Tegucigalpa/Buenos Aires (Por Jorge Sierra) – La periodista hondureña Belkis Martínez “la rompe” en el Diario La Nación de Buenos Aires, Argentina, donde llegó hace más de una década con una maleta cargada de sueños y que ha ido cumpliendo poco a poco, pero que hoy la sitúan como una de las comunicadoras más capaces en esa nación sudamericana.
– “Mi infancia fue pobre, pero muy feliz”, dijo durante una parte de la conversación en Buenos Aires.
– El haberme criado sin una figura paterna me llevó a buscar una forma de supervivencia. A los 19 años era gerente de una empresa de seguridad con 50 hombres bajo mi cargo. Me crie en un ambiente duro y eso me llevaba a buscar la manera de sobrevivir.
Desde hace 11 años vive en Argentina y trabaja en el Diario La Nación, uno de los más importantes del país sudamericano. Para la catracha el límite siempre ha sido el cielo y cosa que se le mete entre ceja y ceja, termina siendo un objetivo cumplido.
La hondureña conversó con Proceso Digital y detalló cada uno de los aspectos de su vida que hoy la tienen en el país de Carlos Cardel, Evita Perón, Mafalda, Diego Maradona, Lionel Messi y Javier Milei… sólo por mencionar algunos.
De entrada agradeció que todo lo que es se lo debe a su madre Alicia Cárcamo, de su padre no tiene recuerdos porque falleció cuando apenas tenía año y medio, es decir que creció sin una figura paterna que hizo sacara destrezas que la tienen triunfando en un país que no es el suyo.
Oriunda de Minas de Oro, un pequeño pueblo del departamento de Comayagua en la zona central de Honduras. Allí creció hasta los 11 años, luego se trasladó dos años a Tegucigalpa y por otros siete años se radicó en San Pedro Sula, hasta los 21 que viajó a la pampa argentina.
Esta comunicadora catracha tiene nueve hermanos, que ahora mismo están entre Estados Unidos, España y ella en Argentina. En Honduras viven cinco hermanos que se desempeñan en distintos rubros, en tanto su progenitora radica en Minas de Oro.
De su niñez en Minas de Oro rememoró que en su aula de escuela apenas eran cinco alumnos, todos primos y familiares, pero muy felices. “Vivíamos en una casa de adobe, sin pisos de cemento, era de tierra, y recuerdo que siempre jugábamos al fútbol en el patio de la vivienda. Siempre recuerdo esa infancia tan inocente, de alguna forma, con algunos pensamientos y ganas de poder triunfar para sacar adelante a los tuyos”, reflexionó.
Martínez expresó que quizás esas inquietudes la hicieron buscar un lugar en el mundo. “Siempre fui inquieta, como una persona que sabía que no siempre iba a estar siempre ahí. Si bien nací en Honduras, pertenezco ahí, pero sabía desde el principio que iba a salir de ese lugar y que buscaría un lugar mejor. La idea y el potencial que veía en mí me llevaba a pensar que lo haría, que lo lograría y que lucharía por mis ideales”, describió.
Narró que su abuela siempre le llamaba “La Cenicienta” porque se la pasaba en la casa limpiando, mientras el resto estaba muy cómodo en sus cosas. “¿Por qué limpiaba? Porque quería estar bien donde estaba, eso me hacía creer que como dependía de mí misma para estar bien, iba a poder a poder llegar donde quería. Desde chiquita me proponía cosas, era muy dedicada, y todo eso me llevó a estar en el lugar donde estoy hoy”.
Gusanito del periodismo
Cuando era una niña junto a su hermana, que hoy es enfermera en Honduras, escuchaban un radio de pilas que transmitía los noticieros de HRN, entonces ambas simulaban ser periodistas y locutaban las noticias y se decían que cuando fueran grandes desempeñarían la profesión.
En Honduras estudió Ingeniería en Finanzas en la Universidad Tecnológica Centroamericana (UTH), pero la abandonó cuando se fue a la Argentina para indagar lo que sería su futuro que al final terminó egresando de la carrera de periodismo.
Belkis Martínez confesó que aunque desde pequeña siempre quiso ser periodista, al iniciarse tras egresar de perito mercantil se vio prácticamente obligada a estudiar finanzas para asegurar una plaza laboral en la empresa donde hizo sus pininos profesionales.
Contó que llegó a Buenos Aires con toda la necesidad de poder crecer y abrirse camino en un país con cero contactos y sin conocer absolutamente a nadie.
El destino la llevó a Argentina
Dijo que siendo todavía muy joven, allá por 2010, comenzó a relacionarse con un joven cordobés -de Córdoba, Argentina- vía Messenger MSN. “Fue por error porque lo encontré en la red y le pregunté si era el Nelson que yo buscaba y me dijo que no, que él era cordobés, pero ahí nació una bonita relación y al cabo de año y medio me llevó a la Argentina”.
