Tegucigalpa – Recuerdo claramente que cuando tenía 10 años, en una cita al dentista miré en la mesa una revista de National Geographic, la abrí y miré acerca de los peces con aspecto muy extraño que están en las zonas hádales de la Antártida, era de la primera documentación de la especie, me impresionó por eso quería ser biólogo marino, ingresé a la UNAH pero por cosas de la vida terminé estudiando botánica y desde entonces existe una gran fascinación por el estudio de la flora, dijo el destacado biólogo hondureño Johan David Reyes Chávez.
– Soñamos con hacer un libro que contenga toda la flora de los helechos de Honduras, tenemos una compilación que es muy citada por los grandes investigadores del mundo, reveló.
-La Mosquitia es una joya en la cual muchos investigadores extranjeros quisieran trabajar.
Pasión por la ecología y botánica introducen a Johan Reyes en el científico más joven en la historia del TWAS.
– Actualmente trabaja una lista roja de especies –plantas de preocupación especial-, nacionales porque es un tema que no se ha actualizado desde el 2008 en Honduras.
– No deberíamos sorprendernos tanto que un hondureño destaque, hay muchos triunfando, admiro a doctor Marco Tulio Medina, Salvador Moncada, entre otros.
Su preparación académica en Honduras
Reyes, de apenas 27 años, originario del municipio de Cane, La Paz, un departamento situado en la zona central de Honduras, recientemente fue galardonado por sus cualidades académicas como uno de los científicos más jóvenes en pertenecer por los próximos seis años a la Academia Mundial de Ciencias (TWAS por sus siglas en inglés), adherida al Programa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Sus estudios primarios y secundarios, los realizó en centros educativos de Danlí, Tegucigalpa, Comayagua y su natal Cane, debido a que su mamá daba clases de español y por ello cambiaba de domicilio periódicamente, además no es que había mucho dinero para pagar colegiaturas en los colegios bilingües donde logró estudiar. Sus estudios superiores en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), donde egresó de la carrera de Botánica.
Posteriormente aplicó a una beca que le permitiera estudiar una maestría en Reino Unido, la primera vez no salió entre los favorecidos, pero lo intentó nuevamente y logró conseguir la oportunidad para especializarse en el Manejo de la Conservación del Departamento de Biociencias de Edge Hill University. Johan es el primer hondureño que logra egresar con honores de esa prestigiosa academia británica, donde además otros tres compatriotas lograron llegar.
Dijo que, desde niño identificó su vocación por la biología y no descarta en un futuro ser docente para enseñar a los demás todo el conocimiento que va adquiriendo en su profesión. Sus convicciones no lo desviaron de su objetivo, hoy en día es lo que él soñó siempre ser, esto pese a que recibió consejos de seres queridos que estudiara otra profesión y su inicio en la UNAH en biología marina, solo fue el génesis para llegar al camino correcto “esto me hace muy feliz”, subrayó.
Actualmente reside en Liverpool y se desempeña como asistente de curación en el Museo del Mundo de esa ciudad, maneja actividades del herbario, que es una especie de biblioteca que en vez tener libros tiene plantas recolectadas en varios años en todo el mundo, cuya investigación permite hacer modelados sobre el cambio climático, mismo que permite diseñar políticas públicas para proteger el medio ambiente de los países y regiones.
Reino Unido para especializarse
El acucioso científico logró su ansiada maestría por medio del programa de Becas Chevening, pero su andar por el Reino Unido también registra datos históricos, ya que tuvo la oportunidad de realizar una pasantía en el Museo de Historia Natural de Londres, siendo así el primer hondureño en conseguirlo y entre sus frutos más significativos registra la producción de más de 10 de artículos para revistas científicas de alto prestigio.
El profesional de las ciencias es investigador asociado de la Universidad Panamericana Zamorano – una de las academias más prestigiosas de Latinoamérica-, y coordinador del proyecto Flora de helechos de Honduras, sus quehaceres en la investigación científica lo llevaron en 2015 a representar a Honduras en la competencia más importante de genética del mundo que se realizó en ese año en Boston Estados Unidos (EEUU).
Igual en 2018, el Instituto Hondureño de Ciencia, Tecnología y la Innovación (Ihcieti), le confió la responsabilidad de ser el botánico encargado del Proyecto Ciudad Blanca, en donde iniciaron los frutos de sus primeras investigaciones y porque no decir sobre sus logros en Río Plátano, considerado un patrimonio para la humanidad, situado en La Mosquitia de Honduras, mismas que están relacionadas al estudio de las plantas y al cambio climático.
