Tegucigalpa – Desde su nombramiento en un alto cargo dentro de las Fuerzas Armadas de Honduras, el general Roosevelt Hernández ha estado en el ojo del huracán, generando preocupación entre diversos sectores que consideran que su gestión ha politizado una institución históricamente apartada de la lucha ideológica.
– “No tengo ninguna preferencia por algún partido político. Cuando yo nací solo existían dos partidos, Liberal y Nacional, y jamás he votado, y le garantizo a toda la ciudadanía de cualquier afinidad política, jamás voy a permitir que me manipulen cualquier gobierno, ya sea que esté de gobierno o que esté en oposición”, expresó el jefe castrense en las últimas horas.
– Manuel Zelaya, esposo de la presidenta Xiomara Castro, dijo que “no es fanático de los militares”, pero que le ha gustado el desempeño de Roosevelt Hernández en las FFAA.
– El general Roosevelt insiste que lo ocurrido en las elecciones “son lecciones aprendidas” para corregir los errores de cara a los comicios generales.
Haciendo una analogía con la novela de Gabriel García Márquez “El General en su laberinto”, así parece estar el hombre fuerte de las Fuerzas Armadas hondureñas tras múltiples deslices y exabruptos durante su accidentada gestión. Aunque la exitosa novela del Gabo a lo que se refiere es los últimos momentos del prócer Simón Bolívar, el título de la obra parece encajar con lo que vive el alto oficial.
Las Fuerzas Armadas han sido, por décadas, una de las pocas instituciones en el país que han mantenido la confianza de la ciudadanía, en gran parte debido a su neutralidad en asuntos políticos. Sin embargo, con el general Hernández al frente, la institución ha transitado de una controversia a otra, debilitando esa percepción de imparcialidad.
Analistas han señalado que el general Hernández ha hecho declaraciones que rozan lo político y que han generado incomodidad en sectores que defienden la independencia de las Fuerzas Armadas. Además, su cercanía con ciertas figuras del gobierno ha alimentado la percepción de que la institución está perdiendo su tradicional rol de mantenerse al margen de las disputas ideológicas y partidarias.

El 11 de diciembre de 2023, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, nombró al general Roosevelt Leonel Hernández como el nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Hernández asumió el cargo en sustitución del contralmirante José Jorge Fortín y recibió el bastón de mando el 21 de diciembre del mismo año. Fortín de su lado pasó a ser el titular de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
El 13 de marzo de 2024, Hernández fue ascendido a General de División en una ceremonia encabezada por la presidenta Castro, en la que otros 146 oficiales también fueron promovidos. En el mismo evento, la mandataria reafirmó su apoyo al jefe castrense a través de su cuenta en la red social X: «El Jefe del Estado Mayor Conjunto, General Roosevelt Hernández, está ratificado en su cargo y cuenta con toda mi confianza». Esto debido a que ya se daban los primeros hechos de controversia alrededor de la figura del general.

Crisis electoral, la polémica vigente
Tras realizarse la elecciones primarias e internas, explota otra gran controversia que involucra al general Hernández, por los hechos suscitados el pasado domingo 9 de marzo, con el retraso de la llegada del material electoral a los centros de votación con retrasos que se estiman entre las 12 y 14 horas, particularmente en el Distrito Central y la ciudad de San Pedro Sula.
Este hecho ha envuelto a la institución castrense en el ojo del huracán porque según analistas, juristas y militares retirados es inexplicable y no hay excusa para lo que ha sucedido, porque simplemente las FFAA no cumplieron con lo que manda la Constitución de velar y custodiar el material electoral.
El escándalo es tal que ya el Ministerio Público y el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) han iniciado una investigación con el general Hernández entre las principales figuras de interés. Algunos hasta anotan que el general debería de renunciar a su titularidad en las FFAA, él por su parte se ha defendido anotando que no renunciará, no ha reconocido la responsabilidad y ha defendido que la mala planificación y negligencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), se ha llevado de encuentro a las FFAA, este es hasta ahora uno de los principales hechos que involucran al general y resta credibilidad a las Fuerzas Armadas.
Pero el general Roosevelt Hernández, sostiene que toda esta situación “servía de escuela para las elecciones generales” y que el cambio de transporte a busitos fue una decisión que no le correspondía. “No voy a poner mi renuncia; estoy bajo la égida (protección o amparo) de nuestra Comandante General (Xiomara Castro)”, declaró Hernández.
En su última comparecencia anotó que “sectores oscuros” se aprovechan de la nobleza del instituto castrense.

Pese a evadir su responsabilidad en varias declaraciones a periodistas, el general Hernández aceptó que no cumplieron con el mandato constitucional. “Irrespetamos a la ciudadanía, no solo las Fuerzas Armadas, esto fue con el Consejo Electoral, y nos arrastran a nosotros por esa pérdida de tiempo y fuimos impuntuales a la cita electoral”, declaró.
Sin embargo, este episodio ha puesto en entredicho la credibilidad de las Fuerzas Armadas y su papel en la institucionalidad democrática de Honduras.
El exjefe de las FFAA, general en retiro Isaías Barahona Herrera, aseguró esta semana que en el instituto castrense hay muchos que están indignados por lo que pasó durante las elecciones primarias del pasado domingo. “Estoy seguro que en las Fuerzas Armadas hay miles de soldados y oficiales que están totalmente ofendidos por lo que ha pasado en su institución”, mencionó.
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Esta polémica en cuanto al proceso electoral inició desde la llegada de la virtual candidata de Libre, Rixi Moncada, como ministra de Defensa en plena campaña preelectoral de cara a las elecciones primarias, hecho que siempre despertó suspicacia porque de todos es conocido que las Fuerzas Armadas (FFAA), son las encargadas de velar por la seguridad del material electoral y se crearía un conflicto de intereses con la funcionaria.
Conflicto con medios de comunicación

