Tegucigalpa – El hondureño Juan Ramón Matta, quien desde 1990 cumple cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico, pidió hoy al Gobierno de su país que solicite a EEUU su extradición, tras estar 31 años preso en esa nación.
«Tengo 31 años en prisión, y es mucho lo que he estado en la cárcel. Tomando en cuenta que ahora hay un tratado de extradición y como yo no fui llevado por la ley, pueden pedir una poca de consideración y pedirme que me vaya para mi país», dijo Matta vía teléfono desde una cárcel de Estados Unidos.
En entrevista con el programa Frente a Frente de la Corporación Televicentro en Tegucigalpa, Matta indicó que Honduras tiene el «deber» de pedir a EEUU su extradición.
«Si el gobierno de Honduras habla con el Gobierno de Estados Unidos y dice que fui detenido ilegalmente seré liberado y si me encarcelan en Honduras lo aceptaré», subrayó.
Señaló que en abril de 1988 durante el Gobierno que presidía José Azcona, ya fallecido, fue entregado «miserablemente» a Estados Unidos por su presunta responsabilidad en la muerte del agente antidrogas Enrique Camarena, por cuyo crimen la Justicia estadounidense le retiró los cargos tras comprobar su inocencia.
«Hace tres años gané el caso y la fiscalía (de EE.UU.) quería hacerme otro nuevo caso, pero ya se rindió porque no hay evidencias, todo ha sido una mentira, una falsedad», subrayó Matta, quien fue interceptado por autoridades locales y agentes de la DEA cuando regresaba a su casa de hacer ejercicio en una zona residencial.
Destacó que ha «sufrido una barbaridad» en Estados Unidos, seguirá «luchando» para recuperar su libertad y aseguró que no siente «resentimiento con nadie en Honduras».
«Pienso que lo que me hicieron a mí ya pasó, se murió ese viejo de Azcona (expresidente), el otro zángano de (Humberto) Regalado Hernández (exjefe de las fuerzas armadas de Honduras), se prestaron para venderme a mí, esos zánganos coroneles y tenientes que paguen lo que han hecho cometieron el delito más grave que es un secuestro», explicó.
Insistió en que las autoridades hondureñas lo entregaron «ilegalmente a un país extranjero, amarrado, encadenado, torturado, no tuve consideración, si me hubieran enjuiciado en Honduras no hubiera sido extraditado».
Sobre los supuestos nexos con el fallecido capo del narcotráfico colombiano Pablo Escobar, Matta aseguró que «en ningún momento» tuvo relación con «ningún cartel, ni con Pablo Escobar, no sé por qué siguen diciendo mentiras».
«Cómo me relacionan con una persona que hizo tanto daño, que mató niños y mujeres, hay que ser consciente y justo», dijo Matta, quien señaló que se ha «entregado a Cristo» y solo quiere «recibir lo que me corresponde como ser humano y hondureño».
«Todo lo que pasa en las series es falso, yo tengo los papeles de los testigos falsos que mintieron, me pusieron seis testigos de Colombia y todos mintieron», enfatizó.
Matta había regresado a Honduras después de protagonizar una fuga espectacular de una cárcel de Colombia. En 1977 también se le involucró en la muerte violenta de un matrimonio en Tegucigalpa.
Dijo además que durante cinco años vivió con su familia en España tras conocer que lo querían «secuestrar en Colombia», y afirmó que en la policía española le «fabricaron mentiras que ya les descubrimos, si algún día quieren verlas pues yo se las muestro».
El hondureño aseguró que así como demostró su inocencia en el asesinato del agente antidrogas, seguirá «alegando que soy inocente porque nunca en mi vida he agarrado ni lo que se llama una migaja de droga, de ninguna clase».
«No sé por qué me dicen narcotraficante si nunca se me ha agarrado ni un gramo ni de cocaína ni de marihuana, ni de nada. Sin embargo, esa es la fama que tengo. Todos los libros, noticias, dicen eso, los tengo reunidos todos para cuando yo salga, si es que Dios me da licencia de salir», agregó.
Matta no negó haber acumulado miles de dólares, pero sí que ese dinero haya sido producto del narcotráfico.
«Yo había hecho mucho dinero porque trabajaba duramente, pero no solo con droga se puede ganar mucho dinero. Era un hombre muy comerciante. Trabajaba comprando ganado, vendiendo propiedades, arreglando propiedades», explicó Juan Ramón Matta.