Tokio – El estado de salud de la princesa Yuriko de Japón, la integrante más anciana de la familia imperial japonesa con 101 años, ha empeorado, según dijo este lunes la Agencia de la Casa Imperial japonesa.
Las funciones de su corazón y riñones está empeorando, dijo hoy Takeichiro Kuroda, Director General Adjunto de la Agencia de la Casa Imperial.
Yuriko fue ingresada en el Hospital internacional de St. Luke, en el centro de la capital japonesa, este marzo por un infarto cerebral y neumonía, donde todavía continúa recuperándose, y no ha hecho apariciones públicas desde el día de Año Nuevo, cuando asistió a una ceremonia en el Palacio Imperial de Tokio y visitó la residencia de los emperadores eméritos.
Yuriko es viuda del difunto príncipe Mikasa con el que se casó en 1941, y que era uno de los tres hermanos del emperador Hirohito, abuelo del actual emperador Naruhito, y que murió en 2016 a la edad de 100 años.
Las mujeres de la familia imperial japonesa ostentan actualmente un importante papel en el desempeño de funciones oficiales y las apariciones públicas de la institución, donde son mayoría pese a no contar con derechos sucesorios.
De los 17 miembros actuales de la familia imperial nipona, 12 son mujeres, esposas de príncipes o sus hijas sin desposar, ya que cuando las mujeres de la familia imperial contraen nupcias con varones plebeyos deben abandonar la genealogía familiar y sus funciones.
Esto ha ocasionado un apremiante problema sucesorio en un país con ley sálica en el que actualmente solo tres miembros tienen derechos sucesorios: el príncipe heredero Akishino, de 58 años; su hijo, el príncipe Hisahito (18), y el tío abuelo de este último, el príncipe Hitachi, de 88 años, hermano del emperador emérito Akihito (90).
El emperador Naruhito tiene una única hija, la princesa Aiko (22). EFE