Tegucigalpa – La migración en Honduras no solo tiene dos caras como lo tiene la moneda, los desplazados climáticos son otra arista de la migración en el país centroamericano, un grupo en crecimiento a causa del impacto del cambio climático en el territorio nacional.
– La cifra de hondureños desplazados se incrementó 21 veces al pasar de 14 mil 305 solicitantes de asilo en el 2014 a 301 mil 236 en el 2023.
-Actualmente existen 216 mil 873 hondureños solicitantes de asilo en distintos países del mundo, principalmente Estados Unidos, México y España.
Proceso Digital conversó sobre este tema con Kathryn Lo, jefa de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), quien señaló que los desastres y los impactos del cambio climático en Honduras también pueden desencadenar desplazamientos de personas y aumentar los riesgos para las comunidades afectadas.
El cambio climático afecta en especial a aquellas comunidades ubicadas en áreas de alto riesgo de desastres, que a su vez, son controladas por grupos de crimen organizado, reflexionó.
La alta funcionaria lamentó que dichas comunidades no solo sufren violencia, sino que también son extremadamente vulnerables a desastres como inundaciones y deslizamientos de tierra.
Asentamientos
Los asentamientos informales o aquellos que se han formado luego de que ocurren desastres, están expuestos en mayor medida a ser impactados por los desastres (deslizamientos de tierra o inundaciones), expuso Lo.
Seguidamente ejemplificó que, en Tegucigalpa, los habitantes de colonias como Nueva Capital, un asentamiento humano que se conformó luego del Huracán Mitch, o las colonia aledañas a la zona de los mercados de Comayagüela, enfrentan limitaciones en acceso a servicios públicos, riesgos exponenciales a desastres en la temporada de lluvias y libertades restringidas, debido al control que ejercen grupos de crimen organizados en la comunidad y el territorio.
Lo anterior tiene como resultado a varias víctimas que terminan convirtiéndose en desplazados climáticos.
Los efectos del cambio climático incrementan el riesgo que enfrentan las personas y amenazan derechos fundamentales como el derecho a permanecer en el lugar, el acceso al agua, la atención sanitaria y los medios de vida, favoreciendo las condiciones para que las personas se vean forzadas a desplazarse, apuntó.
Violencia
Los desplazados climáticos son el resultado de comunidades afectadas por una mala combinación entre violencia y los efectos del cambio climático.
De acuerdo a la representante de Acnur el control social y territorial de las organizaciones criminales y la violencia que ejercen debilitan significativamente el tejido social y la capacidad organizativa de las estructuras comunitarias en Honduras.
Lo anterior tiene un impacto directo en la preparación, mitigación de riesgos y respuesta durante la emergencia ante eventos climáticos extremos, dijo.
La combinación de violencia, falta de seguridad y condiciones ambientales adversas generan retos en áreas como la prevención, atención a personas impactadas, respuesta a corto plazo a víctimas y la capacidad de gestionar la pérdida de activos materiales como las viviendas o los medios de trabajo, así como las redes de apoyo, en escenarios de desplazamiento cuando convergen desastres y violencia, caviló.
Desafío
El cambio climático es un factor adicional y converge con la violencia que genera desplazamiento. Los impactos del cambio climático son actuales y requieren políticas que respondan no solo a la emergencia sino a los impactos de mediano plazo, mencionó.
Por tanto, es necesario identificar y analizar cuáles son las causas que generan desplazamiento en Honduras y sus impactos, para que las políticas permitan gestionar y mitigar riesgos, así como responder a necesidades e impactos de los desastres, especialmente, cuando estos ocurren con comunidades impactadas también por la violencia, razonó.
Por ejemplo, se ha identificado que en zonas que son consideradas como muy vulnerables ante desastres, pierden valor para las organizaciones criminales que ejercen control en la zona, lo cual implica que busquen expandir sus zonas mediante enfrentamientos, despojo de viviendas a nuevas zonas que se consideren menos vulnerables para ejercer control, explicó.
Este es un ejemplo de cómo se interrelacionan los efectos del cambio climático y la violencia generalizada. Es necesario abordar las causas estructurales del desplazamiento para disminuir los riesgos que enfrentan las personas, zanjó.
Ley
La Ley de Prevención, Atención y Protección a las personas desplazadas forzadamente está orientada a atender el desplazamiento por violencia generalizada y violaciones a derechos humanos.
La alta funcionaria destacó que, en las Américas, distintos países, incluyendo a Honduras, han avanzado en el establecimiento de marcos legales dirigidos a abordar el desplazamiento interno, que permiten abordar el desplazamiento forzado de forma integral.
Para esto, existe una institucionalidad y el Sistema Nacional de Respuesta al Desplazamiento Forzado Internamente, para responder al desplazamiento ocasionado por la violencia, dijo.
En contextos como Honduras, también es esencial analizar los marcos normativos que aborden impactos del cambio climático, y propiciar la organización de la respuesta institucional, para los desplazamientos forzados por los desastres, más allá de la respuesta en emergencias, acotó.
Todos somos vulnerables
Ya que nadie cuenta con una garantía de no ser víctima de los impactos del cambio climático o de la inseguridad, todos somos vulnerables ante el desplazamiento por razones climáticas.
Ya que los impactos del cambio climático intensifican los factores que provocan el desplazamiento forzado dentro y a través de las fronteras. Los impactos adversos del cambio climático también afectan la búsqueda y consecución de soluciones duraderas al desplazamiento, acentuó Lo.
Por lo tanto, todas las personas somos vulnerables, especialmente aquellos que ya están en situaciones que requieren de ayuda, cerró. (RO)