Tegucigalpa – La directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, consideró este lunes que las elecciones generales se celebran bajo la medida del estado de excepción es llamar libertad a un silencio forzado.
A través de su cuenta de red social “X”, se refirió a una nueva prórroga del estado de excepción parcial que abarca las elecciones generales y que se ha convertido en algo rutinario.
“Pretender una fiesta democrática bajo un régimen que limita derechos fundamentales. Es como llamar libertad al silencio forzado, participación al miedo y soberanía a la obediencia de una chanfaina jurídica”, posteó Castellanos.
Lamentó que la justificación de la “familia real”, refiriéndose a la familia presidencial, de extender el estado de excepción parcial sea la misma que de combatir la extorsión, homicidios y narcotráfico.
Castellanos señaló que la implementación del estado de excepción ha sido un instrumento útil para el gobierno y no para la población, y que le ha servido al primero para mostrar músculo y no en resolver las causas estructurales que generan violencia.
Puntualizó que el estado de excepción ha neutralizado reclamos sociales y no estructuras criminales, ha debilitado a la ciudadanía y no al crimen organizado.
La directora del CNA subrayó que organizaciones de derechos humanos, colectivos ciudadanos y defensores han reiterado una advertencia tan básica como urgente “no puede haber democracia si se gobierna con suspensión de garantías”.
Aseveró que el estado de excepción es la máscara perfecta de este socialismo periférico indicando que es una herramienta para domesticar pobres y no para liberar pueblos.
Alertó que bajo estas medidas, las élites izquierdosas aseguran su dominio político mientras los sectores vulnerables sufren el descontrol policial sin ver mejoras reales en sus condiciones de vida.
Castellanos enfatizó que la violencia se combate con justicia social, no con decretos interminables, la extorsión se reduce con empleo digno y no con patrullajes mediáticos, el narcotráfico se enfrenta con políticas redistributivas, y no con espectáculos de operativos, ni haciéndose ciegos con narcovideos.
“Llamar “elecciones libres” a un proceso celebrado bajo estado de excepción es una farsa de manual”, reprochó.
Sostuvo que Honduras no necesita más prórrogas de excepcionalidad; necesita un Estado capaz de garantizar derechos sin suspenderlos, un sistema político que no confunda control con gobernabilidad, y un gobierno que entienda que la seguridad no es una coartada sino una obligación.
No se puede construir democracia ni justicia social desde la lógica del miedo, no se puede invocar al pueblo mientras se le restringe, y que no se puede reconstruir el país cuando la legalidad misma se vuelve herramienta para fragilizarlo, reflexionó.
¿Qué clase de democracia nace en un país donde los ciudadanos van a votar con sus derechos suspendidos?, se preguntó al cerrar su mensaje. AG









