Washington – Estados Unidos reanudó un acuerdo contractual con la empresa israelí Paragon Solutions, una de las tecnológicas de espionaje más poderosas del mundo, para el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas estadounidense (ICE, por sus siglas en inglés) después de que la Administración de Joe Biden lo pausara.
«Este contrato es para una solución propietaria completamente configurada, que incluye licencia, hardware, garantía, mantenimiento y capacitación. Esta modificación es para levantar la orden de suspensión de trabajo», recoge la nueva licitación publicada en el sistema de contratos federales que EFE pudo comprobar después de que lo reportara el medio especializado All-Source Intelligence.
El pasado 27 de septiembre de 2024, bajo la presidencia de Biden, EE.UU. firmó un contrato con Paragon Solutions para adquirir el software y otras licencias por valor de 2 millones de dólares.
Unos días después, el 8 de octubre de ese mismo año, la Administración paralizó el contrato porque detectaron que violaba una ley federal aprobada en 2023, bajo el mandato del demócrata, que prohibía al Gobierno utilizar un software espía comercial que presentara riesgos para la seguridad nacional.
Además, la Casa Blanca detectó conductas inapropiadas por parte de la empresa en otros países que iban en contra de la protección de la seguridad, los derechos humanos y las minorías, que buscaba la orden del demócrata.
Sin embargo, hace unos días, el pasado 3 de agosto, la Administración de Donald Trump decidió reactivarla.
Paragon cuenta con una poderosa herramienta similar al polémico Pegasus, el software espía también israelí que se utilizó para hackear cuentas de WhatsApp y a usuarios de iPhone y que afectó a personalidades importantes, entre ellos, políticos de alto nivel.
El de esta compañía se llama Graphite, y según recogen varios medios, ya se han detectado ataques con esta herramienta a periodistas europeos y activistas. Según The Washington Post habría llegado a defensores de migrantes y personas cercanas al Papa Francisco.
Este es un nuevo paso en la ofensiva contra los inmigrantes que la Administración de Donald Trump está llevando a cabo. Además de realizar redadas masivas, está deportando a personas a terceros países y se está encarcelando antes de celebrar un juicio. EFE
(vc)