El 17 de noviembre de 2011, el Congreso hondureño aprobó un contrato de 100 megas de energía para suplir una “emergencia energética” por un lapso de 16 años, para comunidades hondureñas de occidente, la zona del Bajo Aguán y Olancho.
El gerente de la ENEE de ese entonces, Roberto Martínez Lozano, defendió a capa y espada el contrato ante la supuesta emergencia, aunque nunca se logró producir un solo megavatio de energía.
Este día, el actual titular de la estatal eléctrica, Emil Hawit, manifestó que el polémico contrato ya no existe, al tiempo que recomendó no hablar más del tema.
“Le hablé personalmente a Roberto (Martínez Lozano) para recomendarle que no hable más del tema porque ya no tiene sentido y siempre que lo hace le llueven las críticas”, acotó Hawit.
Dijo además que no pretende armar polémicas con nadie y lo que quiere es sacar a la empresa de energía de la crisis en que se encuentra postrada.
Sobre la compañías térmicas manifestó que se procederá a establecer una investigación para determinar si los últimos apagones han sido a propósito como lo ha denunciado en presidente de la estatal, Miguel Aguilar.
