Tegucigalpa – Los derechos de los niños y adolescentes son vulnerados en Honduras, donde muchos de ellos están fuera de la escuela, se ven obligados a emigrar ilegalmente o salir a las calles para trabajar, por lo que Plan Internacional pidió este jueves al país apostar por programas en beneficio de esta población.
«La situación de vulneración de derechos de los niños es grande y es uno de los mayores retos» del Gobierno de Honduras, dijo en entrevista con EFE la directora en el país de la ONG Plan Internacional, Celine Rosales.
El país centroamericano, donde los menores representan el 40 % de los 9,6 millones de hondureños, debe «apostar a todo, pero principalmente a buscar programas y estrategias que vayan en beneficio de los que están en mayores condiciones de vulneración», señaló.
Los más vulnerables, según Rosales, son los menores que viven «en pobreza y en la extrema pobreza, porque ellos son los que crecen sin educación, pensando me voy a ir del país, porque son aquellos niños que crecen solo porque tienen el derecho a crecer, pero sin tener esas grandes oportunidades».
La pandemia de la covid-19 agudizó la compleja situación de la niñez y juventud en Honduras al vulnerar derechos como la educación y la salud, añadió.
EXCLUSIÓN EDUCATIVA
Rosales indicó que Honduras ya tenía una baja escolaridad infantil, situación que «se marcó más» con la pandemia, lo que causó “un retroceso en la educación” de esta población.
En 2014, Honduras tenía 873.000 menores fuera de las aulas, cifra que aumentó a más de un millón con la pandemia, 22.000 de ellos volvieron al sistema educativo en 2022, detalló.
A Rosales le preocupa la exclusión educativa en Honduras a causa de la pandemia y la pobreza, que afecta a más del 70 % de la población, aunque destacó que el Gobierno está brindando la merienda escolar como un incentivo para que los niños permanezcan en los centros educativos.
Honduras tiene una infraestructura escolar «bastante dañada» debido a la falta de mantenimiento en los últimos años, enfatizó la responsable de Plan Internacional, quien lamentó que muchos jóvenes no trabajan ni estudian.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), citadas por Rosales, 982.061 jóvenes hondureños de entre 12 y 30 años no estudian ni trabajan, por lo que la ONG humanitaria busca generar un arraigo en esa población para evitar su migración irregular.
APROVECHAR BONO DEMOGRÁFICO
Honduras cuenta con un «bono demográfico» de población mayoritariamente joven y debe «aprovechar» las potencialidades de desarrollo que esta oportunidad le ofrece, y evitar que la juventud decida emigrar ilegalmente en un viaje de «muchos riesgos», agregó.
El bono demográfico es la situación transitoria en la que la población en edad de trabajar supera a la dependiente (niños y adultos), y por tanto el potencial productivo de la economía es mayor.
Plan Internacional impulsa en Honduras el proyecto «Pasos Protegidos» para empoderar económicamente a jóvenes para que «se queden (en el país) y no emigren», y ayudar a menores inmigrantes retornados a volver a las aulas de clases.
Rosales lamentó que niños y jóvenes sigan migrando de forma irregular, muchos de ellos solos, pese a los riesgos que enfrentan en su ruta hacia Estados Unidos, como la trata, la muerte y todo tipo de maltratos.
MATERNIDAD TEMPRANA, PERPETÚA LA POBREZA
La directora de Plan Internacional considera que la violencia de género y la maternidad infantil y adolescente, son otros de los grandes problemas de Honduras, una realidad que perpetúa la pobreza para la mayoría de las jóvenes madres.
«Esas niñas ya no van a estudiar, son niñas que se van a quedar relegadas (…), y el círculo de la pobreza se hace más grande porque esta adolescente tiene que ver cómo buscar el sustento de sus hijos» y, en consecuencia, aumenta el trabajo infantil o niños en situación vulnerable en calle, subrayó.
Honduras registra un promedio diario de 67 partos de madres menores y en 2022 más de 38.000 adolescentes dieron a luz, según cifras de la Secretaría de Salud.
Plan Internacional promueve un programa orientado a que las niñas y adolescentes tomen «decisiones autónomas informadas» sobre sus derechos sexuales y reproductivos para prevenir el embarazo temprano forzado y la violencia sexual en Honduras, donde 1 de cada 4 partos es de una menor de 19 años. JS