Tegucigalpa – A un año de la pandemia en Honduras, la Asociación Nacional de la Industria Funeraria, reporta más de 10 mil 300 decesos por la COVID-19, cifra que se contrapone a la cifras oficiales del gobierno hondureño que registra 4 mil 301 decesos por esta enfermedad.
Al respecto, el secretario de la Asociación Nacional de la Industria Funeraria, Jesús Morán, subrayó que la industria funeraria ha validado cada defunción con certificados de defunción emitidos por los médicos de cabecera de los desafortunados.
“La diferencia abismal radica porque el gobierno solo certifica la muertes por pruebas PCR pero la clínica dice otra cosa”, argumentó el dirigente de esta industria.
Acto seguido señaló que la cifra de muertes que maneja la industria funeraria puede quedarse corta ante la cifra real de muertes por COVID-19 en Honduras.
Recordó que en muchos lugares donde los médicos no tienen acceso los familiares de las víctimas no reportan las muertes y las mismas yacen en el anonimato.
Concluyó que la alta cifra de letalidad es producto del mal manejo de la pandemia por parte de las autoridades hondureñas.
“A un año de la pandemia, el gobierno está ahora defendiéndose de las acusaciones en Nueva York y para ellos el tema de la pandemia es palidecido porque es más importante para ellos”, subrayó.
Al mismo tiempo exhortó a la población a no descuidar las medidas de bioseguridad para evitar más contagios en el país centroamericano.
“El Estado está en un buen momento para cambiar el rumbo en cuanto al manejo de la pandemia”, apuntó. (RO)
