Tegucigalpa –Han penetrado las grandes empresas y desde ellas delinquen y hacen de sus dueños presas de la extorsión, son la más novedosa incursión de este grupo criminal.
– Una empresa embotelladora de bebidas y dos procesadoras de lácteos entre las víctimas de la extorsión a manos de bandas coludidas con empleados de escala básica.
– Organizaciones empresariales encienden las alertas ante nuevos ataques.
Los extorsionadores en Honduras han transgredido sus propios códigos y han pasado de cobrar “renta” o impuesto de guerra”, como ellos mismos le mal denominan, a los chantajes que adquieren de familias, pequeños negocios, camiones repartidores y ahora de las grandes empresas.
La cadena de estos grupos criminales ya toca corporaciones hondureñas de gran calado y las autoridades han vinculado el fenómeno con el ingreso a los grandes consorcios de miembros de estructuras delictivas de alto poder.
Son empleados que ingresan a las escalas básicas, donde no se necesita mano de obra calificada. Ellos desde sus puestos se vuelven informantes, intermediarios u operadores criminales. Otros son trabajadores que a su vez son amenazados por las pandillas.
El alto riesgo de ser transportista
El chantaje que estas organizaciones criminales cobran ya no solo mantiene en zozobra a los transportistas, víctimas mortales que se cuentan por decenas en las principales ciudades del país, de acuerdo a adjudicaciones de grupos humanitarios.
Un agente de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), creada por el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad a inicios de 2013, detalla que de las cerca cinco mil denuncias que han recibido desde su creación, una significativa parte corresponde a transportistas en diferentes modalidades de servicio.
Al menos 400 personas han sido capturadas por extorsión a empresas de transporte, indicó.
Las autoridades han manifestado que hay sectores dentro de las propias organizaciones de transportistas ligadas a la cadena de extorsionadores.
Datos del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (Conadeh) establecen que decenas de muertes de transportistas están ligados al cobro del mal llamado impuesto de guerra. Para el Conadeh ser trasportista en Honduras sigue siendo una ocupación de alto riesgo.
Pasan del barrio a las grandes empresas
Los extorsionadores, muchos de ellos miembros de la pandilla 18 y de la mara Salvatrucha, han pasado a operar en negocios de gran magnitud para combinarlos con sus actividades en su otrora hábitat tradicional en salas de belleza, sastrerías, pulperías y otros comercios en los barrios de la periferia de las principales ciudades como Tegucigalpa, la capital; San Pedro Sula y todo el valle de Sula, centro neurálgico del desarrollo industrial o el atlántico puerto de La Ceiba, un fuerte de turismo pero también una ciudad donde criminales han afincado sus residencias.
Entre las nuevas víctimas de los extorsionadores figuran compañías embotelladoras de bebidas, empresas procesadoras de lácteos, consorcios de transporte, potentes ferreterías, restaurantes de gran nivel, son parte de las nuevas víctimas del crimen que más afecta a los hondureños.
Empresas infiltradas por el crimen
En casos específicos de extorsiones a una embotelladora de refrescos y a dos empresas de lácteos, estos hechos estaban ligados a la presencia dentro de sus nóminas de empleados que se habían convertido en piezas claves dentro de las organizaciones criminales dijo a Proceso Digital el ministro de Seguridad, Julián Pacheco.
Detalló que se trata de colaboradores que generalmente no son mano de obra calificada y que residen en zonas “calientes (denominadas así por el grado de criminalidad dentro de las mismas).
Muchos de estos empleados son obligados a servir a las bandas de criminales mientras que otros son componentes activos de pandillas, pormenorizó el ministro Pacheco.
Los últimos ataques
En el último mes la empresa distribuidora de maquinaria agrícola, Camosa, ha sido atacada en dos ocasiones por delincuentes.
En el primer intento, sus instalaciones fueron tiroteadas mientras que la segunda ocasión, que ocurrió hace escasas horas, los agresores usaron bombas de fabricación casera que dañaron los cristales del edificio.
El titular de Seguridad dijo que los atentados contra Camosa se investigan, pero no dudó en ligarlo a la extorsión como principal hipótesis.
La Fuerza Nacional Antiextorsión capturó la tarde del viernes al supuesto responsable de realizar atentados contra la empresa de transportes Discovery y Camosa.
