una ciudad y una civilización precolombina en la zona de La Mosquitia y que responde a lo que tradicionalmente los hondureños conocemos como la “Ciudad Blanca”.

La apertura y muestra al público de los vestigios de Kaha Kamasa representa un hito en la historiografía y la arqueología hondureña, ya que tras Copán, el país no había conocido de la magnitud y alcance de otra civilización precolombina que registrará sus avances en obras de piedra.
La presentación estuvo encabezada por el presidente Juan Orlando Hernández, así como parte de su equipo ministerial, como científicos de la Universidad de Colorado y el representante de National Geographic, el arqueólogo Chris Fisher.
También estuvieron delegados del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
En la presentación se mostraron dos piezas que fueron extraídas de la selva de La Mosquitia y que forman parte de un lote de màs de 60 que fueron retiradas por los especialistas para su estudio y que luego pasarán a formar parte de un museo antropológico.

El gobernante presentó un vaso ritual y un objeto en forma de metate (piedra para moler maíz), pero que podría ser una silla para gente de clase alta.
Sitio de extracción
Las primeras piezas fueron extraídas del sitio designado inicialmente por los arqueólogos como T1, pero que el presidente Hernández bautizó este martes como Ciudad del Jaguar, porque la cabeza de este felino figura en una de las piezas encontradas.
Kaha Kamasa es una región metropolitana en la que se ha encontrado una variedad de pequeñas ciudades, según explicaron los especialistas.
“Estas dos piezas son para que el mundo comience a ver lo que es esta civilización y empiece a soñar lo que va a ocurrir en dos, diez, cincuenta o bien 200 años”, destacó el mandatario hondureño en su intervención que se hizo ante la prensa en el aeropuerto de El Aguacate, cerca de Catacamas.

Una cultura diferente y antigua
El representante de National Geographic relató que el vaso ritual de la Ciudad del Jaguar data del período 1000 a 1500 años después de Cristo.
Fischer agradeció al presidente Hernández por darle a National Geographic la oportunidad de investigar la Ciudad del Jaguar y remarcó que de esta forma se ha atraído la atención mundial hacia el país y La Mosquitia.
“Tenemos una responsabilidad global para proteger esta gema”, aseguró.
Explicó que la segunda pieza extraída consiste en un metate o bien una silla para gente de clase alta, que representa la combinación de una persona y un jaguar.
Por su lado el director del IHAH, Virgilio Paredes, dijo que Kaha Kamasa o “Ciudad Blanca” podría ser cuatro veces más grande que el territorio que ocupa Copán Ruinas.

Paredes también informó que, “inicialmente, aquí en El Aguacate se ha hecho un laboratorio temporal de las dos piezas del T1, de la Ciudad del Jaguar”.
Los otros dos sitios, “el T2 y el T3, no sabemos qué nombre van a tener porque no sabemos lo que encontraremos”, acotó.
Desde el centro de investigación en el aeródromo de El Aguacate se enviarán las siguientes misiones de exploración a la Ciudad Blanca.
Arqueólogos hondureños y estadounidenses que examinaron anteriormente el sitio arqueológico encontraron piezas, movimiento de tierra, montículos y una pirámide de tierra que pertenecen a una cultura que floreció hace siglos y luego desapareció.

También se descubrió una buena cantidad de esculturas de piedra que había permanecido intacta desde que la ciudad fue abandonada.