Tegucigalpa – Durante la pandemia de COVID-19, que inició a mediados de marzo en Honduras, ya son cerca de 3 mil privados de libertad los que abandonaron las 25 cárceles que componen el sistema penitenciario.
– A la fecha la población penitenciaria la componen 21 mil 543 internos.
Un reporte oficial del Poder Judicial al que Proceso Digital tuvo acceso indica que 2 mil 773 privados de libertad salieron de la cárcel haciendo uso de las figuras de preliberación, libertad condicional (viejo Código Penal), libertad por condicional (nuevo Código Penal), conmuta, cumplimiento de pena, prescripción de pena, enfermedad en etapa terminal y revisión de medidas.
De los 2 mil 773 reclusos, el 2 por ciento (44) han sido beneficiados hasta el 17 de septiembre por la medida de libertad condicional establecida en el nuevo Código Penal que entró en vigencia el 25 de junio de este año.
La aplicación del nuevo Código Penal ha logrado poner fuera de los barrotes a 44 personas bajo la figura de libertad condicional, de los cuales 15 fueron en Santa Bárbara, 13 en San Pedro Sula, siete en juzgados de jurisdicción nacional, cuatro en Támara, dos en Juticalpa y uno en Tela.
Entre los beneficios otorgados a los privados de libertad en el marco de la emergencia por coronavirus, se detallan: 1 mil 093 (39 por ciento) por preliberación; 653 (24 por ciento) por libertad condicional viejo Código Penal; 44 (2 por ciento) por libertad condicional en el nuevo Código Penal; 603 (22 por ciento) por conmuta; 281 (10 por ciento) por cumplimiento de pena, 3 (0 por ciento) por prescripción de la pena; 10 (0 por ciento) por enfermedad en etapa terminal y 86 (3 por ciento) por revisión de medidas menores.
De todo el universo de beneficiados, tres salieron por prescripción de la pena: uno en Choluteca, uno en La Paz y uno en Santa Bárbara.
Las conmutas pueden ser por pago de dinero, por trabajo comunitario, pago de multa en efectivo y pago de multa por trabajo comunitario, indica el informe oficial en poder de Proceso Digital.
La preliberación, libertad condicional, conmutas y cumplimiento de penas son las medidas que más han beneficiado a los internos durante la pandemia.
En el caso de la preliberación, libertad condicional -tanto viejo y como nuevo Código Penal- y revisión de medidas, no son libertades definitivas.
Cárcel de Támara
El recinto carcelario de Támara, que es el más grande del país, con alrededor de siete mil privados de libertad es la que más reclusos beneficiados con las medidas de liberación reporta con 734, seguido por el penal de Choluteca con 251, La Ceiba con 179, Gracias con 164, Juticalpa con 158 y El Progreso con 145.
La Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto en Támara, fue construida para 2 mil 500 internos, es decir que tiene 200 por ciento de sobrepoblación, por lo que este tipo de medidas ayudan a mejorar los espacios de convivencia en las ergástulas.
Sonados casos
Varios personajes involucrados en casos emblemáticos han sido beneficiados con el nuevo Código Penal y la medida de preliberación y libertad condicional.
El pasado 18 de abril, el exvicepresidente del Consejo de la Judicatura y de la Carrera Judicial, Teodoro Bonilla salió en libertad beneficiado por la figura de la preliberación.
El beneficio de preliberación lo gozan privados de libertad que están próximos a cumplir su condena y que tienen una buena conducta por lo que salen los fines de semana de la prisión, en este caso de Bonilla fue beneficiado por un decreto que emitió el Poder Judicial para los privados de libertad que cumplieran con los requisitos impuestos debido a la pandemia del coronavirus que afecta Honduras.
La medida para Bonilla venció el 29 de junio, pero al entrar en vigencia el nuevo Código Penal -cuatro días antes- el exfuncionario quedó en libertad al cumplir la condena.
Bonilla fue declarado culpable el 30 de junio de 2017, acusado por el delito de tráfico de influencias consumado por lo que fue condenado a seis años de reclusión.
Otro excarcelado fue el exalcalde de Juticalpa, Olancho, Ramón Sarmiento Escobar.
Sarmiento fue condenado por los delitos de posesión de arma comercial, almacenamiento de municiones de guerra y uso de documentos falsos, en perjuicio de la seguridad interior del Estado de Honduras y la fe pública en 2017.
El exedil recuperó su libertad de manera parcial por medio de la figura de la preliberación, beneficio que se otorga según lo establecido en la Ley del Sistema Penitenciario a los reos que han cumplido parte de su condena.
Igualmente, Mario Antonio Rojas Rodríguez (71), condenado a 15 años de cárcel por uno de los casos del desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), quedó en libertad al aplicársele la retroactividad de la ley con respecto a la vigencia del nuevo Código Penal.
Asimismo, la justicia hondureña dictó ocho años de cárcel para Ilsa Damaris Aguirre, condenada por el delito de lavado de activos en uno de los casos del megafraude al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), sin embargo saldrá libre en los próximos días al aplicársele el nuevo Código Penal. JS
