Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla)- Sí es usted un admirador de la fascinante belleza de los arrecifes de coral, debe estar orgulloso porque los arrecifes de Honduras forman parte de la renombrada Barrera Coralina Mesoamericana, y es el segundo arrecife de coral más grande del mundo después de la Gran Barrera de Australia.
-El 67 % de los arrecifes de coral en Honduras se encuentran en estado de -pobre a crítico-.
-Construcción de cárcel en Islas del Cine, podría deshacer décadas de trabajo en conservación de arrecifes en Honduras.
– La importancia de los arrecifes coralinos va mucho más allá de su belleza escénica, pues son los bosques marinos.
Pero la joya marina hondureña está amenazada y es preciso comprender que su importancia va más allá de ese esplendor que maravilla a cualquiera, porque estos son de los recursos más valiosos para el planeta, ya que son ecosistemas que albergan gran variedad de vida marina, y por si fuera poco actúan como barreras físicas que protegen las costas de la erosión y las inundaciones.
Además, los arrecifes conforman un hábitat seguro para muchas especies marinas y son una fuente vital de alimentos y económica para las comunidades locales que dependen de la pesca y el turismo sustentable.
Situación crítica y amenazas
Según el último Reporte del Arrecife Mesoamericano -Evaluación de la Salud del Ecosistema- el 67 % de los arrecifes de coral en Honduras se encuentran en estado -pobre a crítico-.
La riqueza de especies de coral, indicador de diversidad, disminuyó un 15% en la última década, con caídas más fuertes en Honduras de un 26% y México con un 23%, apunta el mismo informe.
En el informe 2022 se indica que la salud de los arrecifes disminuye nuevamente en la mayoría de las subregiones, pese a que Utila y Guanaja mejoraron su calificación desde el último reporte, seis subregiones disminuyeron.
La bióloga Ana Rosario Velásquez Acosta, en entrevista con Proceso Digital, ha alertado sobre la crítica situación que enfrentan los arrecifes. En palabras de la experta, «nos encontramos ante una emergencia nacional debido al blanqueamiento del arrecife». Este fenómeno, que ha afectado gravemente a los corales, pone en peligro no solo la biodiversidad marina, sino también la subsistencia de las comunidades costeras.
El blanqueamiento del arrecife es un proceso devastador que se ha acelerado en los últimos años. Este fenómeno transforma los vibrantes colores de los corales en un desolador blanco, señalando su muerte inminente, lamentó.
La bióloga explicó que la enfermedad del blanqueamiento no tiene un origen único, pero la contaminación del agua y la actividad humana descontrolada debilitan la resistencia de los corales, haciéndolos más susceptibles a este mal.
Las iniciativas de conservación y los esfuerzos gubernamentales en lugares como las Islas de la Bahía han intentado contrarrestar este problema. Sin embargo, la magnitud del desafío es enorme. Grandes presupuestos se han destinado para tratar de salvar los arrecifes, pero la situación sigue siendo crítica, remarcó.
Recordó que en 2020 el Gobierno decretó estado de emergencia, misma que para ella debe seguir vigente para dar respuesta al estado crítico de los bancos coralinos.
Sin embargo, Acosta expresó su profunda preocupación por la situación actual, comparando la emergencia con la alarma generada por los incendios forestales.
Señaló que la degradación de los arrecifes se debe a diversas causas, como la actividad de grandes industrias, el turismo descontrolado y proyectos de desarrollo que amenazan estos ecosistemas frágiles.
Mencionó específicamente el riesgo planteado por la propuesta de construir una cárcel en la Isla del Cisne, un área con valiosos arrecifes. Este proyecto, según Acosta, podría deshacer décadas de trabajo en conservación de arrecifes en Honduras y poner en peligro los recursos marinos no solo del país, sino también de naciones vecinas.
El Reporte del Arrecife Mesoamericano 2022, también hace referencia a la respuesta que dio Honduras, ante a la enfermedad de pérdida de tejido de coral como emergencia nacional marina en las áreas afectadas por la aparición de la Enfermedad de Pérdida de Tejido en Corales Duros (EPTCD), en El Parque Nacional Marino Islas de la Bahía (PNMIB).
Esto dio paso a que el Fondo de Áreas Protegidas y Vida Silvestre (FAPVS) transfiriera al comité técnico del área protegida más de 36,000 dólares para mitigar y prevenir la afectación al resto del país.
La investigación reveló que la biomasa aumentó en todas partes desde el último reporte, a excepción de Roatán. Y por ello se necesitan con urgencia más zonas totalmente protegidas y Zonas de Recuperación Pesquera vigiladas.
Desastre ecológico en la región
Para el especialista en temas de cambio climático e hidrólogo Wilmer Reyes, es preocupante la falta de comprensión y acción sobre la importancia de los arrecifes de coral en Honduras, lo que resulta en inversiones insuficientes para su protección.
