Nairobi – Al menos 34 migrantes murieron este lunes al hundirse el barco en el que navegaban frente a la costa de Yibuti, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El naufragio ocurrió «después de que su barco volcara mientras los traficantes los transportaban desde Yemen», precisó la OIM en su cuenta de la red social Twitter.
«Se cree que unas sesenta personas iban a bordo», agregó la organización, sin concretar las nacionalidades de las víctimas.
El director regional de la OIM para el Este y el Cuerno de África, Mohammed Abdiker, lamentó los fallecimientos y recordó que se trata de la «segunda tragedia de este tipo en poco más de un mes».
El pasado 3 de marzo se contabilizaron, según Abdiker, «veinte muertos y varios heridos» en aguas también de Yibuti, después de que al menos ochenta migrantes fueran arrojados por traficantes al mar de una embarcación abarrotada que había partido de ese país con rumbo a Yemen.
«Detener y enjuiciar a los traficantes de personas y contrabandistas que explotan las vulnerabilidades de los migrantes debe convertirse en una prioridad. Demasiadas vidas perdidas innecesariamente», subrayó el director regional en su cuenta de Twitter.
El pasado 17 de octubre, al menos otros doce migrantes etíopes – de un grupo de 50 – murieron frente al pueblo costero yibutí de Obock tras ser arrojados por traficantes cuando intentaban volver de Yemen.
Y apenas doce días antes, en un suceso similar, fallecieron otros ocho migrantes y varios resultaron heridos, según cifras de la OIM.
Con el cierre de fronteras entre Yemen y Arabia Saudí debido a la pandemia de covid-19, miles de migrantes han estado esperando en Yibuti el momento de comenzar la travesía.
El número de migrantes que usó la ruta marítima entre el Cuerno de África y Yemen en 2019 superó por segundo año consecutivo el flujo de la ruta del Mediterráneo, con 138.000 personas -en su mayoría etíopes- que cruzaron el golfo de Adén, según la OIM. JP
