Managua – El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó este jueves a su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, por el 40 aniversario de la revolución popular sandinista y le aseguró que «Nicaragua siempre puede contar con la ayuda de Rusia».
«En Rusia apreciamos las relaciones con Nicaragua, basadas sobre buenas tradiciones de amistad y respeto mutuo», escribió Putin a Ortega en una carta leída en Managua por la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, a través de medios oficiales.
«Es importante que entre nuestros países se ha establecido el diálogo constructivo y se desarrolla la cooperación en el ámbito económico-comercial, humanitario y otras esferas», continuó.
El mandatario ruso, que se refirió a su homólogo nicaragüense como «querido amigo» y «hermano», destacó que el «Gobierno y pueblo de Nicaragua siempre pueden contar con la ayuda de Rusia en la solución de sus objetivos de desarrollo nacional y la defensa de la soberanía estatal».
«Estoy seguro de que el fortalecimiento ulterior de las relaciones de cooperación estratégica responde plenamente a los intereses de los pueblos ruso y nicaragüense», señaló Putin, quien deseó a Ortega «buena salud y éxitos».
La Federación de Rusia eligió al primer vicepresidente de Asuntos Internacionales del Parlamento y vicepresidente del Partido Comunista, Maxim Ivanov, para participar en los actos de conmemoración del 40 aniversario de la revolución sandinista.
Desde que Ortega volvió a la Presidencia en 2007, Nicaragua y Rusia han fortalecido sus relaciones en todos los campos.
Nicaragua es uno de los contados países, junto a Venezuela y los pequeños Estados insulares de Nauru y Tuvalu, que se han sumado a Rusia en el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.
La conmemoración del 40 aniversario de la revolución popular sandinista será encabezada el viernes por Ortega, en medio de una grave crisis que estalló hace más de un año y que ha dejado cientos de muertos.
El 19 de julio es un día de fiesta nacional en Nicaragua que se celebra desde 1980, cuando fue decretado por el primer Gobierno sandinista para recordar el derrocamiento armado de la dictadura de los Somoza (1937-1979).
La Policía de Nicaragua prohibió a partir de este jueves portar armas en todo el país por ese acto de masas, hasta el próximo lunes.
La Policía también prohibió el uso de envases de vidrio en la Plaza de la Fe Juan Pablo II, que acogerá el acto, y regulará el desplazamiento de los vendedores ambulantes.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 326 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 595 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.
Según el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), adscrito a la CIDH, el mayor responsable de la violencia es el Gobierno de Ortega, a quien responsabilizan de cometer incluso crímenes «de lesa humanidad» en medio de la crisis.