Tegucigalpa – La desaparición de la joven Belkis Suyapa Molina (23) va en camino a reeditar la enigmática historia detrás de Angie Peña, de quien no se tiene información desde el 1 de enero de este 2022, es decir hace 217 días.
– La ciudad de la Esperanza teje otra triste historia que se suma a la de Keyla Martínez, por mencionar algunos casos recientes.
– Angie, 217 días desaparecida. Belkis, 16 días desaparecida.
En el caso de Belkis Molina, ella desapareció misteriosamente desde el pasado 21 de julio, hace dos semanas, por lo que sus familiares y amigos han mediatizado el caso para que no se repita lo ocurrido a la joven Peña.
La relativa tranquilidad en La Esperanza se interrumpió cuando se conoció la desaparición de Belkis Suyapa, quien se desempeñaba como empleada de la Cooperativa Mixta Lempira Sur (COMLESUL) en esa ciudad occidental del país.
La joven originaria de San Francisco, Lempira, desapareció al salir del trabajo hacia su casa de habitación el pasado jueves 21 de julio y aún su familia desconoce su paradero.
Desde ese día la joven, quien fue vista por última vez como a las 5 de la tarde por vecinos, luego desapareció mientras se transportaba en su vehículo tipo camioneta que tampoco aparece y no hay ninguna pista de la joven.
En medio de la angustia la familia acudió a realizar la denuncia que ha alertado a las autoridades y a muchas organizaciones entre estas ONU Mujeres y CARE, que conjuntamente han hecho pronunciamientos abogando por la pronta aparición de la joven.
En la ciudad de La Esperanza se han llevado a cabo manifestaciones y protestas para que las autoridades ofrezcan una respuesta a la desaparición de Belkis. La situación se ha ido tornando dramático al grado que sus pobladores han paralizado las operaciones en esa zona del país.
Isabel Gómez, madre de Belkis, ha hecho llamados angustiosos a la presidente Xiomara Castro, para que le ayude a que las autoridades investiguen.
“Que me devuelvan viva a mi hija, yo ya estoy vieja y no soy nada sin mi hija”, dijo doña Isabel, quien refirió que ella tuvo la última comunicación con su hija el miércoles, un día antes de su desaparición.
La Policía informó este viernes la captura de una persona relacionada a la desaparición de Belkis. El detenido responde al nombre de Alexis Noé Lemus, quien es el gerente de la cooperativa donde la joven laboraba al momento de su desaparición.
“Dios sabe lo que hace, el que nada debe nada teme”, dijo Lemus al tiempo que aseguró no saber nada de lo que le están imputando.
De acuerdo a datos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), se han reportado 224 personas desaparecidas durante el presente año, sin embargo, 151 han sido recuperadas, comunicó el jefe de la Unidad de Comunicación Estratégica, Cristian Nolasco.
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Las niñas en peligro
La secretaria ejecutiva de la Comisión Presidencial contra la Explotación Sexual y Trata de Personas (CICESCT), Sua Martínez Ibarra, alertó que las redes de trata se mantienen activas, no solo en Honduras, sino también en la región.
En entrevista con Proceso Digital, la funcionaria mencionó que existe un aumento terrible de niñas desaparecidas que son captadas, muchos de los casos llegan solamente al rapto o al término desaparición y no precisamente a la trata de personas.
Explicó que de la desaparición de una persona se derivan otros delitos como el secuestro, por lo que es importante en primera instancia hacer las separaciones para llegar a calificarlo como una trata de personas.
Con respecto al caso de Belkis, dijo que han sostenido pláticas con la familia de la joven, así como entidades de investigación y siguen de cerca todo lo relacionado con su desaparición.
“Es una familia que está sufriendo, es un vacío que hay por su desaparición, al igual que otros casos de niñas que corrieron la misma suerte”, expresó.
Martínez pidió a los padres de familia que cuiden más a sus hijos y que en todo momento mantengan comunicación con ellos para conocer los peligros que se ciernen sobre ellos.
Hizo un llamado a los operadores de justicia para que no cierren las investigaciones, que redoblen los esfuerzos para lograr el paradero de las niñas desaparecidas, así como con los responsables de estos flagelos.
De acuerdo a datos del CICESCT, en 2021 fueron rescatadas 101 personas y en lo que va de 2022 suman 35 los casos, siendo la última una niña que estaba con tratantes en Danlí, El Paraíso.
Refirió que el 51 % de estas víctimas son niñas de 8 -16 años, pero también figuran hombres y miembros de la comunidad LGTBI.
Desmenuzó que entre los flagelos ligados a la trata se derivan la explotación sexual, la mendicidad forzada, ciberdelitos y pornografía infantil.