Previo a las elecciones otro hecho polémico se dio en enero de 2025, cuando las Fuerzas Armadas enviaron requerimientos a periodistas pidiéndoles revelar sus fuentes sobre publicaciones críticas a la institución. Tras fuertes críticas nacionales e internacionales, el general Hernández anunció la suspensión de estas diligencias.
“Lo que nosotros acudimos es al Estado de Derecho, nosotros no estamos intimidando, si las personas no quieren revelar quién les dijo, está bien, no hay ningún problema, pero en ningún momento hemos utilizado algún mecanismo de intimidación, es falso, totalmente falso”, zanjó el máximo jerarca verde olivo.
Otra de sus aseveraciones fue en agosto de 2024 cuando expresó que sectores pretendían engañar a la población porque a través de los medios de comunicación se robaban la democracia.
“Cuál es el problema, por qué ese discurso dualista, quieren engañar a la población porque a través de los medios de comunicación se roban la democracia, confunden a la gente. Una mentira contada 100 veces se vuelve verdad y confunden”, externó en aquella oportunidad.
Discursos y controversias
Uno de los momentos más polémicos de su gestión ocurrió cuando el general Hernández, en un discurso con tintes políticos, señaló que la «oligarquía» era uno de los principales enemigos de la democracia en Honduras. Sus palabras, en sintonía con la retórica del actual gobierno, generaron reacciones tanto en el ámbito político como en el militar. En el mismo acto, pidió mayor claridad sobre la Ley de Justicia Tributaria.
Además, el titular de las FFAA respondió a las críticas de algunos militares en retiro, instándolos a contribuir al desarrollo del país mediante el emprendimiento y la generación de empleo. En otro evento, el jefe militar enfatizó la importancia de la lealtad a la institución castrense y criticó a aquellos que la atacan públicamente.
En diciembre de 2024, durante el lanzamiento de la Operación Navidad Segura en Tegucigalpa, el general Hernández usó la consigna «un pueblo unido jamás será vencido», el himno internacional de la izquierda. También fue visto visitando mercados y barrios populares para supervisar la seguridad, acción que algunos interpretaron como proselitismo político dentro de las Fuerzas Armadas.

Polémica en el Congreso
Roosevelt Hernández, en uno de sus discursos donde muchos percibieron que había tinte político, sobre todo cuando instó al Congreso Nacional a aprobar la controvertida Ley de Justicia Tributaria. En su intervención, Hernández expuso preocupaciones sobre las exoneraciones fiscales que benefician a un reducido grupo de familias.
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Las declaraciones del general Hernández sobre la Ley de Justicia Tributaria llevaron a diputados del Partido Nacional a proponer su interpelación en el Congreso Nacional, argumentando que el jefe militar estaba politizando su cargo. No obstante, la iniciativa fue bloqueada por el presidente del Legislativo, Luis Redondo.
Otro episodio que generó gran controversia fue cuando Hernández, en un acto simbólico, apuntó con un arma a la Constitución de la República mientras hablaba de la defensa de la soberanía nacional. El hecho, que ocurrió en la Fuerza Aérea Hondureña, fue posteriormente confirmado por él mismo, asegurando que se trataba de una analogía sobre la protección del orden constitucional.
El viaje a Venezuela y la reacción de EEUU
En agosto de 2024, Hernández viajó a Venezuela junto con el entonces ministro de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales, para participar como observadores en los IV Juegos Mundiales de Cadetes. La embajadora de EEUU en Honduras, Laura Dogu, criticó la presencia de ambos en el evento, afirmando que era «sorprendente» verlos junto a un «narcotraficante» del gobierno venezolano, en referencia al ministro de Defensa y jefe del ejército general Vladimir Padrino López.
Dogu dijo que su gobierno en aquel momento -de Joe Biden- “estamos muy preocupados por lo ocurrido en el gobierno de Venezuela, fue bastante sorprendente para mí ver al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor Conjunto sentado al lado de un narcotraficante en Venezuela”.

Casi como una respuesta inmediata a los señalamientos
La respuesta ddel gobierno hondureño no se hizo esperar. La presidenta Castro ordenó al canciller Eduardo Enrique Reina «denunciar» el tratado de extradición con Estados Unidos, alegando que era «intolerable» que Washington intentara influir en la política del país.
Además, su polémico viaje a Venezuela, Hernández recientemente también asistió en febrero de 2025 a la juramentación del general Julio César Avilés como jefe del Ejército de Nicaragua, en un cuarto mandato criticado por la comunidad internacional y reviviendo la controversia nacional.
En los últimos meses, su figura ha estado rodeada de controversia tras una serie de pronunciamientos y decisiones que han sido interpretadas como una alineación con ciertos sectores políticos. Esto ha llevado a analistas y ciudadanos a cuestionar si la institución militar sigue cumpliendo su papel de garante del orden y la seguridad nacional sin interferencias ideológicas, así como la alternancia en el poder. PD