Fue en mayo de 2011 que viajó por primera vez a Argentina por invitación de una persona que pudo ser alguien malo, pero que en la práctica no fue. Se quedó por un mes en la capital argentina, luego volvió a Honduras aunque ya no tenía empleo porque había renunciado justo para viajar a Sudamérica.
Citó que “el haberme criado sin una figura paterna me llevó a buscar una forma de supervivencia. A los 19 años era gerente de una empresa de seguridad -ZEUS- con 50 hombres bajo mi cargo. Me crie en un ambiente duro y eso me llevaba a buscar la manera de sobrevivir y a asumir retos”.
Sin empleo, luego de ser gerente de una empresa de seguridad pasó a trabajar en tiendas Carrión, ubicada en Choloma, pegando las etiquetas de los precios de la ropa. De tres salarios mínimos que llegó a ganar pasó a apenas ganar un salario mínimo.
“Luego me llaman de la empresa de seguridad y me preguntan qué estaba haciendo. Terminé volviendo con ellos, pero ya no en el cargo que estuve inicialmente, me desempeñé en un puesto de contactos con clientes que buscaban los servicios de la compañía. Sin embargo, ya tenía a Buenos Aires en la cabeza, la ciudad me había volado la cabeza, la ciudad es alucinante, es hermosa”, describió.
Fue así que comenzó a ahorrar para poder cumplir su sueño de viajar nuevamente a Buenos Aires.
En septiembre de 2012 regresó a la capital argentina e intentó enrolarse en algún trabajo online, pero no lo consiguió. “Pasé muy cosas que no las puedo contar en esta nota porque fueron muy duras”, dijo.
En su segundo viaje a Argentina no pudo contactar al chico que la llevó inicialmente a ese país. Luego ingresó a estudiar periodismo en la Universidad de Palermo. “Una persona me ayudó, pero lo perdí hace un poco más de un año, se me murió, era mi pareja, así que también estoy atravesando toda esa situación”, relató con un gesto desconcertado.
Fue así que en 2017 se graduó como licenciada en periodismo tras haber ingresado en 2013.
Su ingreso a La Nación
Dijo que en Argentina sucede lo mismo que en Honduras. Muchos logran egresar de la carrera, pero les cuesta ingresar al mundo laboral porque no son muchas las oportunidades.
Describió que le pidió a catedrático que tuvo en la Universidad de Palermo que le ayudara a visitar la sala de redacción del Diario La Nación ya que el periódico acababa de estrenar nuevas instalaciones y en las facultades de periodismo se hablaba mucho de los modernas que eran.
Fue en la navidad de 2017 que el maestro la invitó a visitar la redacción del diario. “Fue una maravillosa experiencia y me dije tengo que trabajar aquí, entonces uno de los periodistas me preguntó si estaba visitando el diario como parte de mi maestría. Ese día me fui con esa idea de la maestría como parte para poder llegar a laborar en ese medio. Empecé a averiguar lo de la maestría, era carísima, no la podía pagar… le comenté a mi pareja y decidimos tomar el reto”.
La hondureña dijo que sus primeros trabajos los hizo en periodismo deportivo e incluso hizo un par de colaboraciones para Diario Diez.
En Diario La Nación comenzó a laborar en 2020 en las fuentes de economía y sector agropecuario. Agregó que como ocurre en el periodismo en todos lados se gana mal y en Argentina mucho más porque el sueldo se lo come la inflación.
Sus ocupaciones la llevan a viajar constantemente al interior de la Argentina, pero también ha ido a coberturas o asignaciones en Brasil, Costa Rica y Estados Unidos.
Desde 2016 no visitaba Honduras, pero recién volvió a visitar amigos y familiares. Tuvo la oportunidad de reencontrarse con su madre el año pasado en Estados Unidos. Belkis es residente legal en Argentina y está autorizada a hacer cualquier tipo de transacción legal.
“Mis planes son quedarme acá en Argentina, siento que todavía me faltan muchas cosas por hacer, sé que las voy a lograr porque las tengo en la mira. En la profesión le meto muchas ganas, compito con gente que está hace 35 años”, dijo con mucha seguridad.
En Honduras era hincha del Marathón de San Pedro Sula, mientras en Argentina es seguidora del River Plate.
En su mensaje final, Belkis Martínez expresó que “en la vida no hay imposibles, para el caso recién entrevisté al presidente Javier Milei, lo seguí y me metí, me puse al lado de él y lo empecé a entrevistar”.
Entre sus entrevistas también figuran: el expresidente Mauricio Macri, los deportistas Diego Milito, Gerardo Martino, Jerry Bengtson (cuando jugó en Belgrano), Roberto Abbondanzieri, entre muchos otros.
jsierra@proceso.hn