Tegucigalpa – Con la puesta en marcha de la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), a las cárceles de máxima seguridad no se podrá introducir ningún tipo de producto ilegal como pretenden muchos visitantes, aseguró hoy el ministro coordinador del Gabinete de Prevención, Seguridad y Defensa, Luis Fernando Suazo.
– La FNCCP está lista para operar aparatos de alta tecnología. Todo lo que se mueva será rastreado, prometen.
– En El Pozo 1 y La Tolva habrá “ojos” en cada rincón, aseguran autoridades.
El funcionario explicó que está nueva fuerza elite procedió desde hoy a establecer un control de todo lo que entra y sale del centro; eso incluye personas y cualquier tipo de mercadería, que deberán pasar por escáner.
Los efectivos de la FNCCP “van a estar asistidos por una maquinaria de última generación, con escáner de rayos X, tanto para personas como para las cosas; vamos a empezar en los centros principales, donde está la gente más peligrosa, y ellos van a controlar todo lo que entra y lo que sale”, destacó.
Medidas estrictas
El ministro Suazo dejó claro que esa regla es aplicable para todas las personas, incluyendo al director del centro, a todos los miembros de la seguridad interna y a quienes llegan de visita, como también para los abogados que asisten a reunirse con los privados de libertad.
La FNCCPP será la encargada de toda la parte de la tecnología que se ha instalado; es decir, de los escáner hasta las cámaras de seguridad que operan en los centros penales, mientras que la seguridad interna de las cárceles esta siempre en poder del Instituto Nacional Penitenciario y los anillos de seguridad externos le competen a la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina).
Suazo destacó que con estos novedosos aparatos de alta tecnología se podrá detectar desde drogas, celulares, armas, municiones, radios, baterías y explosivos, ya que el sistema de rayos X es de baja radiación, pero muy confiable, lo que permite detectar cualquier artículo que se pretenda introducir de forma ilegal.
Agregó que “los 240 hombres con los que inicia esta fuerza serán (ubicados) en los diferentes centros penales, y los mismos ya han sido entrenados en el uso de la tecnología, pero también en el trabajo que van a tener de los agentes penitenciarios, que son los encargados del control de los privados de libertad”.
Otra de las tareas que tendrá la FNCCPP es la de no permitir ningún tipo de comunicación desde el interior de las cárceles, ya sea vía celular, wifi o satelital; para eso se cuenta con una unidad especial que esta asistida por el Batallón de Comunicaciones de las Fuerzas Armadas.
“También esa unidad tiene aparatos de última generación que miden la señal y que pueden ubicar y localizar la fuente de donde está viniendo la misma; vamos a tener las capacidades de detectar de manera inmediata cualquier señal, como también ya no deben darse comunicaciones vía celular desde el interior de las cárceles”, explico el ministro coordinador del Gabinete de Prevención, Seguridad y Defensa.
Fusina ejecuta “madrugón”
Por su parte, el comandante de Fusina, el general German Velásquez, informó que hoy a partir de las 6:00 de la mañana se procedió a hacer un operativo en las instalaciones de las cárceles de máxima seguridad de Ilama (Santa Bárbara) y de La Tolva (Morocelí, El Paraíso).
El operativo, señaló, es de rutina, pero se hizo para poder proceder a entregarle a la FNCCPP las instalaciones limpias y que inicie a operar en las cárceles de máxima seguridad, donde ya se instalaron los equipos de alta tecnología.
El general Velásquez resaltó que las visitas, en especial los familiares y los abogados de los privados de libertad, deben tener en cuenta esta nueva disposición, ya que no podrán ingresar artículos que no están permitidos.
Resaltó que en los últimos operativos para decomisar drogas y armas elaboradas por los privados de libertad o celulares se ha observado que cada vez es menor el ingreso de estos, y los decomisos son menores, pero con la puesta en marcha de las máquinas de rayos X se espera terminar con esta anomalía.