Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Si el mes de mayo ha sido el más nefasto desde que inició la pandemia con los contagios y muertes, del otro lado de la cerca, las mujeres, y en especial las niñas, no la están pasando bien tampoco: 57 casos de abuso especial contra menores registra el Ministerio Público, el mayor número solo en el mes de mayo, y en un país, donde las medidas de restricción y confinamiento siguen sin ser suspendidas en una estrategia que busca contener la pandemia, pero de fondo, está golpeando severamente a las niñas y mujeres como grupo vulnerable.
Las cifras del Ministerio Público reportan 114 víctimas de abuso sexual en mayo de este año, siendo los departamentos de Francisco Morazán (28) y Cortés (19) con el mayor número de registros, seguido de Choluteca (13), Atlántida (13) El Paraíso (12) y Yoro (9). De los 18 departamentos del país, solo cinco no reportan en mayo casos de violencia de género.
De los 114 casos, 57 fueron consignados como abuso especial contra menores en las edades de 10 a 14 años y de 15 a 19 años, en tanto 9 casos en las edades de 5 a 9 años.
El informe delitos de violación del sexo femenino a nivel nacional, señala que, del total de víctimas consignadas, 87 casos están en un proceso de investigación, 23 con requerimientos fiscales, y al menos 66 de los casos fueron objeto de evaluaciones psicológicas por parte del equipo de Medicina Forense.
Cada hora una mujer es agredida
En tanto, 124 evaluaciones físicas hechas por las autoridades forenses se dieron en un 92 por ciento en menores de edad, mayormente niñas.
Estos hechos se producen en medio de las medidas de confinamiento decretadas por el gobierno en un afán por contener el avance de la pandemia del coronavirus con más de 245 mil casos de contagio y más de 6,600 fallecidos.
De acuerdo con las organizaciones de mujeres, en Honduras cada hora una mujer es víctima de una agresión física, muchas de las cuales se manifiestan en abusos sexuales. Y según el Ministerio Público diariamente se atienden un promedio de 15 a 20 denuncias diarias de violencia contra las mujeres en medio del confinamiento.
Un reporte de la organización Human Rights Watch de 2020, señala que numerosas mujeres de Honduras enfrentan altos niveles de violencia de género. El país tiene el segundo índice más alto de femicidios —definido como el homicidio de una mujer por un hombre debido a su género— de América Latina, según lo informado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
En promedio, una mujer es asesinada cada 23 horas, según surge de un informe del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
En Honduras, ONU-Mujeres ha advertido que, desde el estallido del coronavirus, la violencia contra las mujeres y las niñas se ha intensificado en países de todo el mundo. Si bien las medidas de bloqueo ayudan a limitar la propagación del virus, las mujeres y las niñas que sufren violencia en el hogar se encuentran cada vez más aisladas de las personas y los recursos que pueden ayudarlas.
Pandemia expone aún más a niñas y mujeres
En ese sentido, el Ministerio Público en su reporte de los abusos de mayo de 2021, deja sentir su preocupación por la escalada que se está registrando en las violaciones especiales de menores, pues más de la mitad de los casos en su poder, son contra niñas y mujeres que se encuentran en una clara posición de indefensión.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas, indica que el impacto del confinamiento profundiza la agonía entre las mujeres y niñas, víctimas de la violencia pues al estar encerradas con sus victimarios, en medio del confinamiento por el COVID-19, «aumenta la exposición de las mujeres y las niñas frente a sus agresores» y además limita su movilidad para pedir ayuda o huir.
Para enero de 2021, el Observatorio de violencia contra las mujeres 2021, del Centro de Derechos de la Mujer, solo el sistema nacional de emergencias recibió a nivel nacional a través del 911, al menos 5229 denuncias por violencia doméstica, 3,745 por violencia intrafamiliar, 53 por violación y 46 por acoso sexual.
Los casos van en ascenso y de acuerdo con las organizaciones de mujeres, la impunidad y las leyes penales que invisibilizan la violencia contra las mujeres hace que la curva de casos no baje, sino que experimente alzas preocupantes.
Helen Ocampo, del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), considera que el nuevo Código Penal vigente, es parte de esos efectos de impunidad, al contemplar reducción en las penas por violencia de género, incentivando así a los agresores de este tipo de violencias y delitos.
Organismos como el CDM y otras representaciones de mujeres, son del criterio que la nueva normativa presenta una involución de derechos que desfavorecen la lucha contra las mujeres, así como otros grupos vulnerables que luchan por reivindicar sus derechos humanos.
Los grupos vulnerables, entre ellos mujeres y niñas, siguen siendo el rostro invisible de la pandemia, obligando a los sectores de mujeres y humanitarios a generar campañas de concienciación con organismos internacionales para captar el interés público, promover la denuncia y lograr, desde los medios de comunicación social, un acompañamiento que por ahora ha tenido resultados satisfactorios en cuanto a colocar el problema en la agenda de la opinión pública.
En Honduras, el 60% de las víctimas, son por ataques de sus parejas, exparejas o alguien con quien tuvieron una relación afectiva, según un informe del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Las organizaciones de mujeres registran más casos, y alertan sobre la altísima impunidad en que quedan los casos, en donde los agresores casi siempre quedan libres. (PD)