La persona capturada es Yani Odair Medina Carranza (30), residente de la colonia Óscar A. Flores de Comayagüela.
Mutación criminal
El general Pacheco dijo que las denuncias que llegan a la unidad antiextorsión son cada vez más fluidas. Según él, la ciudadanía ha perdido el temor de delatar a los que les cobran “renta” y eso les hace moverse a la caza de otras víctimas.
Un agente especializado en extorsiones, dijo a Proceso Digital que la presencia de pandilleros salvadoreños en Honduras es otro componente que ha influido en que sus iguales hondureños entren en una nueva etapa.
El agente calificó a los pandilleros salvadoreños como mayormente sanguinarios y estructurados en sus operaciones criminales.
En El Salvador la extorsión ha dejado una estela de muertes y de desastres económicos que han incidido en el desarrollo de este país.
“Avalancha”, un gran disuasivo
En Honduras, el Ministerio Público coordinó una operación anticrimen conocida como Avalancha, la más grande que se ha realizado en Honduras para contrarrestar de raíz a las organizaciones criminales que se especializan en extorsión. Esta operación se centró en la confiscación de bienes.
La operación Avalancha dejó réditos a Honduras en la lucha anticrimen y ha servido de modelo en la región norte del istmo centroamericano, donde, por un lado, los fiscales han creado una alianza para combatir el delito organizado.
Igualmente, por iniciativa del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, los presidentes de la región, en compañía de sus fuerzas policiales y militares, lideran un plan para enfrentar la inseguridad.
Mientras la Fuerza Nacional Antiextorsión ha logrado desactivar de manera silenciosas grandes organizaciones que atentan contra la ciudadanía y las empresas hondureñas. Ellos operan a través de denuncias y se auxilian de alta tecnología y de expertos que han recibido capacitación a gran escala.
Pero lo ocurrido a la empresa Camosa, apenas este viernes, ha reavivado la incertidumbre ciudadana que considera que hace falta reforzar las acciones oficiales en el combate de una de las formas del crimen que no solo afecta la economía del país, sino que además desata migraciones tanto internas, como hacia fuera de Honduras y peor aún, deja una estela de muerte.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada expresó este viernes su profunda “preocupación y repudio” al ataque recibido la empresa Camiones y Motores S.A (Camosa) en sus instalaciones. El organismo cúpula del sector empresarial hondureño señaló en un comunicado que el ataque es un atentado a los derechos humanos, seguridad jurídica, el derecho a la propiedad privada y libre empresa. |
Experto en seguridad, general Luis Maldonado
“Recuerden que la extorsión es uno de los delitos que lo que busca es la rentabilidad y el menor de los riesgos, el recurso más utilizado por ellos es la amenaza y como les ha dado resultado en cierto niveles, en lo que es los comercios de la economía informal, ya entraron a la parte de conocer el sistema financiero del mundo empresarial”.
“Al alzar la mirada a blancos más rentables, ponen a prueba a ver si al entrar en ese círculo, les va a dar el resultado que esperan. Todas las acciones que estamos viendo de disparos y bombas es para ablandar el blanco, si las empresas afectadas ceden ellos entrarían en un nuevo escenario delictivo”.
“Si ceden los primeros, luego veremos cómo estarán logrando éxito en el nivel superior empresarial, ojalá que las fuerzas de inteligencia puedan encontrar y controlar a los extorsionadores”.
“Estos empresarios tienen más recursos para protegerse, tienen un sistema de protección y el conocimiento suficiente para desarrollar acciones para neutralizar los actos criminales”
Norma Moreno, FNA
“Tanto para empresas grandes como pequeñas se está trabajando, solo es que pongan la denuncia. El único fin de la Fuerza Nacional de Antiextorsión es capturar a las personas que cometen el delito de la extorsión”.
“Se está trabajando en diferentes casos, sabemos que muchas empresas tienen miedo a denunciar, pero nosotros trabajamos de oficio en diferentes investigaciones.
Se tiene conocimiento que hay extorsión, sabemos de empresas grandes que se trabaja de oficio porque hay personas que tienen miedo de denunciar, les decimos el arma fundamental de FNA para darle captura a estas personas es la denuncia”.
“Llegan de todo tipo de personas a interponer denuncias, no podemos decir si hay empresas grandes porque le quitaremos la protección a nuestros testigos protegidos”.