Con la extensión del año escolar buscan recuperar parte del tiempo perdido por un grupo de docentes que se ha negado a dar clases, en protesta por la salida del poder del ex presidente Manuel Zelaya.
El calendario escolar manda un mínimo de 200 días de clase, no obstante hay docentes que se han ausentado de las aulas desde el 28 de junio.
Según un monitoreo de organismos de derechos humanos, la suspensión de clases ha afectado a centros educativos de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Olanchito y Tocoa.
En el resto del país, las clases han continuado con regularidad, según las fuentes.
Por esta razón, el ministro de Educación, Santos Elio Sosa, dijo hoy a periodistas que analizan las decisiones a seguir en cuanto a las sanciones y a la extensión o no del año escolar.
Para el caso, dijo que los centros educativos que no han visto alterado su calendario académico estarían concluyendo el año escolar en noviembre.
En los centros en los que una parte de los maestros ha trabajado y otra no, se estaría ordenando una readecuación del calendario académico y el año se extendería hasta la primera semana de diciembre.
El tercer caso, es el de los centros en los que los docentes han atendido a cabalidad los llamados de la dirigencia magisterial, que son los menos, se estaría extendiendo el año escolar hasta el 18 de diciembre, y en el peor de los casos, cancelando el período escolar.
En cuanto al tema del salario, Sosa dijo que no pagarán a los docentes que no han trabajado.
“Los docentes que no han perdido clases no deben tener temor, porque ellos tendrán su pago del mes, a los que no han estado laborando constantemente se les retendrá hasta que confirmen que han estado trabajando”, declaró.
El Ministerio Público ha canalizado denuncias de padres y madres de familia contra centros educativos y docentes que no han laborado.
Los resultados de las investigaciones serán remitidos a las autoridades educativas para que se deduzcan las responsabilidades del caso.







