Washington – El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, revocó este lunes la prohibición impuesta por su predecesor en el cargo, el republicano Donald Trump, a los transgénero en las Fuerzas Armadas del país.
Biden firmó una orden ejecutiva que «establece la política de que todos los estadounidenses que estén cualificados para servir en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos deberían poder servir», según un comunicado de la Casa Blanca.
«El presidente Biden cree que la identidad de género no debería vetar el servicio militar, y que la fortaleza de EEUU se halla en su diversidad», indicó la nota.
El texto agregó que «permitir a todos los estadounidenses cualificados servir a su país bajo un uniforme es mejor para las Fuerzas Armadas y para el país, porque una fuerza incluyente es una fuerza más efectiva».
La medida fue publicada poco antes de que el general retirado Lloyd Austin jure este lunes su cargo como secretario de Defensa del Gobierno de Biden.
Esta decisión revoca las órdenes de Trump que prohibían la presencia de militares transgénero en las Fuerzas Armadas, e instruye al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional a que garanticen que todas las políticas sean coherentes con la medida.
Asimismo, establece que se identifiquen y examinen de inmediato los registros, así como su «corrección», de uniformados a los que se les haya denegado de forma involuntaria continuar sirviendo en las Fuerzas Armadas o que hayan sido dados de baja o apartados «sobre la base de la identidad de género o bajo circunstancias relacionadas con la identidad de género».
Durante su campaña electoral, Biden prometió que revocaría la prohibición de Trump y señaló que sería una de sus prioridades desde «el día 1», pero esta decisión no figuró en la batería de órdenes ejecutivas que Biden firmó el miércoles, horas después de su investidura.
La Administración de Barak Obama (2009-2017), en la que Biden fue vicepresidente, levantó una prohibición previa a los transgénero para servir en el Ejército en 2016.
Trump anunció en julio de 2017 que tenía la intención de prohibir a todas las personas transgénero trabajar en las Fuerzas Armadas «por los altos costos que implicaba», y posteriormente la Casa Blanca aconsejó que no se permitiera el alistamiento de personas que pudieran querer en un futuro someterse a una operación de cambio de sexo.
Finalmente, el Departamento de Defensa presentó en marzo de 2018 una normativa que establecía que las personas con «un historial de disforia de género (…) quedan descalificadas del servicio militar excepto bajo circunstancias limitadas».
Esta nueva normativa no recomendaba la expulsión de miembros de las Fuerzas Armadas que ya se hubieran sometido a una operación de cambio de sexo. (ag)