Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – La Casa Presidencial y su titular, la mandataria Xiomara Castro, optaron por aparcar la tradicional costumbre de mantenerse neutral en la contienda por el control del poder de cara a las próximas elecciones generales y abiertamente apuestan por dirigir la campaña de la candidata presidencial del oficialista partido Libre, Rixi Moncada, y pedir desde dicha tribuna el voto para ella con el fin de cumplir la meta de retener el poder y lograr un segundo mandato partidario.
Desde el lanzamiento de la entonces precandidatura presidencial de Moncada, el 1 de enero del 2024 en la hacienda particular de la familia presidencial, la carrera política de Rixi Moncada en Libre ha sido una decisión de la familia Zelaya. El partido la formalizó en las pasadas elecciones primarias del 9 de marzo del presente año.
La mandataria y su esposo, Manuel Zelaya, coordinador general de Libre, deciden todo el tinglado en la agrupación oficialista y como van las cosas son los que dirigen la campaña presidencial con un mayor protagonismo que la propia candidata Moncada.
La mandataria lleva semanas enteras, de hecho, cada aparición presidencial inaugurando o supervisando obras, apariciones en eventos internacionales, que se han convertido en auténticas jornadas para impulsar la candidatura de Moncada.
Al par, Castro, ataca como una de sus predilecciones, atacar a la oposición representada en los partidos Nacional y Liberal.
En la última asamblea de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON), aunque la mayoría de alcaldes asistentes pertenecen a los partidos opositores, la mandataria Castro pidió el voto para Moncada, lo que hizo que los delegados opositores corearan los nombres de sus partidos.

Evento internacional
Pero la campaña de la gobernante hondureña por la candidata presidencial de Libre escaló incluso a eventos internacionales, donde la audiencia son extranjeros que nada tienen que ver con la disputa electoral del país.
En la última asamblea de gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), integrada por los ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales (emisores) de los países miembros, la presidenta Castro intervino y lo más destacado de su discurso fue expresar su deseo que Moncada fuera la próxima mandataria hondureña y que la misma ya conocía la institución en su condición de exministra de Finanzas de Honduras.
Proclama anticipadamente su triunfo
El viernes anterior Castro incluso cruzó la línea roja al proclamar desde ya como futura ganadora de las elecciones a Moncada y con ello, ser la segunda mujer gobernante y retener para Libre el poder presidencial hondureño.
“Quiero felicitar por esta segunda victoria a la segunda mujer presidenta que asumirá en estas próximas elecciones. A la compañera Rixi Ramona Moncada”, fueron las palabras pronunciadas por la mandataria.
La expresión de Castro se hizo pocas horas después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) había realizado el sorteo de la posición de los cinco candidatos presidenciales en la papeleta de cara a las elecciones generales del 30 de noviembre.
Pero la mandataria no esperó, pese a que todavía faltan más de cinco meses para las elecciones y desde la tribuna presidencial declaró el triunfo de Moncada.

Impacto
La promoción de la candidata presidencial de Libre por parte de la mandataria puede convertirse en un arma de doble filo, debido a la baja popularidad de la gobernante.
De acuerdo al último Sondeo de Opinión Pública de parte del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), una unidad adscrita a la orden de los Jesuitas de la Iglesia Católica, la presidenta Castro recibe una valoración positiva promedio de 4.13 sobre 10 de los ciudadanos consultados.
Preocupa confrontación
En el marco de la campaña presidencial, legislativa y municipal, diversos sectores han llamado a los partidos políticos y candidatos a actuar con moderación y que eviten la confrontación que lleve a polarizar más a la sociedad hondureña.
Empresarios, iglesias, académicos y sociedad civil muestran su preocupación por el tono de los políticos y eso que la campaña electoral apenas comienza a tomar forma y se esperan más de cinco meses hasta el día de las elecciones, el 30 de noviembre del presente año.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), Daniel Fortín, pidió a los candidatos que bajen el tono de confrontación en el proceso electoral general.
Señaló que Honduras no es un país de confrontación, sino que todos los ciudadanos deberían estar unidos.

“Aquí no tenemos que estar peleando, todos queremos vivir en el mismo país, puede haber puntos de vista diferentes, pero aquí es donde queremos vivir en paz”, dijo a periodistas.
Fortín remarcó que con insultos, amenazas y confrontaciones; el país no podrá salir adelante.
De su lado, monseñor Henry Ruiz, obispo de la Diócesis de Trujillo, instó a los partidos a ofrecer una campaña electoral transparente, basada en propuestas reales y no en la búsqueda perversa del poder.
“El poder por sí solo, cuando se busca por ambición egoísta, se convierte en un instrumento para controlar la economía, manipular la vida social y oprimir al pueblo”.
El obispo Ruiz advirtió que muchas campañas en Honduras han perdido el rumbo al centrarse en ataques, insultos y falsedades en lugar de debatir ideas. “Cuando una campaña no tiene propuestas, asistimos a un circo lleno de mentiras que no sirve para nada. Eso no es una campaña electoral, es una burla para el pueblo”, criticó.
La socióloga y exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, afirmó que el país atraviesa momentos de alta tensión política en el marco de un proceso electoral cargado de incertidumbre, expectativas y serios riesgos democráticos.
“Estamos viviendo momentos donde nos acercamos a un proceso electoral con enormes desafíos. El tema del traslado del material electoral es uno de los más graves porque no ha habido rendición de cuentas”, expresó. (PD).