Ciudad de Guatemala– El Gobierno de Guatemala retomó este miércoles el control de dos cárceles donde guardias habían sido tomados como rehenes, en medio de la escalada de enfrentamientos con pandillas que han tomado represalias por el traslado de sus líderes a prisiones de máxima seguridad.
La Policía Nacional Civil y el ministerio de Gobernación (Interior) confirmaron que 11 guardias del Sistema Penitenciario fueron liberados después de ser tomados como rehenes por reos de dos prisiones: la cárcel de Fraijanes 2 y el Centro Preventivo zona 18.
De acuerdo a las autoridades, los guardias estaban secuestrados desde el martes por pandilleros, lo que provocó que fuerzas especiales de la policía los rescataran y sometieron a cinco reos identificados como responsables del motín, además de decomisar tres fusiles y dos pistolas.
El enfrentamiento del Gobierno con las pandillas se ha recrudecido en las últimas semanas, tras el traslado de líderes pandilleros a la cárcel Centro de Detención de Máxima Seguridad Renovación I, creada por el actual presidente, Bernardo Arévalo de León.
«Así nos amenacen, así se amotinen, así coordinen ataques, los líderes de las pandillas no van a salir de Renovación I», advirtió el martes el ministro de Interior, Francisco Jiménez.
«Hubo una época en la que imperaban, gobiernos anteriores temblaban y negociaban ante sus amenazas. Pero sepan algo: esta Guatemala de hoy ya no les tiene miedo», señaló Jiménez.
El traslado de los líderes de las pandillas tuvo lugar el pasado 31 de julio, para su aislamiento, a raíz del asesinato de siete personas en una funeraria dos días antes.
Los reos fueron enviados desde varias prisiones a la cárcel Renovación I, inaugurada durante el Gobierno actual y ubicada en el departamento (provincia) de Escuintla, unos 50 kilómetros al sur de la Ciudad de Guatemala.
El traslado se realizó luego de la matanza de siete personas, perpetrada el 29 de julio en una funeraria de la capital guatemalteca, presuntamente a manos de miembros de la Mara Salvatrucha, durante el velorio de un supuesto integrante de la pandilla rival Barrio 18, asesinado el 28 de julio.
La masacre, atribuida por Jiménez a las pandillas, dejó 12 heridos y fue cometida por sicarios en varias motocicletas.
Las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 son las mayores en Guatemala, donde también hay otras conformadas por exmiembros de estas. A estos grupos se atribuye el aumento de la violencia en el país, como ha afirmado el ministro Jiménez. EFE/ir