Tegucigalpa/Washington – Al filo de la 2.10 de la tarde de este jueves, hora de Washington, dio inicio la audiencia “Democracia en peligro: la lucha por elecciones libres en Honduras” por parte de Subcomité sobre el Hemisferio Occidental del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
+ Hace 16 años los militares le salvaron la vida al país, hoy deben estar haciendo lo mismo: María Elvira Salazar.
En el uso de la palabra, la presidenta del subcomité Hemisferio Occidental del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, María Elvira Salazar, dijo que “este subcomité le envía un mensaje claro a las Fuerzas Armadas, respaldado este mensaje por el Departamento de Estado y por la administración del presidente Donald Trump, que Honduras tiene que celebrar elecciones libres, justas y transparentes sin intimidación, sin colectivos, sin actas robadas y sin interferencia extranjera. Los Estados Unidos tienen puestos sus ojos este 30 de noviembre en Honduras”.
Desglosó que el 30 de noviembre Honduras no sólo elige a un nuevo presidente, también decide si cae en las garras del comunismo, “ese día el país no va a votar por un nombre, sino por un futuro. La responsabilidad de este Congreso es velar porque en Honduras prevalezca la libertad y la democracia”.
Destacó que más de 1 millón de hondureños viven en EEUU, la mayoría son gente buena y trabajadora, creyente y respetuosa de la ley, que ha sufrido por una clase política que no los ha tratado bien desde hace mucho tiempo.
Señaló que gracias a la ideología tóxica que la presidenta hondureña Xiomara Castro el país ha sido empujado a un abismo económico. “Ella le abrió la puerta a la ideología comunista de China y hasta ha dicho que podría entregarle la base aérea de Palmerola que es una instalación militar estadounidense, la más importante en América Latina; segundo, rompió relaciones con la democrática Taiwán para congraciarse con Beiging; tercero, condecoró a otro tirano, a otro bandido, Nicolás Maduro con la más alta distinción civil, la orden de Francisco Morazán, quien debe estar revolcandose en la tumba después de esto pasó; y cuarto, llenó al país de espías cubanos disfrazados de médicos, maestros y sicólogos”, señaló.
Citó que a 10 días de elecciones el país está en manos de tres candidatos: Nasry Asfura, Salvador Nasralla y Rixi Moncada, la última heredera del proyecto socialista seleccionado por la señora Xiomara Castro.
Cuestionamiento a candidata de Libre
Cuestionó que Rixi Moncada ha manifestado que Cuba es una democracia y que convertirá a Honduras en el próximo paraíso caribeño. En ese momento mostró una fotografía ampliada como luce en ruinas la capital cubana de La Habana.
“Yo no les estoy diciendo a nadie cómo tienen que votar, lo único que les estoy diciendo es que no elijan a un comunista porque el comunismo es fantástico en la teoría y terrible en la práctica. Los venezolanos ignoraron esta advertencia hace 25 años y ni siquiera tener las mayores reservas del petróleo los han podido salvar de la catástrofe que vive Venezuela en este momento”, expresó.
Salazar reprochó que las FFAA, la institución más poderosa del país, está exigiendo acceso directo a la información privada de los votantes, “pero de cuando acá los militares tienen que estar contando votos. Este no es el mismo Ejército que Honduras se sienta orgullosa por más de 100 años”.
Reflexionó que en 2009 los militares salvador la vida al país cuando derrocaron al presidente Manuel Zelaya, “pues hoy 16 años después deben estar haciendo lo mismo”.

Demócrata crítica ausencia de Trump en situación de Honduras
Seguidamente, el congresista demócrata de Texas, Joaquín Castro, comentó que es la primera audiencia que realiza el subcomité de la Cámara de Representante sobre temas del hemisferio occidental.
Expuso que el presidente Donald Trump los está orillando al borde de una guerra con Venezuela sin el consentimiento de la población, ha ejecutado asesinatos extrajudiciales en el Pacífico y Caribe, operaciones anti narcotráfico con Colombia, detenciones masivas en El Salvador, manifestaciones contra México y cancelaciones de programas sin audiencias transparente y veeduría.
Añadió que a 11 meses de ser electo el nuevo Congreso de EEUU no ha habido audiencia presupuestaria y que un oficial explique las prioridades para América Latina, el Caribe y la región.
Castro denunció que la administración de los republicanos se rehúsa a probar y proveer un testigo republicano para esta presidencia y que es improcedente y demuestra la secretividad la audiencia de Trump.
Instó a que haya audiencias públicas con testigos para ver los temas en el hemisferio occidental y respalda cualquier petición para obligar que la administración de Trump testifique y el pueblo de EEUU merece lo que el gobierno esté haciendo
También expresó su preocupación por la situación del proceso electoral de Honduras ya que sus pobladores tienen cero confianza en la institucionalidad.
Señaló que los tres principales candidatos presidenciales están a poco porcentaje de diferencia, y que no han confiado en el proceso ni respetarán los resultados de las elecciones generales.
Castro admitió que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se encuentra en una encrucijada, sin suficientes recursos y con una presión política intensa de varios partidos.
Recordó que en 2022, el gobierno hondureño declaró esta de emergencia de excepción en la que restringía procesos debidos, habilidad de sociedad civil actuar de forma libre e independiente.
Indicó que ha habido altos niveles de violencia e intimidación contra candidatos y líderes de la sociedad civil que socava la confianza sobre los resultados electorales.
El congresista demócrata insistió en la falta de pronunciamiento del gobierno de Trump.
También memorizó el cierre de los programas de Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) que cortaron el financiamiento a organizaciones que pudieron prever de la crisis en las elecciones primarias y proveer transparencia.
Criticó la ausencia de un pronunciamiento de la administración de Trump sobre la situación en Honduras, y que haya tenido que esperar hasta la semana pasada a través del subsecretario Christopher Landau.
Castro destacó que la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea envíen observadores electorales a Honduras.
Instó al gobierno de Honduras que provea la transparencia y libertad para llevar a cabo su trabajo y haya una presencia robusta de la sociedad civil para mantener la transparencia, respete la independencia del CNE y cuando haya elecciones las autoridades dejen conocer los resultados sin ningún retraso.
Puntualizó que los hondureños tienen el derecho de elegir a sus autoridades, sea de derecha o de izquierda, siempre que deje que EEUU y la comunidad internacional puedan elevar sus voces y apoyarlos en sus decisiones.

