Resolver los problemas de circulación vial en nuestras ciudades puede ir unido de una mejora en la calidad de vida y la experiencia urbana para todos los que convivimos en ella. Una de las acciones más sencillas -y que cumple con ambos requerimientos- es la de desarrollar distritos peatonales.
Los distritos peatonales funcionan cuando diferentes actividades que requieren movilizarse por vía de transporte público o vehículos personales pueden hacerse desplazándose como peatón. Esto implicaría que se reúnan actividades laborales, comerciales, de servicios, y residenciales de una forma accesible entre sí.
Nosotros hemos participado en algunos experimentos de desarrollar proyectos mixtos residenciales/laborales/comerciales y se logra algún efecto de reducir las movilizaciones vehiculares para hacer actividades de comercio o servicios, y hasta lograr integrar la vivienda con el trabajo en un mismo complejo. Al interior de estos complejos el desplazamiento es completamente a pie.
El efecto benéfico se multiplica al integrar estas comunidades a su entorno por medio de inversión en infraestructura y servicios que facilitan el traslado peatonal. Lo mas importante son las formas de circular. Esto incluye recuperación de aceras y derechos de vía, los cuales deben de ser para el traslado de peatones y áreas verdes y no para el estacionamiento de vehículos. Los cruces peatonales están debidamente señalizados, incluyendo ser elevados sobre las vías secundarias, y con medios mecánicos de autorizar el paso (semáforos peatonales, integrados con viales).
En las vías principales, se deben habilitar más cruces semaforizados. La pretensión de tener libre circulación vial en zonas densas urbanas no ayuda con la fluidez del tráfico en horas pico (ya que los embudos tienden a formarse en las intersecciones entre vías principales) y sí degradan de forma considerable la capacidad de circular a pie.
Para lograr que sean seguras, de pueden integrar los sistemas de cámaras de los diferentes inmuebles, con una presencia más visible de los guardias de seguridad, limpieza y mantenimiento de las áreas de circulación, y una participación policial más robusta en las etapas iniciales de implementación.
Para el sostenimiento nocturno se necesita inversión en iluminación, tanto de parte de la autoridad como de parte de los propietarios que deben asegurar una debida iluminación hacia el exterior desde sus propiedades.
Hemos participado en la creación de un proyecto de plan piloto para el área limitada por el Bulevar los Próceres , y el Bulevar Morazán -el cual está en proceso de socialización con la Alcaldía Municipal y otros actores con intereses en la zona-. Compartimos la propuesta parcial ya que creemos es útil recoger la opinión de las personas, y que pueda servir de insumo para otros sectores.
La ventaja para financiar estos proyectos es que producen un beneficio tangible económico y de buena voluntad a los propietarios de las edificaciones en la zona, por lo que es posible obtener contribuciones directas -de forma individual o colectiva- para llevar a cabo las diferentes obras. Al constituir una serie de proyectos independientes (semáforos, cruces peatonales, aceras, etc.), estos se pueden ir haciendo de forma gradual. Lo ideal es que los trabajos se hagan bajo la supervisión de la ciudad con contribuciones voluntarias de los interesados en la zona administrada por los mismos donantes. Así se evitan los problemas ocasionados por el manejo de recursos, ineficiencias de tener varios actores ejecutando un proyecto, y una mayor eficiencia y celeridad en la ejecución.
Creemos que trabajar en estos distritos peatonales puede resultar en un enorme beneficio para la ciudad. Con esto se logra reducir la carga vehicular, gastos de combustible, contaminación ambiental, y pérdida de tiempo de circulación no sólo para los residentes y ocupantes, sino también para la ciudad en general, al reducir la carga vial de parte del distrito.