Tegucigalpa – La intempestiva advertencia de la presidenta Xiomara Castro de quitar la base militar de Estados Unidos en Palmerola, Comayagua, zona central de Honduras, como una medida de reciprocidad ante el anuncio del mandatario electo Donald Trump de ejecutar masivas deportaciones, es considerado como un mensaje “delicado, equivocado, fuerte e ideológico”, coinciden analistas.
– “Si hay una política inamistosa de Estados Unidos, pues nosotros tenemos también a replantearlos nuestra relación”, indicó el canciller Reina.
El anuncio de Castro hecho en cadena nacional de radio y televisión en el primer día de 2025 ha generado preocupación en la comunidad de migrantes, sectores sociales y analistas que consideran otro exabrupto por parte del actual gobierno en pleno año electoral y muchos problemas por resolver. Es importante mencionar que en agosto de 2024, la mandataria hondureña decidió eliminar el tratado de extradición con EEUU luego de la divulgación de un narcovideo en el que apareció su cuñado, Carlos Zelaya, pactando la entrega de aportes millonarios para la primera campaña electoral de Libre en noviembre de 2013.
La decisión prácticamente sólo es apoyada por los funcionarios de gobierno, quienes a través de las plataformas oficiales en redes sociales se volcaron para aplaudir la postura de Castro.
El esposo de la mandataria, Manuel Zelaya dijo que Honduras tiene una excelente relación con EEUU en defensa, seguridad, lucha contra el narcotráfico y comercial, por lo que se preguntó: “por qué deteriorarla, por qué va a venir una nueva administración a deteriorarla, somos aliados hasta geográfico igual que México”.
Sin embargo, respaldó que frente a una amenaza, la presidenta Castro llamó al diálogo al presidente electo Donald Trump.
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La Fuerza de Tarea Conjunta Bravo es una de dos fuerzas de tarea bajo el Comando Sur de los Estados Unidos. Ubicada en la Base Aérea Soto Cano, Honduras, la FTC-Bravo opera una base aérea avanzada, apta para todo tipo de clima durante día y noche, con capacidad para aeronaves C-5.
Operando desde la instalación militar hondureña ubicada en Palmerola, Comayagua, (construida en 1982) está formada por más de 500 militares estadounidenses y 500 civiles hondureños y estadounidenses.
Paradójicamente a la advertencia hacia Washington, la presidenta Castro destacó el aporte de los migrantes a la economía nacional con el envío hasta el 26 de diciembre de 2024 de 9 mil 627.9 millones de dólares en remesas.
Anuncio de presidenta busca proteger migrantes
El canciller Enrique Reina alegó que la decisión de la presidenta Xiomara Castro sobre analizar el retiro de la base militar norteamericana en Palmerola, lo que busca es proteger a miles de migrantes que se encuentran en Estados Unidos.
“La presidenta fue clara al manifestar que nosotros extendemos nuestra mano para una relación de amistad y cooperación con Estados Unidos, mantener un diálogo constructivo y la amistad con ellos”, manifestó.
Sin embargo -siguió el canciller- ante los posibles anuncios de deportaciones masivas y con un uso de medidas excesivas, pues creo que como país tenemos el derecho en protección a nuestras migrantes de replantearlos una relación.
Mencionó que existe una magnífica relación entre Honduras y EEUU en economía, comercio, cooperación, defensa y seguridad, pero si el país recibe un número exorbitante de personas y se les anda cazando bajo una especie de cacería humana, “pues también tenemos el derecho como nación de replantearlos estos temas, decir que aquí tenemos una base militar y cuál sería ante esta nueva realidad el beneficio mutuo”.
Rechazó que exista la intención de ofrecer el espacio ocupado por EEUU en la base militar de Palmerola a China o Rusia, “las bases de Estados Unidos en América Latina se han ido eliminando esos convenios en la mayor parte de los países y eso no es ideológico, no se trata de traer a nadie, lo lógico es que no tuviéramos presencia extranjera”.
Cardenal sugiere diálogo sin amenazas
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez recomendó el diálogo como herramienta para alcanzar metas y acuerdos en torno a la advertencia del gobierno de Honduras de retirar la base militar norteamericana de Palmerola en Comayagua, como medida de reciprocidad ante el anuncio de deportaciones masivas del presidente electo Donald Trump, quien asume el próximo 20 de enero.
Sobre la advertencia gubernamental de eliminar la base militar norteamericana en Palmerola, refirió que “tiene que haber diálogo y no es con amenazas que se logran alcanzar metas”.
“Yo diría, mejor esperemos, a saber, eso de pensar que van a llegar masas de deportados, no ombe, eso es imposible aun físicamente, ni que pusieran toda la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a traer deportados”, reflexionó.
Sobre los ligues de personajes políticos con el narcotráfico, el Cardenal Rodríguez señaló que “todos debemos dar cuentas a Dios de nuestras actuaciones, entonces el que hace el mal termina mal”.
Sobre la denuncia del tratado de extradición y la instalación de la CICIH, respondió que “son cosas ya que rayan, sinceramente ya cansa hablar de lo mismo, mejor hablemos de cosas buenas como qué es lo tiene cada persona como meta para este año”.
