Tegucigalpa – La batalla entre los liberales, tradicional fuerza política hondureña y Libertad y Refundación (Libre) se recrudeció este fin de semana tras significativos actos donde el transfuguismo de adeptos fue el plato fuerte de una jornada política, atípica en épocas lejanas al proceso electoral.
Fue el diputado José Alfredo Saavedra, máximo líder liberal en el sur de Honduras, quien dio el banderillazo de salida a la pugna canibalística en un acto público que mostró como más de dos mil miembros de Libre abandonaban esas filas para retornar al partido Liberal, el cual abandonaron tras la crisis política de 2009.
Como respuesta, al menos en mensaje mediático, el expresidente Manuel Zelaya, cabeza de Libre, desafió a Saavedra al decir que él es capaz de triplicar la fuga de liberales hacia el novel partido que ahora dirige.
Intentando reavivar el sentimiento de sus parciales que se solidarizaron con él tras su salida del poder, Zelaya les recordóque él fue expulsado “a patadas” del liberalismo y por ende descartó su retorno a las filas rojo, blanco, rojo.
Zelaya reconoció que por lo menos 700 mil miembros de Libre provienen del Partido Liberal. Esta aceptación deja entrever que la actividad de los líderes liberales por reconquistar a sus adeptos ha iniciado una ruta en la cual Saavedra ha tomado la iniciativa, pese a que el presidente del Consejo Central Ejecutivo intenta mantener un diálogo abierto con Zelaya para hacer frente opositor común.
“El crecimiento de Libre como opción de poder sigue asustando al bipartidismo” escribió en su cuenta de twitter Manuel Zelaya en una franca muestra de que tras la caza de liberales para acentuar su tarea de reducir a su ex partido Liberal que le llevó al poder en 2006.
A poco más de un año de la asunción de los nacionalistas al poder, Libre y liberales no han logrado fortalecer sus estructuras y hasta hoy se han sumido en división y hasta desbandadas.
Recientemente Zelaya expresó públicamente fuertes señalamientos contra cuatro diputados de su partido ante el Congreso Nacional, los que en la cúpula de Libre llegaron a ser calificados de “basura” y de “traidores”, expresiones viralizadas en las redes sociales.
Zelaya reunió lunes al Tribunal de Honor y a la Comisión Política partidaria para determinar la expulsión de hecho de estos parlamentarios, quienes votaron de forma distinta a la línea que el ex presidente les dio de cara a la decisión en la Cámara relacionada a las representaciones de los partidos políticos ante el Tribunal Supremo Electoral y el Registro Nacional de las Personas.
De su lado, los diputados en cuestión no han mostrado preocupación alguna ante las amenazas de ser expulsados. En el caso de la congresista Taniana Canales, representante del departamento de Colón, ella anunció su salida de Libre horas antes de la decisión del Tribunal de Honor y se declaró diputada independiente.
Junto a Canales, sus compañeros por el departamento de Choluteca, Héctor Padilla; por Cortés Jenny Murillo y por Copán, Omar Rodríguez son los otros diputados que fueron expulsados de hecho de Libre, ya que los suspendieron, pero sin derecho de por vida a optar a cargos de elección popular.
Aparte de estos cuatro diputados otros más han expresado similares criterios en torno a dejar Libre.
Antes de asumir sus curules en la Cámara, el primero en salir de Libre fue el diputado Eduardo Coto, representante de Cortés.
Seguido de él, las pugnas a lo interno dejaron ver la ingobernabilidad. El diputado Esdras Amado López, ha sido uno de los que han mostrado abiertamente sus desavenencias luego de que muchos de las posiciones que reclama le correspondían no fueron brindadas a sus seguidores en la dirección del partido.
En tanto, los liberales tampoco muestran una sólida posición partidaria ya que en muchas ocasiones las diferencias entre las autoridades centrales y la bancada han quedado reflejadas públicamente y en las votaciones en la Cámara tal y como aconteció en un debate parlamentario para elevar o no a rango constitucional la Policía Militar de Orden Público (PMOP), en la que los diputados de ese partido votaron divididos.
Otra pugna al interior de la bancada liberal está supeditada al control de la jefatura ya que existen intentos de remover al actual presidente Marco Antonio Andino.
“Hay fuerzas y liderazgos jóvenes que tienen potestad de dirigir la bancada” dijo a periodistas el diputado por La Paz, Iván Fiallos.
El ex presidente interino, Roberto Micheletti, también ha brindado su criterio respecto a la llegada de miembros de Libre a su partido y ha dicho que son bienvenidos. Él es del criterio que incluso Manuel Zelaya puede regresar al liberalismo pero nunca el partido hacia él.
Sí Manuel Zelaya retorna al partido Liberal – dijo Micheletti – “seremos correligionarios pero nunca amigos”, al tiempo de calificarlo como un hombre “confundido” en sus criterios, puntualizó.