Tegucigalpa – La socióloga Julieta Castellanos advirtió que los recientes escándalos de corrupción que involucran a diputados del oficialismo reflejan un profundo deterioro institucional y una peligrosa concentración del poder en el entorno del Partido Libertad y Refundación (Libre).
– “Corrupción en Libre revela debilitamiento institucional y concentración del poder”, remarcó la exrectora de la UNAH.
En sus declaraciones ofrecidas a medios, Castellanos aseguró que el caso de la conversación filtrada entre un funcionario y una diputada del Congreso Nacional, junto con la revelación del uso de fondos públicos para la campaña de Libre, evidencia el uso clientelista de los recursos del Estado en beneficio de una estructura política muy cerrada.
Según la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), ambos hechos —la conversación filtrada y los datos sobre financiamiento electoral— surgieron de forma casi simultánea y en un momento político particularmente delicado para Libre.
“Se suma al caso Koriún, que quedó en completa opacidad, y al narcovideo del año pasado, donde se evidencian presuntos vínculos de la familia presidencial con el crimen organizado desde los orígenes del partido en 2013”, señaló.
Uno de los hallazgos más preocupantes, de acuerdo con Castellanos, es la concentración de fondos en manos de una élite parlamentaria cercana al Ejecutivo. “Los datos muestran que la diputada Cuéllar es quien más fondos gestionó, empleó y distribuyó, lo que confirma su cercanía con la familia presidencial, con la presidencia del Congreso Nacional y con la cúpula del partido”, detalló. “Junto a ella, miembros de la junta directiva del Congreso —especialmente de Santa Bárbara, Francisco Morazán y Cortés— habrían gestionado más de 20 millones de lempiras en este período de gobierno”.
Castellanos también cuestionó el uso de programas como las becas estudiantiles, que fueron canalizadas por diputados en lugar de por la Secretaría de Educación. “Es evidente que se buscó evitar los requisitos técnicos y académicos, utilizando una secretaría de carácter político para repartir estos recursos. Lo más grave es que se ha denunciado que muchos de los jóvenes beneficiarios eran forzados a trabajar en call centers del gobierno, enviando mensajes ofensivos a diario, bajo amenaza de perder la beca”, explicó.
Para Castellanos, esta práctica constituye una forma de corrupción juvenil y manipulación política. “Es un mecanismo perverso que corrompe no solo a los jóvenes, sino también a sus familias, al vincular el acceso a un derecho como la educación con tareas propagandísticas”, denunció.
La socióloga fue tajante al afirmar que el oficialismo no puede justificar esta situación como una persecución política. “Ni el narcovideo ni estas filtraciones vinieron de afuera. Este daño al partido vino desde adentro. Y a cinco meses de las elecciones, Libre corre el riesgo de perder el respaldo del voto independiente que creyó en un cambio y en una lucha auténtica contra la corrupción”, advirtió.
Castellanos puntualizó que, si el partido de gobierno opta por guardar silencio frente a estos casos, “perderá uno de sus principales ejes discursivos de campaña” y su credibilidad frente al electorado quedará profundamente erosionada.LB