Tegucigalpa – La arriesgada apuesta que hicieron los jóvenes dirigentes de la Oposición Indignada de elevar el nivel de protesta de las pacíficas “Marchas de las Antorchas” de los fines de semana a una mayor como es el bloqueo y toma de vías para “paralizar la economía” resultó en un fracaso completo.
– Advierten que los llamados a paros pueden debilitar a los Indignados por la falta de apoyo popular.
– Sociólogos señalan que no se debe confundir el fracaso del paro con que el pueblo ya dejará de presionar.

Todos los sectores coinciden, Policía, dirigentes de la sociedad civil y otros, que los jóvenes se apresuraron a subir el tono de la misma, ya que no estaban preparados para ello al carecer de la estructura y organización que requieren las tomas.
Una cosa es hacer la convocatoria, a través de las redes sociales, de la “Marcha de las Antorchas” y otra organizar los grupos, la logística y control de las personas que estarán en los sitios que previamente definieron como los indicados para paralizar el tráfico.
El paro nacional convocado para este miércoles por el Movimiento de Los Indignados en Honduras no tuvo el eco en la ciudadanía que sus dirigentes esperaban, ya que bastaron minutos para que los cuerpos de seguridad del Estado procedieran a disolver la toma de puntos estratégicos, especialmente en la capital del país.
Pese a que la joven dirigente del movimiento Los Indignados, Gabriela Blen, anunció que la protesta popular tenía como objetivo principal “paralizar la economía nacional”, su llamado no concitó simpatías en la población que desde tempranas horas se moviliza para iniciar una nueva jornada de trabajo.

“Lamentablemente hay gente que les ha venido alimentando temas para los cuales no están preparados y no es naturaleza propia de ellos realizar dichas acciones”, criticó.
Señaló que para realizar ese tipo de acciones se necesita una mayor preparación y una apuesta colectiva, y se reflejó esta mañana porque el pueblo no los acompañó como esperaban.
“El interrumpir una vía altera el adecuado desenvolvimiento de la actividad económica y educativas del país”, mencionó.
Indignados sobreestimaron sus capacidades
A criterio del politólogo Edgardo Rodríguez, el Movimiento de Los Indignados sobreestimó sus reales capacidades al convocar a un paro nacional para este miércoles.
Agregó que la población hondureña no comparte la toma de carreteras y mucho menos la paralización de la economía. “Este hecho los jóvenes lo hicieron con cálculo porque saben que en el país se encuentra la Comisión (Corte) Interamericana de Derechos Humanos”, apuntó.
Rodríguez pronosticó que los llamados a paros nacionales continuarán en los próximos días, al tiempo que añadió que “el problema es que aquí en Honduras los que quieren expresarse lo hacen, pero los que son afectados con los paros se quedan callados”.
Se estructura un proceso de cambio

Insistió que el proceso de cambio que atraviesa Honduras es mucho más positivo porque el mismo se está generando en los tres poderes del Estado. “Hay un elemento de presión profunda y por eso estoy muy alegre de lo que está pasando en el país”, puntualizó.
El país necesita cambios

Reconoció que el paro no tuvo respaldo popular, pero es un hecho que el país necesita cambios. “Eso no quiere decir que la gente no está descontenta o molesta porque el país no cambia”.
Sosa alertó que el riesgo latente es que las diferentes élites que tienen poder en el país “piensen que la indignación ya pasó y se puede olvidar toda la demanda ciudadana. Lo que va a suceder es que tarde o temprano habrá reacciones ciudadanas mucho más fuertes a las acostumbradas movilizaciones pacíficas”.
Visualizó que dos hechos que están en el futuro cercano y que definirán mucho el comportamiento ciudadano, son la escogencia del próximo pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y más adelante el proceso electoral de 2017.
Medida apresurada

Recomendó a la Oposición Indignada “tener planteamientos de solución que serían los respaldos para los protestas. Cuando se pasa a un nivel anunciado de la actividad productiva de un Estado, se toman medidas extremas que pueden desembocar en efectos contraproducentes”.
Maldonado Galeas, finalizó que “estos llamados a paros en vez de fortalecer al grupo de la Oposición Indignada, más bien lo puede debilitar porque pudiera crear animadversión de parte de la sociedad que tiene una intención todavía creíble de presionar al gobierno para que se resuelva el problema de impunidad y corrupción.
Es bueno que los jóvenes balanceen que los actos no se les puedan revertir”.