Tegucigalpa. – El matrimonio y unión infantil forzada sigue siendo una de las mayores amenazas para las niñas de todo el mundo, según una nueva investigación exclusiva de Plan Internacional que revela cómo esta práctica nociva pone a las niñas en riesgo de sufrir violencia y les roba oportunidades en la vida, donde Honduras no es la excepción y enfrenta una situación preocupante.
– «Me privaron de todo»: un informe mundial recoge testimonios de más de 250 niñas que sufrieron matrimonio o unión infantil.
Más de 250 niñas y mujeres jóvenes de 15 países han compartido sus experiencias personales del matrimonio infantil o unión temprana en uno de los estudios más exhaustivos de este tipo. Todas estaban casadas o en una unión informal antes de los 18 años, y en conjunto, sus testimonios nunca antes escuchados ponen de manifiesto los daños causados por el matrimonio o unión temprana.
«Me casaron muy joven. No me permitieron estudiar ni progresar en la vida, me privaron de todo. Pero no dejaré que eso le pase a mi hija. Quiero que tenga un futuro brillante, y eso solo es posible si estudia y consigue un trabajo», afirma Juna, de 24 años, de Nepal. «El matrimonio temprano solo conduce a un futuro sombrío», continuó.
A nivel mundial, 12 millones de niñas se casan cada año antes de cumplir los 181, a pesar de que la práctica es ilegal en la mayoría de los países.
El Informe sobre el Estado Mundial de las Niñas 2025 de Plan International Déjame ser una niña, no una esposa: Experiencias de niñas que viven el matrimonio y las uniones infantiles recoge los testimonios de niñas y mujeres jóvenes de Bangladesh, Camboya, Indonesia, Nepal, Etiopía, Mozambique, Uganda, Zambia, Colombia, República Dominicana Guatemala, Ecuador, Nigeria, Níger y Togo.

En Honduras
Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Honduras (ENDESA) 2019, el 34% de las mujeres de 20 a 24 años se unió antes de cumplir los 18 años.
En el área rural la cifra sube al 42%, frente al 25% en áreas urbanas.
Los departamentos de Olancho, Santa Bárbara y Copán presentan los índices más altos.
Si bien en 2017 se reformó el Código de Familia para establecer los 18 años como edad mínima para casarse sin excepciones, muchas uniones infantiles y forzadas ocurren impulsadas por factores como la pobreza, embarazos adolescentes, violencia intrafamiliar, entre otros factores culturales.
Las consecuencias son graves: abandono escolar, embarazos en adolescentes, violencia física y psicológica, pérdida de autonomía y perpetuación del ciclo de pobreza, entre otros.

La campaña 2025 en Honduras
En el marco del Día Internacional y Nacional de la Niña, Plan Internacional Honduras lanza la campaña “Niñas Libres de Uniones Forzadas”, que busca visibilizar esta problemática.
Fortalecer programas comunitarios que prevengan las uniones forzadas, generar datos oficiales actualizados sobre Uniones Tempranas y Forzadas, empoderar a las niñas con información, servicios y oportunidades, respaldar el liderazgo de las niñas para el cambio social y fortalecer la difusión y aplicación del marco legal existente.
Asimismo, Plan Internacional desarrollará actividades emblemáticas como las “Tomas de Poder”, donde niñas y jóvenes asumen roles de liderazgo en instituciones públicas y privadas, para demostrar que su voz y participación son clave para transformar el país. Para prevenir las Uniones Infantiles y Forzadas, Plan International implementa programas comunitarios, de apoyo directo a niñas, trabaja con familias y líderes comunitarios, contribuye al fortalecimiento de leyes y políticas, así como la realización de campañas de concientización.
Buscamos que las familias, las comunidades y los Estados se conviertan en ambientes protectores que resguarden a las niñas de esta y otras formas de violencia. Llamado a la acción Plan International Honduras hace un llamado a todos los sectores para que las autoridades aseguren la implementación efectiva de las leyes y fortalezcan los mecanismos de protección, las comunidades y familias protejan a las niñas, prioricen la educación y generen entornos protectores y la sociedad en general reconozca que cada niña tiene derecho a vivir su niñez, estudiar, soñar y decidir su propio futuro. IR