TWAS reconoce a más de mil 300 científicos en alrededor de 70 países con el objetivo principal de promover la capacidad científica y la excelencia para el desarrollo sostenible en los países tercermundistas y apoyo a la prosperidad sostenible a través de la investigación, la educación, las políticas y la diplomacia. La Academia, fundada en 1983, tiene su sede en Trieste, Italia. Cada año elige en el mundo 25 científicos menores a los 40 años, Johan es el más joven en la historia en ingresar.
Sus aportes por estudio de las plantas
En una amplia entrevista con Proceso Digital, Johan, dijo sentirse orgulloso de sus raíces, se considera un paceño 100% y está contando los días para poder regresar a Honduras, visitar su familia en su querido municipio de Cane y comenzar nuevas investigaciones en las montañas del país, mismas que las definió como los mejores laboratorios del mundo “aquí tenemos un riqueza inmensa en flora que no tienen otros países primermundistas, esta nación en un paraíso”, dijo.
Johan es especialista en estudiar los helechos, una planta tropical que suele abundar en las montañas de Honduras. El Reino Unido apenas registra 100 especies de esta flora cuando el nuestro país cuenta con más de 700 en su territorio, eso solo define la fortuna natural con que cuenta, estoy aquí para aprender todo lo que pueda y con ese conocimiento determinar cómo conservar los recursos naturales nacionales, es un compromiso que he fortalecido.
A su juicio las autoridades, deben mejorar las políticas públicas que permitan el resguardo del medio ambiente, porque no se trata de un sentimiento personal, sino formamos parte de un ecosistema completo y no cuidarlo seguirá dejando daños y serias consecuencias, habrá más deslaves, retención de agua, entre otras crisis que se podrían generar en el tiempo más que todo en las comunidades más cercanas que generalmente son las que no se benefician de la extracción de los recursos.
Honduras referente en investigación científica
“Comencé a ser voluntariados en la Universidad Nacional, ahí descubro mi pasión por las plantas pero las que no tienen flores, que por cierto son miles las que existen y no se estudian mucho, no hay tanta investigación por esa flora, por eso me llamó la atención, pues yo le apuesto a cosas nuevas, mi país es baluarte en este tipo de diversidad, entonces si nadie lo ha hecho, yo quiero ser el primero en descubrir más desde la biología”, refirió Johan.
Honduras es un país con un potencial humano enorme –dice Reyes- este país tiene al investigador más destacado en las últimas tres décadas del Reino Unido, el doctor Salvador Moncada. Pero además la doctora María Elena Bottazzi, por sus aportes a la medicina, fue nominada recientemente este año al Premio Nobel de la Paz, como ellos hay muchos hondureños haciendo historia alrededor del mundo, eso indica que es una persona capaz y está comprobado.
Asimismo, considera que quien se dedica al mundo de la ciencia es un privilegiado y aunque en Honduras la investigación no es bien pagada, representa una oportunidad para brillar en el exterior y no solo aportar a su patria sino al mundo entero, para ello debe haber más apoyo porque aparte de ser una profesión complicada es cara, muchas veces se pierden talentos porque no hay recursos para aquellos cerebros brillantes que hay en el país.
“Nosotros quienes ya nos dimos a conocer, estamos llamados para que quienes apuesten por el mundo de las ciencias, tengan oportunidades, debemos abrir brechas, porque quizá haga falta incentivos para mantenerlos en el país, pero salir al extranjero cambia muchas cosas. Ahora hay nuevas autoridades que deben motivar para generar expectativa, el lanzamiento de una revista de divulgación científica, dará frutos y es un paso importante”, relató el entrevistado.
La ausencia de políticas públicas
Recomendó prestar más atención a las demandas de los jóvenes porque hoy en día son quienes lideran el renacimiento de la biología en Honduras, pues a veces lo que pasa es que el propio hondureño no se da cuenta lo que otros nacionales están haciendo, pero tampoco podemos esconder que no es fácil hacer ciencia en el país, pero en la vida hay que ser positivos y esperemos que haya nuevas políticas que conlleven más científicos hondureños aportando al mundo.
A quienes sueñan con entrar en el mundo de las investigaciones, le dijo que las oportunidades en la nación centroamericana son limitadas, pero hay muchas puertas abiertas a nivel internacional que perfectamente pueden optar, porque Honduras es un país donde salen científicos destacados y es considerado un semillero para este campo, así que todo es posible, siempre hay que generar la oportunidad cuando se crea no existen.