Prematuro y equivocado
Para el analista Graco Pérez la amenaza de la presidenta Xiomara Castro de retirar la base militar de Estados Unidos es Palmerola es una estrategia prematura y equivocada para un mandatario que ni siquiera ha asumido.
“Creo que están tomando un camino y una estrategia equivocada y prematura con un gobierno que ni siquiera ha asumido su posición”, declaró.
En ese sentido, Pérez indicó que este tipo de amenazas crea un ambiente de confrontación en lugar de acercamiento.
Comentó que la cooperación militar va más allá de una base, es también mantenimiento, lucha contra el narcotráfico, escuelas, caminos, brigadas de salud e infraestructura.
Asimismo, Pérez le dio la razón al canciller hondureño, Enrique Reina, que no requiere del Congreso Nacional para derogar ese convenio de cooperación militar.
Sin embargo, reveló que en el acuerdo contiene un anexo que establece que si se finaliza el convenio, todavía tendrá una vigencia de su terminación.
Escalada de crisis diplomática
A criterio del general en condición de retiro, Luis Alonso Maldonado la advertencia de la presidenta Xiomara Castro de eliminar la base norteamericana de Palmerola, no es más que una escalada en la crisis diplomática de Honduras con el país del norte.
“Esto es muy riesgoso para Honduras. En vez de abrir un espacio o una ventana de relaciones que dicho sea de paso el gobierno de Estados Unidos en la administración Biden junto a su par de Xiomara Castro, todos recordamos la aproximación en tres ámbitos de la política exterior: uno, en el ámbito migratorio; dos, en el ámbito de defensa y seguridad con la presencia de la titular del Comando Sur, Laura Richarson; y tres, las relaciones con el subsecretario Bryan Nichols”, esbozó.
Aseveró que “una orientación ideológica” está confundiendo la política exterior de Honduras para con el resto del mundo, lo que deriva en una crisis diplomática con mucho perjuicio para el país.
Reflexionó que Honduras no puede poner un condicionante a un anuncio de una política exterior de los EEUU, en vez de buscar los mecanismos que pudieran buscar condiciones más armoniosas y de conveniencia al pueblo hondureño con respecto a la migración como ser el Tratado de Protección Temporal (TPS) o los programas de visas de trabajo para jornaleros.
Finiquitó que el anuncio de la presidenta Castro sobre la base militar norteamericana en Palmerola, no es más que una escalada en el discurso confortativo que se suman a la denuncia del tratado de extradición, los enfrentamientos con la embajadora Laura Dogu, y las listas de personas corruptos emitidas por Washington.
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Agenda ideológica
De su lado, Juan Flores, presidente de la Fundación 15 de Septiembre con sede en Miami, Florida, acusó hoy de agenda ideológica el discurso emitido por la presidenta Xiomara Castro en cadena de radio y televisión.
Consideró que la amenaza de la presidenta Castro es delicada ya que el gobierno de Estados Unidos puede tomar acciones.
Cabe mencionar que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, advirtió en la cadena de radio y televisión que si el Gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, hace una deportación masiva de hondureños la base militar estadounidense en territorio hondureño no tendría razón de existir.
En ese contexto, Juan Flores recordó que los migrantes enviaron a Honduras más de nueve mil millones en concepto de remesas.
En ese sentido, pidió imaginar qué difícil sería para la economía nacional si el actual presidente Donald Trump decide imponer un arancel a las remesas.
Consideró que la presidenta Castro bota “a la basura” el trabajo que se hace desde la Sociedad Civil en pro de la comunidad migrante.
Advertencia fuerte
“Me da la impresión que sí hay un interés manifiesto en poder revisar este tratado bajo el espíritu que ha caracterizado a este gobierno en el sentido de que ellos sostienen la defensa de la soberanía, la dignidad como nación equivale a obtener algún grado de respeto en el marco de las relaciones bilaterales con Estados Unidos”, expresó el exembajador de Honduras en Cuba, Andrés Pavón.
Así reaccionó el también excandidato presidencial ante la advertencia de la presidenta Xiomara Castro de retirar la base aérea norteamericana ubicada en Palmerola, Comayagua, como una medida de reciprocidad ante el anuncio del presidente electo Donald Trump de ejecutar deportaciones masivas.
Pavón interpretó que si se trata de una acción de reciprocidad “me parece que es bastante fuerte al momento de querer presionar para evitar las deportaciones bajo la revisión de este tratado que da como resultado la base militar y la presencia norteamericana en Honduras”.
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Insistió que como una medida de reciprocidad por parte de Honduras “es un momento bastante interesante y que no lo habíamos pensado, quienes damos seguimiento a las políticas de este gobierno, y lo veo fuerte”.
Puntualizó que la historia dice que los imperios han pasado de subyugar las voluntades soberanas de los pueblos y las represiones pudieran darse, pero habría que ver si estamos preparados para responder con dignidad a un marco de soberanía nacional y con una política que le permita a la población resolver sus problemas críticos que se resuelven por las remesas que recibimos. JS