Recordó que la trata de personas es el segundo negocio más lucrativo después del tráfico de estupefacientes, al tiempo que hizo un llamado para que la población denuncie estos casos a la línea 8990-5187, donde se recibirán las denuncias bajo secretividad.
Puntualizó que el delito de trata es invisible y la investigación tarda en llegar a sus víctimas, habiendo personas que fueron sometidos hasta tres años en explotación sexual y hasta que lograron escaparse se conocen sus casos. “No sabemos en qué momentos varios hombres están vendiendo a una niña y esta situación es la que queremos desbaratar para prevenir los delitos de trata”, concluyó.
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En tanto, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, prometió este viernes que el caso de Belkis Molina tendrá una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
“El caso de la joven Belkis se va a resolver”, dijo Villanueva en escuetas declaraciones.
Descomposición de la sociedad
A criterio del sociólogo Pablo Carías la desaparición de mujeres y niñas es una señal del proceso de descomposición que está sufriendo la sociedad hondureña.
“Creo que es parte del proceso de descomposición que está viviendo la sociedad, en la que ha aumentado los niveles de inseguridad con temas que en el pasado no aparecían tan elevados”, dijo en comunicación con Proceso Digital.
Carías manifestó que los casos de desaparición de mujeres provocan que se aumente la inseguridad con una percepción que ningún sector pueda sentirse seguro.
En el pasado había sectores de la sociedad que por su condición de vulnerabilidad se consideraban protegidos, expuso.
No obstante, consideró que mujeres y niñas desaparecidas son parte de la inseguridad que está viviendo la población hondureña en sus diferentes manifestaciones.
Además, puntualizó que actualmente la desaparición de mujeres es más visible pero que está ocurriendo con más frecuencia en los últimos años en el interior del país.
Lamentó que muchos de estos casos no son resueltos por la falta de capacidad de los órganos de investigación.
En Honduras hay miles de casos que se quedan en la impunidad y en el anonimato, es general en todos los delitos, no solo con los homicidios, analizó.
Concluyó que en el país no hay capacidad y que se ha fracasado en la investigación, judicialización y castigos a los criminales.
El crimen penetra todo tipo de sistema
“Sobre este delito -desapariciones- existe una gran logística a su alrededor operando, son crímenes casi perfectos, podríamos decir que se trata de crimen organizado y todos sabemos lo que eso implica, tienen inteligencia a su disposición y eso dificulta su persecución”, comenzó diciendo Gonzalo Sánchez en conversación con Proceso Digital.
Además -dijo el experto-, en estas operaciones están involucradas redes, no solo nacionales, sino internacionales dedicadas al tráfico de personas, narcotráfico, prostitución y no descartar el tráfico de órganos, entre otras acechanzas. Resolver estos casos, es complicado no solo para Honduras, sino para todos los países que sufren de este flagelo.
Sánchez, analizó que tampoco se puede dejar de pensar que los cuerpos de investigación, puedan estar siendo infiltrados por la criminalidad, creo que voluntad para que haya resultados de parte del Estado, siempre ha habido, lo que pasa que resolver crímenes como los que suceden en el mar no es una tarea sencilla para ninguna policía del mundo.
Detrás de todo esto hay cuantiosos negocios y muy rentables, hay cualquier cantidad de dinero invertido, cuando se trata raptar a alguien, también invierten y pagan impunidad, operan organizadamente y eso deja un constante enfrentamiento con la autoridad, cada vez la forma para operar, es más sofisticada y eso hace un crimen perfecto, amplió.
Si hablamos que se trata de crimen organizado, podríamos estarnos refiriendo a profesionales que trabajan para estas redes, médicos, expertos en tecnología y otras ramas, Este flagelo debe abordarse con mucha más propiedad, inteligencia y celeridad, porque no se trata de gente común y corriente delinquiendo, aquí hay gente de élite.
El sistema para investigar estos crímenes existe y no es malo, pero si no hay una pronta reacción de los investigadores, los criminales se encuentran en ventaja y eso da tiempo de cruzar hasta fronteras, entonces los conceptos jurisdiccionales ya requieren otro protocolo y eso solo dilata las indagaciones, la asistencia internacional sigue siendo necesaria.
Ahora hay mayor visibilización
Para la defensora de derechos humanos y activista feminista, Honorina Rodríguez la desaparición de niñas o mujeres en el país no es algo nuevo, simplemente no era visibilizados como ahora.
Adicionó que el papel de los medios de comunicación es determinante porque mantienen este terrible flagelo en la palestra, una situación que antes no ocurría.
Rodríguez señaló que los entes encargados de la investigación criminal deben tener registros mucho más robustos de los que tienen las instituciones dedicadas a proteger los derechos de las mujeres.
Propuso que se reasignen los recursos para afrontar la trata de personas y todos los delitos conexos. PD
