Tegucigalpa – Esta noche falleció en el Hospital Escuela Universitario, el veterano dirigente sindical, don Andrés Víctor Artiles, líder fundador del movimiento sindical en Honduras y una de las leyendas vivientes de la huelga de 1954 que dio paso a la creación del Código del Trabajo que actualmente rige a Honduras.
Complicaciones de último momento impidieron a don Andrés salir bien librado de esta batalla contra la muerte, a la cual había vencido en otras ocasiones. Su cuerpo será velado en funerales La Auxiliadora de Suyapa.
Don Andrés Víctor Artiles, es oriundo de Juticalpa en el departamento de Olancho, donde nació el 30 de noviembre de 1925. Tenía 91 años, era hijo de una ama de casa y un humilde talabartero. Era el penúltimo de siete hermanos.
A los 15 años su destino lo llevó a las fincas bananeras de la costa atlántica donde laboró para la Estándar Fruit Company, hoy Dole Fruit, lo que lo llevo posteriormente a ser el presidente del sindicato de esa empresa bananera estadounidense y luego descolló como una promesa sindical que no dudó en sumarse a la huelga de 1954 en su zona, gestada por históricas reivindicaciones que pujaban por un trato más digno a la clase obrera hondureña.
Don Andrés, en una entrevista con Proceso Digital, ofrecida en el 2012, rememoró los momentos de esa huelga y deploró que hoy día el movimiento sindical estuviera tan alejado de esas luchas reivindicadoras que dignificaban el movimiento obrero y sindical del país.
Su vida fue de la un eterno líder tenaz y luchador. Para ir a la costa norte en busca de mejores derroteros lo hizo por caminos de herradura, cruzando las cordilleras y se asustó al ver por primera vez un vehículo en la ciudad de La Ceiba, en 1934.
Don Andrés, para ganarse la vida, vendió revista, la hizo de conserje y trabajó en una farmacia, además de hacerse asistir por un maestro para que le enseñara las materias correspondientes al cuarto y quinto grado de educación primaria, recordó en su entrevista con Proceso Digital.
Fue uno de los dirigentes más destacados del sindicalismo, sencillo y de buen trato. Dirigió la entonces poderosa Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH).
Su trabajo y su desenvolvimiento en el movimiento sindical le llevaron a ser considerado para estar en varios eventos filantrópicos y ser parte de algunas organizaciones de proyección social benéfica como la Fundación Teletón, por ejemplo.
Es autor de un libro autobiográfico denominado “Mi participación en la vida sindical hondureña”, auspiciado por el Banco Central de Honduras. Su partida deja un vacío en la historia del movimiento obrero, sindical y social del país, pues era un testigo viviente de las gestas sociales que por obtener y defender derechos libró en su momento la clase obrera trabajadora del país en el siglo pasado.
Desde la redacción de Proceso Digital deseamos que la tierra sea leve con don Andrés y que Dios otorgue el bálsamo del consuelo y la resignación a su familia. Descanse en paz este eterno luchador del sindicalismo hondureño.
