Tegucigalpa – Los cuerpos de los familiares de Lucio Rivera y de dos de sus empleados quienes fueron asesinados en martes en la aldea Chichicaste en el municipio de San Francisco de la Paz, Olancho, oriente de Honduras, fueron entregados a sus parientes la madrugada de este miércoles en la morgue capitalina hasta donde fueron traídos luego de ocurrida la matanza.
Según se conoció, fueron entregados cuatro de los cinco muertos en la masacre y uno debido a la falta de documentación por parte de sus familiares, será retirado en el transcurso de este día.
Al momento de retirar los cadáveres, los familiares que no quisieron revelar sus nombres por temor exigieron justicia en este crimen para los familiares de Lucio Rivera y para su empleada doméstica y un maestro que trabajaba con la familia Rivera.
Los fallecidos en la matanza son: José Matías Rivera de 68 años (padre de Lucio Rivera condenado a más de 100 años de cárcel por diversos crímenes) y su compañera de hogar Dora Betulia Álvarez Gutiérrez de 54 años, la empleada doméstica de la familia identificada como Karina Meza de 24 años; Astrid Acosta, esposa de uno de los hijos de don José Matías y el empleado Júnior Lanza.
Según la Policía Nacional y el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), esta sería la decimosexta masacre en lo que del año en Honduras y la segunda en el departamento de Olancho.