Tegucigalpa- Los discursos optimistas de los últimos gobiernos hondureños, particularmente el actual que prometió una refundación han chocado con una realidad cruda y difícil de maquillar: Honduras ha sido clasificada como el país menos próspero de Centroamérica según el Índice de Prosperidad HelloSafe 2025, un estudio internacional que evalúa la situación económica y social de 186 países en el mundo.
-Mientras los últimos gobiernos hondureños insisten en que el país va «por buen camino», el nuevo Índice de Prosperidad HelloSafe 2025 ubica a Honduras entre uno de los 20 más pobres del mundo, junto a naciones en guerra y regiones devastadas por la miseria.
Con una puntuación de 17,33 sobre 100, Honduras no solo queda rezagada frente a sus vecinos centroamericanos, sino que además figura entre los 20 países menos prósperos del planeta. En esta lamentable categoría, comparte espacio con naciones golpeadas por conflictos armados, hambrunas o crisis humanitarias como Mozambique, Yemen, Afganistán y la República Centroafricana.

El estudio, elaborado por la firma mexicana HelloSafe, evalúa seis indicadores clave: PIB per cápita, RNB per cápita, Índice de Desarrollo Humano (IDH), coeficiente de Gini (que mide la desigualdad), calidad de vida y nivel de equidad económica. Todos son rubros en los que Honduras ha mostrado un estancamiento estructural que se ha venido arrastrando por décadas, con especial énfasis en los últimos años.
La coordinadora del Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (OBSAN) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), María Luisa García, en relación con el Índice de Prosperidad HelloSafe 2025, lamentó que el país siga rezagado, lo que se debe a malas políticas de parte de quienes gobiernan.
En conversación con Proceso Digital, advirtió que para hablar del Índice de Prosperidad en el país es necesario primero entender la realidad del Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual, según estimaciones de Naciones Unidas, será de 0.62 para Honduras en 2025, una cifra inferior al promedio regional centroamericano de 0.700.
“La baja en el IDH refleja que seguimos fallando en aspectos fundamentales como una vida larga y saludable, años de escolaridad y un nivel de vida digno. Este último está directamente relacionado con el ingreso nacional bruto per cápita, que muestra cuánto está produciendo cada individuo en edad laboral”, explicó la experta.
El gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Santiago Herrera, opinó en relación al informe que la situación se agrava porque este es año electoral y está “sobrecargado de incertidumbre, y se exacerban los niveles de polarización y aumenta la pobreza y eso puede crear un caos social en el país; cuando hay incertidumbre y hay caos social se pierde la confianza y se pierde la inversión, la inversión ha entrado en pausa y eso significa menos producción.
Entre el discurso y la realidad
A pesar de que los últimos gobiernos han repetido incansablemente que se están sentando «las bases para el desarrollo», las cifras dicen lo contrario. El país no solo presenta uno de los ingresos per cápita más bajos del continente, sino que además mantiene altos niveles de desigualdad, bajos índices educativos y una infraestructura pública en deterioro, sin mencionar la inseguridad que sigue expulsando a miles de personas cada año.
Durante la conmemoración de sus 3 años de gobierno, la presidenta Xiomara Castro de Zelaya, resaltó importantes logros para Honduras en: estabilidad macroeconómica, crecimiento destacado en la región, reducción significativa de la pobreza y la violencia, así como una histórica inversión en infraestructura, educación y energía. De igual forma sus ministros destacan reducción de la pobreza lo que contrasta con el informe que se cita en esta edición.
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Paradójicamente, Honduras es el único país de Centroamérica en aparecer dentro del grupo de los 20 más pobres del mundo. Guatemala (19,52), Nicaragua (20,44) y El Salvador (24,18), aunque también enfrentan dificultades, lograron ubicarse por encima de este umbral crítico, mientras Costa Rica y Panamá figuran en los primeros lugares regionales con puntuaciones de 36,78 y 40,36, respectivamente.
América Latina: luces y sombras
A nivel latinoamericano, los países más prósperos según el estudio son Chile (43,19 puntos), Uruguay (42,48) y Panamá (40,36). En contraste, el promedio regional deja ver una marcada brecha entre las naciones con políticas públicas sostenidas en educación, salud y equidad, y aquellas que —como Honduras— han sido rehenes de modelos clientelistas, corrupción institucionalizada y falta de visión de largo plazo.
Incluso México, con todos sus desafíos estructurales, aparece en la novena posición regional con 33,22 puntos. Honduras, en cambio, ni siquiera alcanza la mitad de esa cifra, lo cual pone en entredicho la efectividad de los modelos económicos y sociales promovidos por las últimas administraciones.
Más allá del PIB: lo que realmente mide la prosperidad
A diferencia de otros rankings, el Índice de Prosperidad HelloSafe no se basa únicamente en el Producto Interno Bruto, sino que considera elementos como la distribución equitativa de la riqueza, el acceso a servicios básicos, la calidad educativa, el bienestar general de la población y la estabilidad social. Es decir, el tipo de desarrollo que se siente en los hogares y no solo en los informes de prensa oficiales.
Según HelloSafe, el objetivo del índice es “proporcionar una medida más realista del progreso de los países, incorporando datos sociales y económicos reconocidos a nivel mundial”. Las fuentes de datos incluyen organismos como el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
¿Dónde está el «desarrollo» que dicen los políticos?
La pregunta que deja flotando el informe es directa: ¿para quiénes se ha desarrollado Honduras? Porque mientras funcionarios públicos y líderes políticos presumen logros y obras, la mayoría de la población sigue atrapada en el desempleo, el subempleo, la informalidad y la falta de oportunidades.

La persistente emigración, el colapso del sistema de salud, la precariedad educativa y los altos niveles de violencia no pueden ocultarse tras conferencias de prensa ni datos maquillados. El informe HelloSafe 2025 es un golpe de realidad que deja al descubierto que, lejos de avanzar, Honduras sigue retrocediendo.
Y si bien algunos se empeñan en hablar de “cambios estructurales en proceso”, para la mayoría de los hondureños la prosperidad sigue siendo un lujo que solo aparece en los discursos, pero no en la mesa de sus hogares.LB