Tegucigalpa – El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), de Estados Unidos, anunció un plan para procesar a individuos elegibles que fueron obligados a regresar a México bajo los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), quienes tienen casos pendientes ante la Oficina Ejecutiva para Revisión de Casos de Inmigración (EOIR).
En ese sentido, a partir del 19 de febrero, el DHS comenzará la fase número uno de un esfuerzo encaminado a procesar individuos de manera segura y efectiva en la frontera suroeste, anunció EEUU en un comunicado difundido por su embajada en Tegucigalpa.
El nuevo proceso delineado por DHS es una manera más a través de la cual la administración Biden demuestra su compromiso con un sistema de inmigración humano, ordenado y seguro, apunta.
Esta última acción es otro paso de la administración Biden en su compromiso por reformar las políticas de inmigración que no se alinean con los valores de esa nación.
El proceso establecido recientemente aplica tan solo a ciertos individuos bajo el MPP. Únicamente los individuos quienes tienen casos activos ante la Oficina Ejecutiva para Revisión de Casos de Inmigración (EOIR), fueron retornados a México bajo el Programa MPP, y actualmente se encuentran fuera de los Estados Unidos, son elegibles para este proceso.
Los individuos sujetos al MPP quienes actualmente no tienen casos activos en el tribunal de inmigración, no serán procesados para arribar a Estados Unidos en este momento. Los individuos que entienden que sí son elegibles deben permanecer donde se encuentren, a la espera de más instrucciones, advierte.
Señala que eso no representa ningún cambio respecto a la aplicación de las leyes fronterizas. Este anuncio no debe interpretarse como una apertura para que las personas migren a Estados Unidos de forma irregular. “Continuaremos aplicando las leyes de inmigración de los Estados Unidos y las medidas de seguridad fronterizas a lo largo de este proceso”, enfatiza.
Apunta que prioriza la salud y seguridad del público estadounidense y de los migrantes durante el proceso. “Nuestros socios emplearán las precauciones de seguridad necesarias según las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), incluyendo el uso de mascarillas y el distanciamiento social”, apunta.
Añade que los individuos serán sometidos a pruebas de COVID-19 antes de ser procesados para llegar a Estados Unidos. El DHS solo procesará a individuos de conformidad con su capacidad para hacerlo de manera segura, y siempre y cuando pueda llevar a cabo sus objetivos importantes de seguridad nacional y de facilitación del comercio y los viajes.
Reitera que esa acción representa un esfuerzo de colaboración con una meta en común. A través de un enfoque a nivel de todo el gobierno, el DHS, el Departamento de Estado y el Departamento de Justicia colaborarán con socios internacionales -incluyendo al Gobierno de México, organizaciones internacionales y no gubernamentales- para procesar de manera segura a los individuos elegibles y proseguir con sus casos en EEUU.
Informa que en colaboración con organizaciones internacionales, el Gobierno de Estados Unidos establecerá un sistema de triaje en el norte de México, el cual identificará a individuos elegibles y priorizará y manejará el ingreso de información fuera de los puertos de entrada, y optimizará las llegadas de conformidad con la capacidad para procesar a los individuos de manera segura.
Existe un proceso de registro virtual que puede accederse desde cualquier localización y encontrarse en www.conecta.acnur.org. Una vez registrados, los individuos elegibles recibirán información adicional sobre cuándo y dónde deben presentarse.
La Oficina del Departamento de Estado de EEUU, indicó que la política del Gobierno es proteger su seguridad nacional y fronteriza, responder a los desafíos humanitarios en la frontera entre Estados Unidos y México, y asegurar la salud y la seguridad pública.
Medidas de bioseguridad
El Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional están trabajando en estrecha coordinación con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, así como con el gobierno mexicano y con organizaciones internacionales socias para implementar la reducción paulatina del programa de Protocolos de Protección de Migrantes (PPM, también conocidos como de “Permanencia en México”), poniendo énfasis en el cumplimiento pleno de las disposiciones federales, estatales y locales sobre salud pública.
