Tegucigalpa – El Congreso de Estados Unidos votará este viernes el acuerdo presupuestario alcanzado esta semana entre demócratas y republicanos para dotar de fondos al Gobierno federal durante los próximos diez meses y en el mismo se incluyen los fondos de la Alianza para la Prosperidad.
– El Plan Alianza pretende reducir las cifras de migración en la región y de forma especial la migración infantil que obligó a que el Gobierno hondureño declarara una emergencia humanitaria en 2014.
Los fondos acordados para el Triángulo Norte de Centroamérica representan un recorte de 250 millones de dólares respecto de la solicitud formulada por el presidente Barack Obama para enfrentar la oleada de niños de la región que llegaron en 2014 a la frontera estadounidense sin documentos ni acompañantes adultos.
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, anunció hoy que los senadores fijaron el voto sobre el presupuesto para este viernes justo después de que lo haga la Cámara de Representantes, por lo que los legisladores podrán comenzar su receso navideño al finalizar la jornada.
En conversación telefónica con Proceso Digital el embajador de Honduras ante el Pueblo y Gobierno de Estados Unidos, Jorge Millas Reyes, notificó que el estudió en el Congreso estadounidense es de aproximadamente 734 millones de dólares.
No obstante, indicó que aún desconoce si esta cifra ya fue aprobada en el acuerdo presupuestario alcanzado entre los representantes de los partidos Republicano y Demócrata.
El presidente estadounidense, Barack Obama, firmó la noche del miércoles una nueva prórroga del presupuesto federal hasta el 22 de diciembre, evitando así el cierre parcial del Gobierno a medianoche y dando más tiempo al Congreso para votar sobre el acuerdo.
Las actuales cuentas ya habían sido prorrogadas el pasado 11 de diciembre, cuando Obama también firmó la legislación del Congreso para evitar el anterior vencimiento, que estaba fijado para la medianoche de ese mismo día.
Los líderes del Congreso alcanzaron un acuerdo tentativo sobre el presupuesto federal por valor de 1.15 billones de dólares para el año fiscal 2016, que incluiría la extensión de exenciones fiscales y pondría fin a la prohibición de exportaciones de petróleo, entre otras medidas.
En el mismo presupuesto se deben incluir los fondos de la Alianza para la Prosperidad pero ningún senador se ha referido al tema.
En resumen los detalles de este presupuesto que regirá la economía de EEUU han sido tratados con hermetismos por las autoridades estadounidense y de los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) que no se han referido al tema en las últimas horas.
El referido plan tiene como objetivo que el Gobierno estadounidense apruebe fondos para que los países en mención puedan evitar otra ola de inmigración de decenas de miles de personas como la de 2014.
En ese orden, la portavoz de la Casa Blanca Katherine Vargas, ha dicho que el Congreso debe respaldar la petición del Gobierno de mil millones de dólares para financiar la llamada Alianza para la Prosperidad con El Salvador, Guatemala y Honduras, los países desde los que principalmente se generó la crisis humanitaria el año anterior.
A comienzos de año, la Administración del presidente Obama pidió al Congreso la aprobación de esos mil millones de dólares para ayudar a los tres países centroamericanos a mejorar sus economías y reducir la violencia, pero el legislativo aún no ha aprobado los fondos.
Como respuesta al éxodo de menores, en noviembre se presentó al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, el Plan Alianza para la Prosperidad por parte de los presidentes Juan Orlando Hernández de Honduras, Otto Pérez Molina de Guatemala (actualmente destituido del cargo y preso por corrupción) y Salvador Sánchez Cerén de El Salvador.
La iniciativa es la respuesta regional que los países del Triángulo Norte están dando al problema de la emigración irregular de estos países centroamericanos hacia los EEUU, de manera especial tratar de evitar la salida de menores no acompañados en esa ruta peligrosa y dura desde Centroamérica hacia suelo estadounidense.
El Plan pretende atacar las raíces de los problemas que generan la migración creando condiciones de vida superiores y generando oportunidades empresariales, educativas e institucionales de todo tipo para desalentar esa migración indocumentada.
Independientemente dela cantidad de fondos los mismos serán condicionados en un 75 por ciento.
Lo anterior significa que ninguno de los respectivos gobernantes del Triángulo Norte podrá acceder a esos fondos si no muestra resultados concretos en la lucha anticorrupción o si no es capaz, entre otras cosas, de establecer condiciones para el funcionamiento de fiscalías generales independientes que puedan perseguir y encarcelar a funcionarios corruptos.
En otras palabras los millones asignados están condicionado a que los gobiernos de Jimmy Morales, de Guatemala; Juan Orlando Hernández, de Honduras; y Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, sean capaces de mostrar avances en políticas públicas relacionadas con la transparencia, la persecución del crimen organizado, la disciplina fiscal o la regulación de los flujos migratorios hacia Estados Unidos, entre otros.