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El día más largo de la historia democrática de Honduras.

Dr. Ignacio Alonzo

Se señala en la Biblia en el libro de Josué, y, se concluye que Dios peleó por Israel aquel día. Aquel día duró más de lo acostumbrado para que Israel tuviera más claridad y pudiera obtener la victoria sobre sus enemigos. Lo anterior, solo para hacer referencia a un evento relatado y que constituye parte de la historia de los israelitas. El otro día, que registra la ciencia de la Astronomía es el 21 de junio como el día más largo del año, lo que implica es que el sol alumbra en el Polo Norte, 13 horas con 13 minutos, conocida esta fecha como el Solsticio de Verano. Si hacemos esta analogía en lo que pasó el día 9 de marzo en la celebración de las elecciones primarias en Honduras, nos daremos cuenta que en nuestro país, el día se alargó porque el material electoral llegó hasta que alguien lo buscó, lo siguió, lo rescató, transportó hasta llegar donde originalmente tuvo que haber llegado, no obstante, ocurrió lo que nadie jamás se imaginó.

Todos los electores principalmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula, se alistaron desde la madrugada para estar en punto de las siete de la mañana después del pitazo inicial del Consejo Nacional Electoral, para ejercer el sufragio, ya sean liberales, nacionalistas o libres. Lo que se tenía que hacer con mucho tiempo de anticipación, llegó el conteo a partir de cero y se pensó que todo sería con toda la normalidad, resultó en una pesadilla, desesperación desesperanza, frustración y vergüenza a nivel nacional e internacional. Hubo personas que acompañaban a sus padres y abuelos para participar de la fiesta cívica, no obstante, cada vez que llegaban a los puntos de votación, se regresaban sin ejercer el sufragio debido a que las maletas electorales no llegaban y nadie daba razones de su paradero. Transcurrieron las horas, los rayos del sol caían de manera casi perpendicular desde que amaneció y todo pintaba para que las elecciones fueran de siete de la mañana a las cuatro de la tarde, y por algún motivo o impace lo más que se prolongan es una hora más. Lo inaudito ocurrió, cuando llego el mediodía, las horas de la tarde, cuatro, lcinco, seis, siete, ocho, nueve de la noche, al fin, aparecieron las maletas electorales cansadas de estar cargadas en los busitos que eran las unidades en donde habían sido colocadas, según dicen muy de madrugada del domingo 9, en los asientos de las “unidades contratadas”.

Ya para el mediodía del domingo nueve de marzo del 2025, ya el CNE, había identificado el retraso de las maletas electorales. Algunos dicen que vieron las unidades cargadas del material electoral dar vueltas por todo Tegucigalpa y a lo mejor igual en San Pedro Sula. Uno se pregunta, si es que se confundieron en la entrega, los domingos no se da el tráfico vehicular acostumbrado de lunes a sábado, cuando del Infop, por ejemplo a algunos centros educativos en donde la gente esperaba para votar, según dicen es muy poca distancia en kilómetros como para no llegar en minutos, y no en horas y evitar así el atraso. A medida pasaban las horas, la gente se sentía burlada e ignorada, además, cacheteada por un proceso muy cuestionado que ya lindaba con las sospechas de fraude y tipificado como delito electoral. Lo más denigrante de este día tan largo, que daba pesar ver a mucha gente de la tercera y cuarta edad haciendo esfuerzos impresionantes para estar de pie y poder votar, pues seguramente muchos de estos ciudadanos ya estaban dormidos y los levantaron para volver después de ene veces que lo habían hecho durante todo el día largo y cansado. Muchísimos de los votos que entraron a las urnas ya no eran del nueve de marzo, sino que eran del lunes diez.

Hay algunas lecciones que se pueden inferir de este proceso que registra el día más largo, penoso, insospechado, e inolvidable para la historia de la vida democrática de Honduras. Es el proceso más caro y supuestamente el más tecnológico, con el inconveniente que esta vez la gente quería votar, más no aparecían las papeletas para marcarlas y depositarlas en las urnas. Era increíble como la gente aguantó con espíritu resistente, estoico y resiliente, nunca perdió la fe de poder votar, hasta que lo logró. La gente en Honduras sigue creyendo que el voto es el vehículo para elegir y ser electos en los cargos de elección popular y convertirse en gobierno con o sin ideología, pero al fin, deseosos de poder. Los electores en Honduras, han aprendido a votar por los candidatos que consideran pueden ser gobernantes de esperanza y de cambio para las generaciones presentes y futuras. El papel de las redes sociales han jugado un rol determinante ya que los videos y fotos publicadas son más que elocuentes para denunciar las irregularidades que se dan en un día de elecciones como el que los hondureños vivimos este 9 y 10 de marzo del 2025. Los líderes políticos de ahora en adelante, no necesariamente mueren en sus partidos políticos, como otrora, si lo eran. Lo anterior significa que de cara a las elecciones generales del 30 de noviembre, nos sorprenderán algunas alianzas inimaginables pero sí realizables para alcanzar el poder. Hay una efervescencia política por parte de la juventud en Honduras, lo cual es bueno, eso se puede ver en los candidatos a las alcaldías y diputaciones por parte de los partidos y movimientos que participaron.

Para finalizar este artículo, lo recomendable es investigar a fondo las irregularidades del proceso justo el día de las elecciones. Convocar a los institutos políticos a que hagan las respectivas denuncias tanto por los medios de comunicación y con sus respectivas actas notariales para seguir la formalidad y legalidad, para que el Ministerio Público haga su trabajo y se adecente el proceso. Revisar la logística,
estrategias y cronogramas de trabajo por parte del CNE y de sus Consejeros. Devolver la confianza a la población para que haya una participación masiva en las elecciones generales de noviembre. Ofrecer respuestas contundentes de lo que realmente pasó el 9 de marzo, el cual orilló al CNE a estirarlo hasta la madrugada del siguiente día, como algo jamás ocurrido desde el 20 de abril de 1980, hasta lo que ya todo el mundo sabe. Darnos cuenta, que la democracia es cara, por eso debemos cuidarla y construirla todos los días, con trabajo, ética, política limpia, responsabilidad y respeto a fin de que no se estén acusando de uno y de otro lado, cosa que nos desprestigia y nos pone como el hazme reír de todo el mundo. La historia hondureña y mundial ya registra este día como el más largo en la vida democrática de Honduras, muy marcado por todas y cada una de las irregularidades que atentaron claramente con el sagrado derecho de elegir y ser electo.

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