El doctor Reyes subrayó la importancia de estos arrecifes y advirtió sobre las graves consecuencias de la generación de basura, tanto localmente como a través del río Motagua y todos los demás ríos.
Agregó que la basura proveniente de diversas fuentes, incluidos los turistas durante las vacaciones, especialmente en temporadas altas como Semana Santa está causando un desastre ecológico en la región.
Aunque los arrecifes de coral son admirados por su belleza escénica, Reyes los describió como fundamentales desde el punto de vista científico, ya que son grandes ecosistemas que sustentan una variedad de especies marinas, incluyendo importantes bancos pesqueros. Explicó que el daño causado por la basura, como botellas de vidrio y plásticos, es similar a una herida en un ser humano, dejando a los corales vulnerables a enfermedades y hongos que pueden llevar a su muerte.
El especialista, hizo hincapié en la necesidad de abordar la incorporación de basura en los océanos, así como la deforestación y la pérdida de cobertura que contribuyen a la sedimentación y la llegada de nutrientes al mar.
Las aguas residuales también son un problema grande, añadió porque incorporarán contaminantes, pero también bastantes nutrientes que estimulan el crecimiento de algas marinas. Según el Reporte del Arrecife Mesoamericano en Honduras empeoró la a “critica” la condición de las macroalgas carnosas (26%).
Reyes también resaltó la importancia de regular las visitas a los arrecifes de coral para evitar daños adicionales, enfatizando la necesidad de visitas guiadas especializadas para minimizar el impacto humano en estos delicados ecosistemas.
En conclusión, el entrevistado pone de relieve la urgencia de proteger los arrecifes de coral de Honduras y abordar los múltiples factores que amenazan su salud y supervivencia.
Los Arrecifes Coralinos de Honduras un tesoro invaluable
En Honduras, los espectaculares arrecifes de coral son un tesoro natural que atrae a turistas de todo el mundo. Lugares como Roatán, Utila, Cayos Cochinos, Tela y Trujillo y en general toda la Costa Este y Oeste del Caribe hondureño, ofrecen la oportunidad de explorar de cerca la vida marina que estos ecosistemas albergan, generando admiración y orgullo entre los visitantes.
Estos arrecifes proporcionan hábitats vitales para una amplia gama de especies marinas, desde peces hasta moluscos y crustáceos. Su diversidad biológica contribuye significativamente a mantener la salud de los ecosistemas marinos.
Además, actúan como una barrera natural contra la erosión costera, disipando la energía de las olas y las tormentas, y reduciendo así el impacto de eventos climáticos extremos en las comunidades costeras. La pérdida de estos arrecifes aumenta la vulnerabilidad de las comunidades a la erosión costera y la pérdida de playas, lo que afecta la seguridad de las viviendas y la vida misma de las personas.
Pero la importancia de los arrecifes va todavía más allá de su función ecológica. Son motores económicos, sustentando actividades como la pesca y el turismo.
Además, ofrecen oportunidades de empleo y generan ingresos para las comunidades locales a través de la pesca comercial que se extiende a todo el territorio.
Además, los arrecifes de coral actúan como sumideros de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático al absorber dióxido de carbono de la atmósfera. Esta función crucial en la regulación climática es a menudo pasada por alto, pero es de suma importancia para el equilibrio ambiental global, explicaron los especialistas.
En el Reporte del Arrecife Mesoamericano, se destaca que los carbonatos son la moneda del arrecife y el éxito de un arrecife radica en su capacidad de construir su estructura 3D de carbonatos.
Desafortunadamente, 42 sitios tienen valores negativos y ahora enfrentan una bancarrota de carbonato, pero el Banco Cordelia en Roatán, Honduras, tiene la mayor producción neta, con 7.2 G.
Entre la fragilidad y la resistencia frente a los riesgos
En resumen, la situación de los arrecifes de coral en los destinos turísticos de Honduras es crítica y se encuentran entre la fragilidad y la resistencia haciendo frente a los múltiples riesgos.
Sin acciones urgentes y concertadas a nivel local, nacional e internacional, estos valiosos ecosistemas podrían desaparecer, dejando un vacío no solo en la biodiversidad marina, sino también en la economía y la identidad cultural de las comunidades costeras, del país en general y también a nivel mundial ya que los arrecifes hondureños forman parte de la Barrera Coralina Mesoamericana, el segundo arrecife más grande del mundo después de la Gran Barrera de Australia.
Los arrecifes de coral, esos coloridos y fascinantes ecosistemas submarinos, no solo son esenciales para la pesca, sino que desempeñan un papel crítico en la protección del medio ambiente y el bienestar humano en general. LB
