Tegucigalpa – Nuevamente las lluvias dejan al descubierto una necesidad crónica para las poblaciones vulnerables del país: albergues que cuenten con las condiciones necesarias para atender a la población afectada por inundaciones, deslizamientos y desbordamiento de ríos y quebradas.
–Cada año, las autoridades educativas se enfrentan al reto de garantizar que la emergencia por lluvias no interrumpa el aprendizaje de los estudiantes del sistema público hondureño.
–Las escuelas han servido históricamente de albergues, pero al ser una situación recurrente, el director de Educación de ASJ destaca que ya es hora de invertir en espacios de protección permanente.
Por décadas, muchos de los centros educativos del país, que en la actualidad oscila entre 17 mil edificios, han sido los espacios donde las autoridades locales han albergado a los hondureños afectados por las lluvias, obligando a la niñez y juventud a dejar de recibir el pan del saber.
Autoridades de educación, así como de la sociedad civil han expresado la necesidad de no interrumpir el aprendizaje de los estudiantes del sistema público hondureño por la emergencia causado especialmente en el sur, centro y occidente por las recientes lluvias.
Escolares fuera de sus centros de enseñanza
Para el caso, el capítulo hondureño de Transparencia Internacional hizo un llamado a las autoridades de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) a que no utilicen las escuelas como albergues -en la medida de lo posible-, pues la educación es un derecho fundamental y un pilar para el desarrollo de las comunidades y el país.
“Normalmente cuando se genera una emergencia determinada, los primeros impactados son los escolares, porque les dicen su escuela está cerrada por que se utilizará como albergue y no siempre se utiliza como albergue, pero las emergencias provocan el cierre de los centros educativos en detrimento de los días de clases”, dijo a Proceso Digital el director de Educación de la ASJ, Marlon Escoto al lamentar que este sea una práctica recurrente.
Para Escoto, quien fue ministro de Educación de 2012 a 2017 y conoce el impacto del cierre de los centros educativos en forma masiva, por eso afirmó que en ciudades como el Distrito Central y regiones como el Valle de Sula deben invertir en espacios de protección de las personas, para que la única opción de albergue no sean las escuelas o colegios.
“Si hay una recurrencia en un evento y sabemos que todos los años habrá inundaciones en algunos sectores de La Lima, Choloma (Cortés) y el Distrito Central (Francisco Morazán) que entran en crisis por las lluvias, hasta el 70 % de las zonas suburbanas de Tegucigalpa tienen estos problemas, entonces ya es tiempo de invertir en albergues permanentes que se activen cuando se den estas situaciones”, enfatizó.
Escoto señaló que además de las emergencias climáticas, los procesos electorales también limitan los días de clases, pues es en las escuelas donde se montan los centros de votación, haciendo más evidente la necesidad de estructuras permanentes.
“Sucede que la democracias se nutren de los procesos electorales, pero si las escuelas son las importantes, hay que asegurarse que estén en buenas condiciones”, dijo al anotar que la disparidad se evidencia cuando para los procesos electorales hay un presupuesto de mil 200 millones de lempiras, incluyendo la impresión de papeletas, mientras que para los textos educativos se asigna unos 330 millones de lempiras.
Derecho a la educación
El llamado a no usar las escuelas como albergues también ha sido lanzado desde la Secretaría de Educación. El ministro Daniel Sponda, pidió tanto a Copeco como a los alcaldes del país que “lo último que se les ocurra es usar de albergue a las escuelas, porque se le suspende el derecho a la educación a los estudiantes”.
Sponda apuntó que sumado a la suspensión de clases, las estructuras y mobiliario de los centros educativos resultan afectadas durante el tiempo que sirven como albergues para damnificados.
(Leer) No usar las escuelas como albergues durante lluvias, pide Sponda
En tal sentido el funcionario aconsejó tomar otras alternativas ante las inundaciones para albergar a los afectados, incluyendo iglesias, centros comunitarios u otros.
Con cada invierno se hace más evidente la necesidad de que es fundamental que las autoridades tomen medidas preventivas y proporcionen soluciones alternativas que permitan a los estudiantes seguir aprendiendo, incluso durante emergencias como las causadas por las lluvias, sin dejar de brindar apoyo a las familias afectadas. VC