Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec), publicados por el diario La Nación, indican que en 1997 la tasa de mortalidad era de 12 niños menores de un año muertos por cada 1.000 nacidos, por lo que la reducción ha sido sustancial.
Por su parte, el ministerio de Salud informó de que hará el anuncio oficial de este indicador para el año 2008 el próximo 16 de marzo, pero la ministra de esta cartera, María Luisa Ávila, confirmó que el año pasado sí se redujo la tasa de mortalidad, que en 2007 había sido de 10 muertes por cada 1.000 nacimientos.
La misma aseveración la hizo Carlos Samayoa, representante en Costa Rica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«Desde el 2007, Costa Rica tenía una de las tasas más bajas del continente, solo superada por Canadá, Estados Unidos, Cuba, Guadalupe, Chile, Puerto Rico y Martinica. Es posible que (en el 2008) incluso haya mejorado su posición regional», declaró Samayoa a La Nación.
Para Ávila, este buen resultado obedece a un mayor acceso con calidad, equidad y oportunidad en los servicios de salud del país.
La ministra añadió que es «difícil reducir aun más ese índice, pero no imposible», ampliando la cobertura de las vacunas en el primer año de vida, aunque la mayoría de estas muertes en el país obedecen sobre todo a malformaciones congénitas.