A través de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado, Estados Unidos está brindando financiamiento a organizaciones internacionales socias que tienen experiencia en la realización de evaluaciones médicas de poblaciones migrantes en todo el mundo para asistir a las personas antes de su llegada a los puertos de ingreso a los Estados Unidos. Este proceso implica una coordinación directa con las autoridades y el sistema de salud del gobierno de México.
Cuando las personas lleguen a centros de coordinación fuera de Estados Unidos, las organizaciones socias brindarán a todas las personas que se hayan registrado previamente y tengan casos activos conforme a los PPM, así como a todas las personas que trabajen en el predio, una mascarilla que cumpla con las especificaciones de los CDC, en caso de que no hayan traído una propia. Se deberán usar mascarillas en todo momento durante la coordinación y el transporte, y los espacios se organizarán de modo de asegurar el distanciamiento físico.
Las organizaciones socias coordinarán la realización de prueba de antígenos, controles de temperatura y cuestionarios de salud en consonancia con lo establecido en las pautas y recomendaciones de los CDC para identificar a personas que tengan infecciones activas de COVID-19, contacto reciente con personas con coronavirus u otras enfermedades contagiosas.
Las personas que tengan casos activos conforme a los PPM no necesitan realizarse una prueba de COVID-19 en forma externa a este proceso, ya que sus organizaciones socias les realizarán pruebas al momento de llegada al centro de coordinación.
Las pruebas de antígenos de COVID-19 se realizarán al momento de la llegada al centro de coordinación, en la mayoría de los casos dentro de las 24 horas de haber viajado a un puerto de ingreso a EEUU, según lo establecido en las recomendaciones de los CDC, las pruebas de detección se repetirán cuando la prueba inicial no se haya realizado dentro de los tres días de la llegada de una persona a un puerto de ingreso a EEUU.
Las áreas de coordinación se organizarán de modo de asegurar un espacio acordonado para las personas que hayan recibido resultados negativos en las pruebas de antígenos, a efectos de que no entren en contacto con otras personas.
Quienes tengan resultados positivos en la prueba de detección de COVID-19 y presenten síntomas moderados o no tengan síntomas deberán aislarse durante 10 días de acuerdo con lo establecido en las políticas de las autoridades sanitarias mexicanas locales y en las pautas de los CDC.
Las personas que tengan resultados positivos y presenten síntomas severos recibirán tratamiento a través del sistema de salud mexicano. Los familiares que las acompañen también cumplirán cuarentena observando lo indicado por las pautas de los CDC y los requisitos de las autoridades sanitarias mexicanas.
En todos los sitios, se dará prioridad en todo momento a la unidad familiar. Una vez que las personas contagiadas completen los períodos de aislamiento y no manifiesten fiebre por 24 horas sin recibir medicamentos antifebriles, y que los familiares que estuvieron expuestos completen los períodos de cuarentena, nuestras organizaciones socias volverán a considerar la posibilidad de facilitar su llegada a un puerto de ingreso a EEUU.
Antes de que las personas lleguen al puerto de ingreso a EEUU, las organizaciones socias les brindarán una constancia de resultado negativo en la prueba de COVID-19 o de haber completado el aislamiento. Asimismo, las organizaciones socias brindarán una constancia de haber completado el período de cuarentena a los familiares de personas con resultado positivo en la prueba de COVID-19.
Las organizaciones socias también brindarán a cada persona que se declare que llegará a un puerto de ingreso a EEUU una tarjeta con información sanitaria de los CDC que recomienda a los viajeros realizarse pruebas de detección de COVID-19 entre tres y cinco días después de la llegada y aislarse voluntariamente por siete días, o aislarse voluntariamente por 10 días si los viajeros no son sometidos a prueba.
Una vez que se confirme que las personas tienen un caso activo conforme al PPM y se sometan satisfactoriamente a estos protocolos sobre COVID-19, las organizaciones socias transportarán a las personas hasta un puerto de ingreso a EEUU cumpliendo las pautas sobre distanciamiento físico. OM