Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – La economía hondureña continuará su recuperación tras la caída del 2020 por la pandemia, pero la misma estará condicionada por las “incertidumbres asociadas al proceso electoral” de noviembre próximo y que dará lugar a un nuevo gobierno en enero del 2022, estimó análisis económico de Copades.
– Remesas y sector externo, los motores del crecimiento económico para el 2022.
– Servicio de la deuda pública representa el 55% de los ingresos.
En una disertación ante integrantes e invitados de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA), el experto Ramón Medina Luna, anticipó que desde el punto de vista de producción, todos los sectores de la economía hondureña “registrarán tasas de crecimiento positivas” el presente 2021 y el próximo año.
De acuerdo a la presentación de Medina Luna de Consultores para el Desarrollo (Copades), además de la incertidumbre electoral, otro de los desafíos que enfrentará la economía hondureña el 2022 es que el desempleo que continuará alto, ya que se prevé que “se recuperen los puestos de trabajo asalariado que se perdieron el 2020” tras la aparición de la pandemia del COVID-19 y las consecuentes medidas del cierre de actividades para contener la expansión del virus que decretó en su momento el gobierno.
El documento “La Recuperación económica de Honduras: proyecciones a 2022” de Copades establece que el 48 % de los trabajadores están en el sector informal y el desempleo abierto pasó del 6 % del 2019 hasta casi el 12 % el 2020 y se espera que se mantengan los mismos niveles este 2020 y el próximo año.
Medina Luna, un reputado experto, quien además se desempeñó como ministro de Economía en la década de los 90 y miembro del Gabinete Económico en la administración de Ricardo Maduro (2002-2006), señaló que la economía crecerá este año 4.1 % y para el 2022 proyecta un alza del 4.6 %, impulsada especialmente por la recuperación del consumo y al relajamiento del confinamiento de la pandemia que permitió el retorno al trabajo.
Remesas y exportaciones, viento favorable
La economía hondureña tendrá crecimiento gracias al viento favorable que tendrán los sectores de remesas y exportaciones que serán las locomotoras de la recuperación.
El sector externo crecerá entre el 7-9 % en el periodo de dos años, motivado por los buenos precios del café en los mercados internacionales, así como la “fuerte reactivación de la maquila”.
Justamente la maquila ha sido una de las pioneras de la recuperación y ya redimió casi todos los empleos que se suspendieron o se perdieron el 2020.
En cuanto a las importaciones, Medina Luna establece que tendrán un crecimiento del 10%, superior a las exportaciones, lo que deteriora la balanza comercial, pero la misma será compensada por el extraordinario crecimiento de las remesas familiares y otros influjos menores, incluyendo la inversión extranjera directa y el financiamiento externo, lo que permitirá que se mantenga un balance positivo en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos
Sector financiero
En el apartado financiero se espera que continúe la liquidez bancaria, aunque a un ritmo menor que el 2020 y el actual año, ya que se prevé un elevamiento de las tasas de crédito en un rango de 7-8 %.
Lo anterior obligará al sistema financiero a que mantenga sus niveles de rentabilidad por la vía de reducción de costos, la que hasta el presente ha sido a través de las reducciones de las tasas de ahorro y la ampliación en las inversiones en liquidez en instrumentos financieros.
Pero también se espera que el 2022 la rentabilidad del sistema bancario sea reforzada por el alza, aunque débil, en la demanda de crédito por la reactivación económica.
En dicho contexto, el Copades proyecta que las tasas de interés activas se mantengan en el nivel promedio de los últimos dos años que es el 13 % y que la pasiva se estabilice un poco más arriba del 4 %, ya que se “traspasó el piso que impone la inflación”.
Se espera que la tasa activa en moneda extranjera reporte una leve tendencia al alza ante una demanda en aumento de recursos en dólares “impulsada por la apreciación del lempira”.
Deuda creciente
En cuanto al sector público, el estudio señala que los incrementos de déficits fiscales del 6.9 el 2020, 6.7 el presente año y 6.6 el 2022, han inducido a un amplio endeudamiento público que para el presente año será superior a los 15 mil millones de dólares y el próximo será mayor a los 17 mil millones de dólares, llegando a representar casi el 60 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Lo anterior ha llevado a que el servicio de la deuda ha llegado a representar casi el 55 % de los ingresos corrientes de la Administración Central del gobierno, lo que al sumarle los sueldos y servicios de personal “superen los montos de los ingresos corrientes”, condenando al gobierno a seguir endeudándose para cubrir las necesidades de educación, salud e inversión real.
(PD)
