Nueva York – La Hispanic Society de Nueva York abrió este jueves la muestra ‘Goya y la era de la Revolución’, que contiene dos retratos militares y tres grabados de la serie ‘Los desastres de la guerra’ del maestro español, así como cuadros de sus seguidores, sobre los conflictos que marcaron el final del siglo XVIII.
Junto a los retratos del ‘General de Brigada Alberto Foraster’ (1804) y ‘Don Manuel Lapeña, luego marqués de Bondad Real’ (1797), una vitrina protege tres grabados de la primera edición de ‘Los desastres de la guerra’, gran aliciente del proyecto, ya que su delicadeza mantiene estas obras habitualmente a resguardo.
«Goya es un testigo fenomenal de las revoluciones que pasaron por el mundo», explica a EFE el director del museo, Guillaume Kientz, involucrado en el proceso de selección de las obras, y que enmarca la muestra en la celebración del 250 aniversario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos.
España y Francia apoyaron la Revolución Americana (1775-1783), que a su vez inspiró a la Revolución Francesa (1789-1799) y propició el ascenso de Napoleón, quien invadiría España en 1808, lo que desató la Guerra de Independencia española (1808-1814), en la que se vio atrapado Goya.
La violencia que presenció aparece crudamente dibujada en ‘Los desastres de la guerra’, una serie de 82 láminas que no publicó en vida de las que la mitad ilustran agresiones de los invasores franceses contra soldados y civiles españoles, y el resto abordan la hambruna en Madrid y critican a los aristócratas y el clero.
«No enseña una guerra que sea algo heroico, glorioso, elegante. No: es algo de violencia, dramático y que involucra a la sociedad civil. Y que insiste en el papel de las mujeres como heroínas, pero también como víctimas de la guerra», apostilla el director sobre esa serie, de la que la Hispanic posee tres ediciones.
Una pequeña muestra de una «colección enciclopédica»
El investigador Juan Gabriel Ramírez, becado en el Centro de Investigación de Goya (CIG) de la Hispanic, señala la «relación entre texto e imagen», aludiendo a las frases descriptivas que el artista dejó en cada obra, en este caso: «Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer», «Con razón o sin ella», y «Qué Valor».
Un hombre está arrodillado «casi de manera religiosa», desvestido y «despojado de su propio orgullo» en la primera escena, que vaticina su muerte ejecutado; la segunda ilustra invasores franceses «acribillando» a españoles, y la tercera muestra a una mujer, que identifica como Agustina de Aragón, sobre un cañón.
Kientz explicó que esas tres láminas serán sustituidas por otras pasados unos meses, ya que son sensibles a la luz, y reveló que la Hispanic tiene más de 800 grabados del pintor, además de pinturas y dibujos, es decir, «una colección enciclopédica de Goya», y a la que se suman imitaciones de sus seguidores.
La muestra incluye tres obras de seguidores en las que destaca un enorme retrato alegórico de Goya realizado por Eugenio Lucas Velázquez y basado en el de Vicente López Portaña que cuelga en el Museo del Prado, pero que contiene símbolos de la Revolución Francesa, la monarquía española, el papado y la Inquisición.
Hay otra obra de este pintor inspirada en un grabado de los ‘desastres’, «Y no hay remedio», que será presentado en abril y que muestra a un hombre asesinado atado a una estaca, y un artista desconocido copia a Goya en una escena militar de un oficial de los Dragones del Rey, que ejemplifican el impacto del maestro.
«Es un genio, es uno de los padres del romanticismo. Es un testigo increíble no solo de su época, sino de la condición humana, así que es un artista con el que la gente clica inmediatamente», apostilló Kientz.
La exposición se puede ver en el museo, ubicado en el Alto Manhattan, hasta el 28 de junio de 2026. EFE







