Tegucigalpa – El gobierno de Xiomara Castro duplicó el endeudamiento público de Honduras, revela el informe “Radiografía del endeudamiento en Honduras”, presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
– La deuda pública representa el conjunto de obligaciones financieras que un Estado contrae con inversores nacionales e internacionales para cubrir sus déficits presupuestarios.
– En Honduras 37 centavos de cada lempira que se recauda, se destina a servicio de deuda.
– Más de la mitad de la deuda vence en los próximos cuatro años, elevando la presión fiscal para el gobierno entrante.
De acuerdo con el informe el endeudamiento externo anual promedio se duplicó entre 2022 y 2024 en comparación con 2014-2021, pasando de 712 millones a mil 513 millones de dólares.
El informe revela que entre 2021 y 2025 el presupuesto creció 49%, pero apenas el 12% de los recursos de los préstamos se destinaron a inversión.
En los últimos cuatro años, el gobierno solo utilizó -en promedio- el 53 % del presupuesto financiado con préstamos externos, lo que ha limitado resultados tangibles para la población, destaca el informe.
Actualmente, 3 mil 5 millones de dólares permanecen disponibles y sin ejecutar, lo que evidencia que el problema no es la falta de financiamiento, sino la forma en que se gasta: en proyectos poco productivos, costosos y con bajo retorno social.
Hallazgos
El informe de ASJ -basado en datos de la Secretaría de Finanzas, informes de organismos internacionales y aportes de expertos- señala que, pese a que en enero de 2022 el gobierno expresó «preocupación por el alto nivel de endeudamiento» con un saldo de 15,679 millones de dólares, apenas dos meses después reformuló el presupuesto de 2022, aumentó el déficit fiscal y contrató más deuda. Desde entonces, los presupuestos de los últimos años han mantenido un ritmo acelerado de crecimiento.
Asimismo, muestra que el 88% del presupuesto se concentra en salarios, servicio de deuda, transferencias entre otros, pero sólo 12% de los recursos se destinan a inversión en infraestructura de salud, educación o desarrollo comunitario, lo que se traduce en más deuda para los hondureños; pero menos obras, menos empleos y servicios públicos deficientes.
ASJ señaló que el mal manejo de los fondos compromete los ingresos fiscales, ya que 37 centavos de cada lempira recaudado se destinan al servicio de deuda, restando recursos para programas y proyectos de beneficio social.
Además, concluyó que el actual modelo de endeudamiento, caracterizado por la contratación de más préstamos sin una ejecución eficiente, está generando mayores costos financieros y postergando beneficios para la población hondureña, por lo que cuestionó la necesidad de seguir contratando nueva deuda cuando existe financiamiento no utilizado.
Los Gobiernos hacen lo contrario a ahorrar
Para el economista Julio Raudales, los Gobierno hondureños lejos de fomentar el ahorro en “tiempo de vacas gordas” hacen lo contrario.
Eso se muestra claramente en el informe presentado por ASJ donde no hay una correlación entre la productividad del país y la forma en que el Gobierno está actuando.
Razonó que ese nivel de endeudamiento solo demuestra que en los últimos tres años solo existió improvisación y despilfarro.
En el caso del actual Gobierno se mostró improvisación desde el discurso presidencial en la toma de posesión, concluyó.
En aquella ocasión la presidenta Castro comentó que la deuda pública del país era impagable y eso provocó nerviosismo en los acreedores de Honduras, dijo.

Endeudamiento, una preocupación latente
De su parte, Sergio Zepeda, director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), dijo que desde la academia validan los datos presentados por ASJ y señaló que el endeudamiento es una preocupación latente en Honduras.
“Las cifras son claras, el tema de endeudamiento público sigue siendo una preocupación latente, principalmente por el hecho que un porcentaje significativo de este no se destina para las áreas de acción que demanda el país y al final genera una carga presupuestaria adicional”, expresó.
En ese contexto, dijo que dicha carga presupuestaria adicional no solo la pagamos los contribuyentes sino también la deberán pagar las generaciones futuras.
“Desde la universidad hemos sido enfáticos en que el endeudamiento público debe manejarse de forma adecuada, específicamente en apoyo a los sectores clave de la economía y de la sociedad”, acotó.
Destinar 37 centavos por cada lempira al pago de deuda desplaza otras prioridades como educación, salud y apoyo a sectores productivos, zanjó.

Ineficiencia
De su parte, Carlos Hernández, director de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), señaló que tener más de 3 mil millones de dólares aprobados en préstamos y no utilizarlos solo habla de ineficiencia.
“La ineficiencia no es solo en la ejecución, sino en la calidad de servicios, aquí contratamos créditos para mejorar la educación, pero tenemos los peores niveles”, manifestó el representante de la sociedad civil.
Hace 10 años el presupuesto en Educación era de un 32 % y hoy es de un 16 %.
Actualmente hay muchos activistas contratados y eso genera alegría, pero a cambio de endeudar el país e hipotecar el bienestar de cada hondureño. PD