Tegucigalpa– Organizaciones sociales, campesinas y de derechos humanos de Honduras declararon “emergencia” en el departamento caribeño de Colón, principalmente en lo que se conoce como el valle del Aguán, por el “riesgo mortal” que enfrentan los campesinos organizados.
La tenencia de la tierra en el departamento de Colón ha causado un conflicto en las últimas décadas que ha dejado alrededor de 200 muertos y, según el alcalde de la zona, Francisco Funes, grupos criminales, narcotraficantes y políticos están involucrados en el conflicto agrario.
Las organizaciones alertaron sobre “una estrategia para desarticular la lucha campesina e indígena” en el país centroamericano, principalmente en Colón, donde mujeres, hombres y menores de edad viven «el terror cada día desde hace meses, agudizado en estos últimos días de enero».
Lamentaron que «los llamados de auxilio y solidaridad» de los campesinos organizados «no han tocado» al gobierno que preside Xiomara Castro, a quien acusan de ser «cómplice ahora» de lo que ocurre en Colón, una de las regiones más violentas del país por los problemas de tierra y el narcotráfico que han operado desde hace muchos años.
Las organizaciones cuestionaron que la Policía Nacional en el valle del Aguán “no interviene en favor de la vida” de los defensores de la tierra, mientras que los “mecanismos judiciales no se implementan efectivamente para capturar a los líderes de estos grupos que mantienen aterrorizadas a las familias campesinas”.
El movimiento campesino del Aguán denunció “la falta de cumplimiento” de los acuerdos firmados en febrero de 2022 por la presidenta hondureña, Xiomara Castro, con la Plataforma Agraria, organización que intenta recuperar tierras de campesinos, y la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (Copa), destinados a resolver una situación que “nunca debió alcanzar este nivel de violencia extrema e histórica” en el valle del Aguán.
Las organizaciones campesinas enfatizaron que el Gobierno de Castro y sus funcionarios “son cómplices de la agresión, el desplazamiento, la persecución, la criminalización y los asesinatos de las familias que están bajo fuego en el suelo sagrado de Honduras, que prometieron defender”, y aseguraron que, «a pesar de estar plenamente informados sobre la gravedad de la situación, no responden a la altura de la crisis letal».
“La gente del Aguán no está sola. Hacemos un llamado a todas las organizaciones y colectivos a unirse para proteger la vida de las familias campesinas que hoy están bajo fuego”, señalaron.
Expresaron su pesar por el asesinato de José Luis Hernández y Suyapa Guillén, miembros de la cooperativa campesina Gregorio Chávez, en un ataque ocurrido el viernes en la comunidad de Rigores, Colón. EFE/ir