Lisboa – El artista hispano-argentino Felipe Pantone, que ha colaborado con figuras de la talla de Bizarrap, presenta este viernes una exposición en Lisboa con la que aspira a reflejar «los colores de nuestro siglo» y la madurez alcanzada en su carrera.
Se trata de la muestra titulada ‘Perceptual Phenomena, Color Spaces, Structural Honesty’, que se traduce en ‘Fenómenos perceptivos, Espacios de Color, Honestidad Estructural’ y que engloba una decena de obras tridimensionales en la Galería Underdogs, ubicada a pocos metros del río Tajo.
Con ellas, Felipe Pantone (nacido en Buenos Aires en 1986 y criado en España) quiere jugar con la percepción óptica de los espectadores y mostrar los colores y la luz bajo el filtro de la informática y la infraestructura detrás de su instalación, que se encuentra suspendida en el aire con un sistema de cuerdas.
«Por primera vez he hecho una instalación en la que todas estas piezas están flotando en el espacio de una manera muy técnica, porque están cogidas con cables de acero de varios puntos y están flotando», explicó el diseñador en una entrevista con EFE a pocas horas de la apertura de la exhibición.
Además de esta exposición, abierta al público hasta el 26 de octubre, pintará un mural en la zona lisboeta de Alcántara que estará disponible la próxima semana.
Este artista, que usa un apellido ficticio y que no quiere mostrar su cara ante las cámaras para mantener el anonimato, se caracteriza por impulsar una obra que muestra la estética digital ‘glitch’ (que se traduce del inglés como un fallo en un sistema informático).
Se inició a los 12 años en el grafiti, disciplina en la que alcanzó reconocimiento internacional bajo el pseudónimo PANT1 pero que amplió a otros lienzos y disciplinas por sus límites, y actualmente ha llegado a países como Japón, China, Estados Unidos, Alemania y Holanda, entre muchos otros lugares.
A su juicio, su arte habla a su propia generación, que nació en el analógico y durante su juventud pasó a lo digital, y acumula la madurez de todas sus experiencias vitales y artísticas, ya sea por su carrera en solitario o por las colaboraciones que ha hecho hasta la fecha, todas fruto de su «pasión» por el trabajo.
Estas experiencias incluyen el haber diseñado la decoración de un coche para el fabricante Alpine, el atuendo que vistió el productor musical Bizarrap o una edición limitada de relojes junto al fabricante de lujo suizo Zenith.
«Yo ya no estoy en edad de hacer cosas por nada que no sea por pasión, de todo se aprende que flipas», afirmó el diseñador, graduado en Bellas Artes en Valencia (España).
Es precisamente en Valencia donde está su próximo gran proyecto, una casa que ha comprado que quiere transformar en su vivienda, en su estudio, en un espacio expositivo y en un punto de residencia de artistas.
«Es un proyecto en el que quiero, obviamente, trabajar en mis propias cosas, pero también un poco va a tener un componente docente. Quiero invitar a gente, quiero ayudar un poco a los chavales, a producirles obras, hacer cosas y sobre todo a pensar», avanzó.
No se limita y abre el futuro a viajes y colaboraciones internacionales, ya que, a su modo de ver, «viajar te enseña todo». EFE
