Tegucigalpa (Especial Proceso Digital ) – Honduras atraviesa un período de profundas turbulencias, donde la inestabilidad política se entrelaza con desafíos sanitarios que amenazan la vida de su población.
-La interacción entre la crisis política y las amenazas sanitarias ha creado un escenario de vulnerabilidad extrema.
– Más allá de “las emergencias” se trata de políticas públicas que fortalezcan el sistema sanitario que cada día se hunde en medio de una campaña oficial que celebra con bombos el presunto abastecimiento de medicinas, servicios exprés en la distribución de medicamentos, construcción de hospitales y un sin fin de servicios que contrastan con los dramáticos llamados y denuncias de los pacientes y usuarios de la red pública así como el mal estado de los centros de salud y hospitales existentes.
La crisis política, arraigada en años de corrupción, desigualdad y polarización, se ha visto agravada por un brote de COVID-19 y el resurgimiento de enfermedades prevenibles como el sarampión. Todo ello en medio de un sistema sanitario sin respuestas claras.
La polarización política, combinada con una economía vulnerable -donde más del 70% de la población vive bajo el umbral de la pobreza- crea un caldo de cultivo para el descontento social.
Paralelamente a la crisis política, Honduras enfrenta desafíos sanitarios que han puesto a prueba su precario sistema de salud. Un nuevo brote de COVID-19 y la alerta sanitaria por Sarampión encienden las alarmas entre la población que no ve más que polarización y amenazas a su alrededor.

Virus no entienden de política
Estas enfermedades infecciosas que aparecen cada cierto tiempo y otras que se habían eliminado y que han vuelto, como la tosferina, el sarampión, merecen toda la atención. No se pueden subestimar porque no sólo causan daño personal a los afectados, sino que recargan al sistema de salud. Y los virus no entienden de política, dijo a Proceso Digital la doctora Reina Durón, directora del Observatorio de la COVID-19 de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec).
La doctora y académica señaló que los virus infectan y hospitalizan, enferman y matan gente. Entonces estos temas de salud se tienen que abordar con la seriedad necesaria por las autoridades de salud y también esto obliga a mejorar la vigilancia epidemiológica en el país. La vigilancia epidemiológica es para conocer nuestra estadística nacional y poder tener estrategias para poder contrarrestar las epidemias y los contagios.
Lamentó que cuando surgen escándalos y crisis política se desatienden muchos otros temas. “Es una característica en nuestro país y eso no es bueno”, expresó.
A esta crisis se suma la amenaza del sarampión, una enfermedad prevenible que ha resurgido debido a la caída en las tasas de vacunación, agregó.

Cóctel de virus
Actualmente se debe tener una campaña de orientación en salud para la población porque ahora reapareció el sarampión, reapareció la tosferina, enfermedades que son prevenibles con la vacunación tradicional y ya en otras partes del mundo ha habido resurgimiento de casos de poliomielitis, comentó la especialista.
Acotó que simultáneamente el país enfrenta un nuevo brote de COVID-19 y su variante Omicron.
Hay otro virus del cual ya están hablando los especialistas en epidemiología en otros países y es la fiebre amarilla, ilustró.
Este es un virus que en el siglo pasado causó una gran mortalidad y ahora con los viajes y la internacionalidad pues es muy fácil que un virus hoy esté en un país y mañana en otro. Es un ejemplo de otras de las enfermedades que hay que tener en el radar, zanjó.
En Honduras las campañas de vacunación enfrentan, además, la inseguridad para el personal médico que se expone a una creciente ola de delincuencia que amenaza la vida del personal sanitario, tal y como ocurrió en las últimas semanas con una pareja de médicos que vacunaba niños en una zona montañosa de Catacamas, Olancho, la tierra de donde es originaria la familia presidencial y que se ve sumergida en una espiral de violencia extrema y actividades de criminalidad organizada. Además de ser asaltados, atados estos médicos fueron golpeados.
El gremio médico demanda el cumplimiento de sus demandas laborales rezagadas en lo que va de la administración Castro dijo el presidente del Colegio Médico Samuel Santos, quien además expuso las condiciones por debajo de los derechos en que laboran los galenos en varias instancias públicas.

Requisitos para viajeros
En entrevista con Proceso Digital el director del Instituto Nacional de Migración (INM), Wilson Paz, confirmó que el gobierno determinó exigir como requisito de viaje la vacuna contra el sarampión a hondureños entre uno y 10 años que viajen a país con botes de esta enfermedad.
Enumeró que entre los países con botes se encuentran: Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, Belice, Brasil, Perú, Bolivia, Yemen, India, Pakistán, Kazajistán, Afganistán, Etiopía, Rumanía, Nigeria e Indonesia.
Todos los hondureños que viajen a esos países y tengan una edad entre uno y 10 años deberán contar con la vacuna para poder salir del país.
La vacuna no se pide a las personas que ingresen a Honduras, ni a los hondureños que viajan por vía terrestre, explicó.
Ponderó que la anterior medida es temporal, es decir, que no será un requisito permanente de viaje y solo se solicita para viajeros a países con brotes de sarampión.

Vacunación masiva
De su parte, el infectólogo hondureño Tito Alvarado, dijo a Proceso Digital que gran parte de las amenazas de virus que actualmente enfrentamos como país se solucionan con vacunación masiva.
Consideró que las distintas vacunas se están ofreciendo, pero es la población la que se resiste a completar los distintos esquemas de vacunación. No existe educación sanitaria para la población.
La población debe entender y ayudar a combatir las amenazas asistiendo a las jornadas de vacunación, si un adulto no se acuerda si cuenta con la vacuna o no tiene el carnet correspondiente, entonces que se vuelva a vacunar, no hay problema, dijo al referirse a la vacuna contra el sarampión.
Aunque hay vacunas disponibles se le debe prestar atención y vigilar el compartimento del virus que provoca la influenza, alertó el especialista.

Encrucijada
Los expertos consultados por Proceso Digital concluyeron que el país se encuentra en una encrucijada entre la crisis política y la amenaza de varios virus.
La desigualdad social, un factor estructural en Honduras, ha amplificado los impactos de ambas crisis.
Honduras se encuentra en una encrucijada donde la crisis política y las amenazas sanitarias se retroalimentan, profundizando las desigualdades y desafiando la resiliencia de su pueblo. (RO)