“Si uno no tiene pasión por lo que hace, no ve oportunidades, si es posible alcanzar los sueños, sin importar que el biólogo hondureño esté muy infravalorado en Honduras, son carreras costosas que devengan muy bajos salarios, ese desequilibrio no permite desarrollo, es más lo atrasa, así hay otras carreras; pero no todo termina ahí, la pasión puede revertir esa realidad, generar cambios, hacer aportes desde cualquier escenario”, describió.
Johan salió en septiembre de 2021 de su natal país para una maestría en el Reino Unido, tiene previsto regresar en enero de 2023, para seguir investigando sobre el herbario nacional y no descarta apostarle a un doctorado en exterior, ya que tiene varias ofertas. Aunque la mirada siempre está puesta en el extranjero porque los salarios para un biólogo en Honduras, es muy bajo, cuando en otra nación -por ser competitivo- es altamente cotizado y opta a una mejor paga.
Un SOS por La Mosquitia hondureña
Pero, además, Honduras es un escenario fantástico, seguirán llegando muchos extranjeros para hacer investigaciones porque aquí hay muchas cosas por explorar, entonces vemos que hacen falta obreros para este tipo de causas. Yo quiero ser parte de ello y por eso quiero regresar para investigar, tengo en mente muchas ideas. He sabido que muchos biólogos sueñan con entrar a un lugar como lo es La Mosquitia, hondureña, porque lo consideran una joya para el mundo.
En ese sentido, alertó que la zona es frágil pese a ser el pulmón de Honduras y ante ello urge tomar medidas porque está en riesgo y su riqueza podría desaparecer porque la industria agrícola se acerca a ella, además, los ladinos queman cientos de hectáreas de bosques, ahí hay cosas hermosas y valiosas que están siendo cortadas por desconocimiento y unos cuantos pesos que no llegan a la población.
Hace falta voluntad política para conservar nuestra naturaleza, estamos perdiendo mucho por nada –cuestiona y dice- eso para quienes conocemos el valor de la flora y fauna nos hace sentir tristes y frustrados, seguimos creyendo que nuestro desarrollo tiene que venir de procesos extractivitas cuando el progreso sustentable es posible, si se limita la expectativa de recibir millones de dólares al día, pero a costas de La Mosquitia, eso es lamentable y estamos a tiempo de salvarla.
Sus aportes a la ciencia y la educación en Honduras
“Sus estudios a los helechos, son investigaciones a la diversidad, orientados a documentar todo lo que existe en nuestro país. Estos casos han resultado ser aportes regionales y mundiales, por ello se me invita a participar en comparaciones porque Honduras está en el corazón de América y entender la evolución, distribución de las plantas y el impacto que tienen en el cambio climático, somos un punto focal de estudio que ha estado muy descuidado”, recapituló.
Es interesante saber cómo cambian las plantas desde México hasta Colombia, no se comprenden sus límites y los estudios que hago en Honduras, pueden hacer comparaciones, a eso llamamos biogeografía –como se distribuye la vida-, trabajos como estos me hacen sentir orgulloso; sobre el fenómeno del cambio climático lo hice para la montaña más grande del país, Celaque, donde determinamos la zonas de alto peligro de extinciones locales, por ello nos citan en las investigaciones más grandes del mundo sobre este fenómeno y como desaparecen las plantas de zonas como estas.
Este año recibió dos menciones honorificas que a su juicio tienen mucho valor, aunque considera pasan a segundo plano cuando de investigación se trata. En Honduras recibió el premio “Desarrollo Científico y Tecnológico”, por ser uno de los 10 jóvenes más destacados del país y su reciente incorporación a la Academia Mundial de Ciencias “en realidad no lo puedo negar, me siento muy alagado porque soy de los más jóvenes en la historia de la institución mundial”.
Reyes reveló que posiblemente será incorporado a la Academia Hondureña de la Ciencia, que hay acciones para ello y lo toma como un triunfo, pero siente que apenas inicia su trayectoria en las investigaciones, pero le alegra saber que podría formar parte de un equipo de connotados científicos como la doctora María Elena Bottazzi,quien tiene un par de años de pertenecer, pero creo debo seguir enfocado en seguir descubriendo nuevas cosas.
No se considera un hombre exitoso, pero dice que dedicarse a lo que más le gusta es un logró que los demás deben alcanzar, cree que no ha hecho su mejor investigación y atribuyó sus frutos al respaldo incondicional de su familia “es una lección para todos, dejemos idealizar el primer mundo, Honduras tiene cosas valiosas, su educación es vigente y aunque en Reino Unido, hay más inversión, muchas de las cosas que me enseñaron aquí, ya las había aprendido allá”. JP