Tegucigalpa – Desde un inicio se sabía que la elección del fiscal general y el adjunto del Ministerio Público sería un largo y espinoso camino por llevarse a cabo en un año electoral. Muchas circunstancias rodearon la víspera del proceso que culminaría con el nombramiento de Óscar Fernando Chinchilla y Rigoberto Cuellar, como primero y segundo al mando de la Fiscalía hondureña, respectivamente.
– Acusaciones y contra acusaciones marcaron la elección de las cabezas de la Fiscalía.
– Al final, una decena de diputados liberales se plegaron a la posición de la bancada mayoritaria en el Congreso: la nacionalista.
El proceso inició el 15 de agosto con la instalación de la Junta Proponente, órgano que luego mostró divisiones hasta que finalmente cuatro de sus siete integrantes originales, lograron el pasado viernes se entregar la nómina final a la comisión especial del Congreso Nacional.
Los aspirantes propuestos fueron: Óscar Fernando Chinchilla, María Antonia Navarro, Rolando Argueta, Rigoberto Cuellar y Ivis Discua Barrillas.
Los desacuerdos entre proponentes originaron lo que tres de los siete representantes abandonaran el cuerpo colegiado. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio; la rectora interina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos; y el representante de la Sociedad Civil, Carlos Hernández; decidieron apartarse del proceso.
A la par, algunos auto propuestos que aspiraban ser fiscales tomaron la misma determinación. Tal es el caso de los abogados Jair López y Rigoberto Cuellar, éste último reconsideró y continuó su carrera al objetivo final.
Sábado largo y tormentoso
Con la nómina de cinco candidatos finalistas, la comisión especial legislativa comenzó las audiencias públicas a tempranas horas del sábado.
La comisión estaba integrada por los diputados Mario Pérez -quien la presidió-, Welsy Vásquez, Abraham Kafati, Tomás Zambrano, Marvin Ponce y Augusto Cruz Asensio; abandonaron la comitiva: Juan Carlos Valenzuela, Yuri Sabas, Osman Aguilar y Germán Leitzelar.
Las audiencias públicas comenzaron a las 7:00 de la mañana del sábado, bajo un ambiente cordial y cortés entre los aspirantes.
Comparecieron en este orden: Rigoberto Cuellar, Rolando Argueta, María Antonia Navarro y Óscar Fernando Chinchilla. El turno final fue del ex magistrado Ivis Discua Barrillas quien al hacer uso de la palabra denunció que se retiraba de las audiencias públicas por considerar el proceso viciado. “La cúpula del Partido Nacional ya decidió quien será el fiscal general”, expresó ante la comisión legislativa y la prensa que cubre la crónica parlamentaria.
Eran alrededor de la 10:30 de la mañana del sábado y todas las audiencias estaban evacuadas; mientras en el otro extremo del edificio, comenzaba la sesión legislativa que tenía como objetivo nombrar al fiscal general y su adjunto.
Fue así como comenzó la reunión de la Cámara.
Al principio se conocieron decretos minúsculos en comparación con lo que se venía en la que sería una jornada extenuante.
Al filo de la 1:00 de la tarde se determinó una “pequeña pausa” que al final se alargaría por espacio de once horas.
Durante ese prolongado tiempo pasó de todo. Intensos cabildeos, reuniones en interiores y exteriores de la Cámara, protestas en los bajos del Congreso y hasta conatos de broncas, fueron el preludio de un accidentado debate.
Mientras eso ocurría otros diputados conversaban despreocupados, en tanto el Liberal Eleazar Juárez ahora miembro de Libre sonaba una campanita para sugerir pago de coimas.
Con el paso de los minutos, la bancada Liberal aseguraba seguir firme en sus determinaciones.
En varias ocasiones, el jefe de los diputados liberales, Yani Rosenthal, salió al paso de la prensa para comentar que congresistas de su partido tenían el voto comprometido con la línea mandada por las autoridades de la bandera rojo, blanco, rojo.
En tanto, el jefe de la bancada del Partido Nacional, Celin Discua, sorprendía con sus declaraciones. “(Óscar) Fernando Chinchilla y Rigoberto Cuellar son los profesionales del derecho que van a asumir los cargos”, expresó a periodistas. Eran aproximadamente la 1:25 de la tarde del sábado.
Después de la 11:00 de la noche se reanudaba la sesión parlamentaria luego de una prolongada espera, todos los diputados estaban en sus respectivas curules y así transcurrían las horas previas al esperado momento de la elección de los titulares del MP.
El debate se encendió en la Cámara con la presentación de una moción por parte del nacionalista Rodolfo Zelaya, quien después de dar lectura a un informe elaborado por la Comisión Interventora de la Fiscalía y en el que se denunciaba colusión de ciertos fiscales con el crimen organizado, se pedía llamar al director de fiscales, Rodolfo Ramírez Aldana, para que diera cuenta de las acciones incoadas al respecto.
Por espacio de más de una hora se empantanó la discusión entre diputados de todas las bancadas. Unos pedían cuentas a Ramírez Aldana, otro aseguraban que el informe ni siquiera había llegado a las manos del funcionario del Ministerio Público.
El debate terminó con la medición de fuerzas para sondear como iba a andar la votación final para elegir o no a los titulares de la Fiscalía hondureña.
Y los nominados son…
Fue así como el encargado de la comisión legislativa que llevó a cabo las audiencias públicas, Mario Pérez, se encargaba de leer el nombre de los dos nominados para ocupar los cargos de director general y su adjunto del Ministerio Público.
Inmediatamente se procedió a la votación, alegando que ‘‘el pueblo hondureño no podía estar desprotegido’’ al no tener un fiscal general que se encargara de la acción penal pública.
Entonces, a eso de la 1:21 de la mañana del domingo, la Cámara aprobó la elección de Óscar Fernando Chinchilla como nuevo fiscal general del Estado y a Rigoberto Cuellar como fiscal adjunto.
La elección contó con 90 votos a favor, cuatro más de los que se necesitaban para lograr la mayoría calificada. Mientras 38 se pronunciaron en contra.
Tanto Chinchilla como Cuellar estarán en sus cargos por un término de cinco años a partir de su juramentación la madrugada de este domingo.
A los 71 votos nacionalistas se sumaron los tres de la bancada del Partido Unificación Democrática (UD), cinco de la Democracia Cristiana (DC), y diez del Partido Liberal.
Los parlamentarios liberales que votaron a favor de la elección de las nuevas cabezas de la Fiscalía hondureña fueron: Adela Palacios (suplente de Marco Antonio Andino), Olman Maldonado, Norma Calderón, Danilo Carmelo Vásquez (suplente de Freddy Nájera), Bertilia Zepeda, Sonia Fajardo (suplente de Víctor Sabillón), Consuelo Bautista (suplente Gonzalo Rivera), Raúl Cerna (suplente de Joel Sandoval), René Osorio (suplente de Manuel Iván Fiallos) y Francis Hernández Canales (suplente de Felipe Zúniga).
Finalmente, a las 2:18 de la mañana, los nuevos funcionarios del Ministerio Público fueron nombrados en sus cargos. Chinchilla y Cuellar pasaron por el hemiciclo Legislativo en medio de aplausos y una lluvia de reflectores.
Independientemente de todo lo que rodeó el proceso de elección del fiscal general y el fiscal adjunto, lo cierto es que es un hecho consumado. El pueblo hondureño espera las mejores diligencias de los dos profesionales del derecho, quienes trabajarán a contra reloj para bajar la impunidad del 80 por ciento que denunció el ex fiscal Luis Rubí y que le costó el cargo.