Tegucigalpa – Tal como estaba previsto, este 1 de mayo se conmemoró el Día Internacional del Trabajador con manifestaciones en las principales ciudades del país. Desde tempranas horas, sindicatos comenzaron a organizar pancartas y recorridos; sin embargo, la jornada ha estado marcada por un claro viraje del protagonismo: de los trabajadores a los políticos.
– Una mujer que realizaba una protesta antigobierno estuvo a punto de ser linchada por dirigentes de Libre.
La participación del Partido Libertad y Refundación (Libre) acaparó los espacios tradicionales de la marcha. Diputados y funcionarios del partido oficialista desfilaron vistiendo colores rojo y negro, acompañados de símbolos alusivos al socialismo. El expresidente y líder de Libre, Manuel Zelaya Rosales, fue una de las figuras centrales, apareciendo en su característico vehículo descapotable, desde donde ofreció discursos sobre temas controversiales como el narcovideo que involucra a su hermano Carlos Zelaya, la imposición de la lectura del libro “El Golpe de Estado 28-J” y la continuidad del proyecto político de Libre a través de su candidata Rixi Moncada.
Zelaya también aprovechó la ocasión para defender la gestión de su esposa, la presidenta Xiomara Castro, destacando los logros alcanzados tanto en su administración como en la actual.
Por su parte, en cadena nacional de radio y televisión, la presidenta Castro aseguró haber cumplido compromisos con los trabajadores. Resaltó la derogación de la Ley de Empleo por Hora, incrementos salariales en sectores como el magisterio, el cumplimiento del Estatuto Docente, el pago de deudas pendientes, la asignación de plazas en salud y la reactivación del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa).


Un destello de voz sindical
A pesar del discurso oficial, algunas voces sindicales cuestionaron que la marcha se convirtiera en un mitin político más que en una reivindicación laboral. Entre los pocos reclamos que lograron sobresalir se encuentran los del personal del IHSS, que denunció falta de recursos para contratar enfermeras, contrastando con el alto salario del gerente del instituto.
También los maestros del programa PROHECO se manifestaron denunciando el impago de cuatro meses de salario y declararon estar en “calamidad doméstica”.
Otros líderes políticos como diputados de la oposición han aprovechado los espacios desde la comodidad de sus pantallas digitales, para su crítica al gobierno al tiempo que han felicitado a la debilitada clase obrera y abogan por leyes que podrían generar empleo. Hasta el momento los grandes ausentes han sido los candidatos presidenciales que en el Dìa del Trabajador no han podido plasmar sus propuestas laborales.

Un pacto que no llega
Desde el sector privado, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) lanzó un fuerte mensaje en favor del empleo, colocando mantas gigantes en su sede con el lema: “Honduras no puede esperar más. El empleo debe ser prioridad”. La presidenta de Cohep, Anabel Gallardo, pidió un pacto nacional por el empleo y exhortó a los empresarios a replicar el mensaje en sus negocios.
En un país donde más del 60 % de la población económicamente activa se encuentra en la informalidad y el desempleo continúa siendo la principal preocupación ciudadana, la conmemoración del Día del Trabajador transcurre con una clara evidencia la desconexión entre la clase política y las verdaderas demandas de la clase obrera. LB