Tegucigalpa – El combate a la corrupción y la promoción de la inversión extranjera para crear naciones prósperas y seguras que permitan convertirlas en una historia de éxito en el hemisferio occidental del continente americano, son las principales bazas del plan del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, para Centroamérica.
– También impulsará la economía, inversiones y la lucha contra la criminalidad en la región centroamericana.
– Se compromete a destinar 4 mil millones de dólares en cuatro años en la región.
Biden, que como vicepresidente de la administración de Barack Obama impulsó el ya disuelto programa de la Alianza para la Prosperidad para las naciones del Triángulo Norte de la región, Guatemala, El Salvador y Honduras, busca darle continuidad a dicha iniciativa.
También se comprometió a desmantelar las políticas draconianas contra la migración que impulsó el actual inquilino de la Casa Blanca e incluso promover una reforma migratoria que permita la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
El programa de gobierno del tándem Joe Biden-Kamala Harris para asumir la conducción de la Casa Blanca como portaestandarte del Partido Demócrata señalaba que Estados Unidos debe impulsar la prosperidad y reforzar la seguridad en Centroamérica.
Un estudio del plan demócrata a cargo de Roberto Argüello y Carlos Iván AIzpurua, presidente y vicepresidente respectivamente de Advisors, una firma de consultoría que asesora a la reputada revista Fortune 500. Argüello a su vez es presidente de Vida y Éxito, una importante revista de negocios enfocada en Latinoamérica.
Según el estudio de Advisors, el plan demócrata considera que el hemisferio occidental tiene la potencialidad de ser seguro, próspero y democrático, para lo cual se debe lograr que Centroamérica y en especial las naciones del Triángulo Norte sean sólidas, seguras y con capacidad de “ofrecer oportunidades de futuro a su propia gente”.
Los autores señalan que los tres países del triángulo enfrentan desafíos por la violencia, las organizaciones criminales transnacionales, la pobreza extendida e instituciones estatales corruptas e ineficaces.
Lo anterior obliga a miles de familias a abandonarlo todo y emigrar para buscar una vida mejor, pero la respuesta del actual mandatario estadounidense Donald Trump ha sido impulsar políticas migratorias draconianas a fin de anular las políticas tradicionales de asilo norteamericano.
Pero el estudio de Advisors señala que Biden conoce que la forma más efectiva de “reducir la migración desde el Triángulo Norte es abordar de manera integral sus causas” y los factores que impulsan a las personas a abandonar sus países.
Indican que la corrupción es uno de los factores que impulsan a la gente salir de sus naciones, ya que desvían los recursos que deberían destinarse para infraestructura y educación, además de alejar la inversión extranjera y crear una crisis de legitimidad en las democracias frágiles, lo que les deja vulnerables ante el crimen organizado.
El estudio destaca que la corrupción es un “cáncer que está carcomiendo a los países del Triángulo Norte” y les impide avanzar en otros desafíos claves.
Los autores señalan que los esfuerzos de Trump para combatir la corrupción en el mundo han sido “inadecuados o inexistentes”.
Combate a corrupción
Argüello y Aizpurua destacan que Biden ha sido un luchador anticorrupción desde hace tiempo y por lo tanto tratará la lucha contra la corrupción en el Triángulo Norte como una prioridad principal por medio del revocamiento de visas y congelamiento de activos a los corruptos de Guatemala, El Salvador y Honduras.
El plan Biden para la región, según los directivos de Advisors, incluye incrementar la presencia de los agregados de los departamentos de Justicia (Fiscalía) y el Tesoro en las embajadas estadounidenses en la región para reforzar la lucha contra el crimen organizado y las actividades ilegales.
También se contempla crear una oficina como parte de la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro para investigar la corrupción en el Triángulo Norte.
Se fortalecerán los Ministerios Públicos de las tres naciones, priorizando fondos para capacitar fiscales en procedimientos anticorrupción especializados.
Apoyar los mecanismos anticorrupción existentes y crear una comisión regional para combatir dicho mal, construir instituciones nacionales sólidas y asistir a los fiscales nacionales.
El plan Biden busca el apoyo de las organizaciones de las Naciones Unidas (ONU), de Estados Americanos (OEA) y la de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que ya tienen experiencia en los casos.
Reducir pobreza
Otro de los puntos del programa de Biden para Centroamérica incluye reducir la pobreza, invirtiendo en el desarrollo económico y potencial de las personas.
Los autores señalan que Trump no entendió que la asistencia al desarrollo que ofrece Estados Unidos es una inversión vital para el desarrollo de la región, pero también lo es para la seguridad estadounidense.
La administración Biden, que comenzará el 20 de enero del 2021, abordará la inseguridad alimentaria, considerada la causa principal para la migración, al invertir en programas que combaten la desnutrición en el Triángulo Norte, especialmente Guatemala y el Corredor Seco a lo largo de la costa del Pacífico de Centroamérica.
Realizar inversiones estadounidenses que permitan el reintegro de los migrantes deportados, a fin de que no intenten regresar a suelo norteamericano. Se priorizará el desarrollo del capital humano, con programas de capacitación y otorgar más becas para que estudiantes de la región estudien en los Estados Unidos.
Economía
Por medio del Departamento del Tesoro se impulsarán reformas fiscales y su aplicación. Con el incremento de los ingresos fiscales, los gobiernos del Triángulo Norte pueden invertir más de sus propios dineros para “combatir la inseguridad y fortalecer el desarrollo económico”, según los autores.
A nivel regional se desarrollarán esfuerzos regionales para elaborar una estrategia para abordar la crisis climática. Se promoverá transacciones a energías limpias.
También se destaca que las economías de la región solo crecerán con la atracción de inversión privada, tanto extranjera como de sus connacionales.
La futura administración Biden aprovechará la inversión privada para promover estabilidad económica y generación de empleo, para lo cual trabajará con las instituciones financieras internacionales para el desarrollo de la infraestructura.
Se buscará también reducir los obstáculos a la inversión privada al priorizar el fortalecimiento del estado de derecho y mejorar la competitividad del Triángulo Norte mediante la modernización de las aduanas.
Se buscará reforzar las microfinanzas y la banca financiera inclusiva, indica el estudio de Advisors sobre el programa de Biden para Centroamérica, con prioridad a programas que empoderen a las mujeres.
El plan también busca modernizar las redes eléctricas, puertos y carreteras del Triángulo Norte para que las empresas puedan competir a nivel mundial. En ese sentido buscarán duplicar la capacidad del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC).
Para ello compromete una inversión de 4 mil millones de dólares, pero exigirá a los países de la región a que asignen cantidades sustanciales de recursos y emprendan reformas significativas y verificables. (PD)