Xiomara Castro institucionalizó el gobierno en una ideología de izquierda
El primer testigo fue el exembajador de EEUU en la OEA, Carlos Trujillo, quien recordó que cuando Xiomara Castro fue electa presidenta de Honduras, muchos le dieron la bienvenida como la voz del cambio, pero que la realidad ha sido distinta.
Manifestó que la administración de Castro ha institucionalizado al gobierno basándose en una ideología de izquierda extrema y ha expresado afinidad a regímenes totalitario, entre ellos como Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Trujillo comentó que en los primeros meses progresaba había problemas con la dirección del nuevo gobierno tras eliminar la relación diplomática con Taiwán y reconocer a China.
Añadió que la mandataria hondureña no ha recibido al nuevo embajador de Israel por más de un año y medio, ha organizado “grupos de matones” que fueron fundados por el gobierno para influenciar episodios de tensión, violencia e intimidar a las autoridades electorales.
El diplomático indicó que muchos funcionarios han renunciado de sus cargos al gobierno por tener diferencias de opinión como Edmundo Orellana (exministro de Transparencia).
Mencionó que las organizaciones de sociedad civil y observadores expresaron preocupaciones por irregularidades y atrasos al contratar servicios esenciales para las elecciones generales.
Señaló que se ha intensificado las tensiones entre el Poder Ejecutivo y el CNE en la que la consejera Cossette López ha recibido presiones para obligarla a dimitir de su cargo.
Expuso que la presidenta del CNE, Ana Paola Hall, también ha recibido muchas amenazas y advirtió que podrían potenciales problemas contra las autoridades electorales, que va alineado con los intereses gubernamentales.
Trujillo exteriorizó que el gobierno canceló el tratado de extradición con EEUU, pero que se reinstituyó y que se pregunta el motivo del porqué de la determinación.
También cuestionó a las Fuerzas Armadas por querer involucrarse más allá en el proceso electoral, y que las maniobras del Congreso Nacional tampoco pueden ser ignoradas.
Enfatizó que Honduras ha estado en un estado de excepción por dos años, y que los derechos de los ciudadanos han sido suspendidos y que el presidente del CN, Luis Redondo, aprovecha para no realizar sesiones y decidir e instalar una Comisión Permanente por nueve diputados oficialistas.
Aseveró que el rol del Ministerio Público está a debate por la alerta que el Fiscal General, Johel Zelaya, sea el sobrino de la candidata oficialista Rixi Moncada y tome decisiones para favorecerla y emitir requerimientos contra autoridades electorales.
Sostuvo que la administración de Trump quiere fortalecer la transparencia en Honduras, y que Washington sigue teniendo influencia, pero no descarta que puede haber problemas en sus propósitos.

Una elección creíble es esencial
La directora regional para América y El Caribe del Instituto Nacional Demócrata, Deborah Ullmer manifestó que en solo 10 días Honduras se presenta a elecciones y sabemos que los resultados podrían tener consecuencias más allá de sus fronteras.
En ese sentido, dijo que el voto determinará mucho más de quien gane las elecciones y gobernará Honduras, sino que moldearán la estabilidad del país y los intereses estratégicos entre Estados Unidos y Centroamérica.
Sostuvo que una elección creíble en Honduras es esencial para evitar arrastrarlos a una inestabilidad política más profunda, esto va más allá de disputas electorales que podrían catalizar problemas, por lo que esto es más profundo que un liderazgo que asuma su oficio sin un mandato legítimo podría socavar la veeduría pública, la confianza de los ciudadanos y socavaría la estabilidad del gobierno.
Indicó que Washington tiene buenas razones para que esto les importe, ya que Honduras es un punto principal para la ruta de la cocaína que de Sudamérica llega a los Estados Unidos, los problemas políticos podrían convertir este problema en algo peor.
El país también sostiene la base Soto Cano, un lugar clave para las operaciones entre Estados Unidos y Centroamérica y más de 200 compañías operando en Honduras y que esta inestabilidad podría poner en riesgo sus inversiones estadounidenses, señaló.
Agregó que la estabilidad de Honduras le importa a la seguridad estadounidense, los intereses económicos y la vida de cientos de miles de familias que tienen que ver con ambos países.
“Hay muy poca confianza en el gobierno de Honduras arraigado desde el golpe de Estado de 2009 y de la reelección presidencial de 2017 cuando las alegaciones de fraude terminaron en violencia, las nuevas encuestas muestran inestabilidad y las elecciones internas tuvo muchos problemas en salvaguardar las boletas y las DNI también denuncias retenciones lo que genera y profundiza la crisis, el CNE necesita de la colaboración sería de todos los actores políticos incluyendo a las Fuerzas Armadas que deben de garantizar la alternabilidad en el poder de forma ordenada”, argumentó.
Recomendó que al Congreso hondureño continuar alzando su voz para que se realicen elecciones transparentes y limpias, con enunciados públicos, que el gobierno de Estados Unidos mantenga una colaboración con la Organización de Estados Americanos para sostener esfuerzos de diálogo, los Estados Unidos debe de garantizar observadores en el proceso electoral.









